"Muchas de las medidas sanitarias que tomamos van a seguir en el futuro"
VERANO 2021. Recinto volvió a abrir, pero con comida para llevar. La locataria recuerda la historia del lugar y analiza sus desafíos.
E l Encuentro Costumbrista de la Playa Grande de Niebla nuevamente está atendiendo a sus clientes, pero de una manera diferente. Ahora, los visitantes deben ingresar al recinto, dar a conocer sus datos de contacto, buscar el local de su preferencia, comprar y llevarse su pedido. No pueden comer ahí, porque fueron retiradas todas las mesas del recinto, por causa de la emergencia sanitaria. Un cambio que desde septiembre, y de manera intermitente, ha permitido que alrededor de la mitad de los locatarios trabaje.
La presidenta del Encuentro, Dory Medina Matías (47) relata que es la manera que encontraron para respetar los protocolos, cuidar la salud de sus clientes y poder continuar con un negocio que ya es una tradición de la costa valdiviana. "Y probablemente muchas de las normas sanitarias que estamos tomando ahora sigan por mucho tiempo o para siempre", asegura.
Dory Medina ha sido testigo de todas las etapas que ha pasado el establecimiento, ya que comenzó vender ahí, junto a su madre, desde que tenía 14 años. Ella nació en Pino Huacho, sector ubicado en el camino a Niebla. Asistió a la escuela de la localidad y era parte del gran grupo de niños que cada día caminaba unos 45 minutos de ida y 45 minutos de vuelta para estudiar.
Fue precisamente gracias a la Escuela de Niebla que llegó al Encuentro. Ella estaba cursando séptimo básico cuando comenzó a realizarse, organizado por la Municipalidad de Valdivia, en el recinto donde actualmente se encuentra la Delegación de Niebla. Cuando la actividad cumplió tres años, la profesora de la escuela Marcela Sandoval preguntó a los alumnos si las mamás de la localidad querían trabajar en esa feria.
"Yo le dije a mi mamá, Flora Matías, que participara porque yo sabía que ella sabía hacer empanadas. Se inscribió y entramos las dos. Yo estaba en primero medio cuando comencé a trabajar en el verano en la Costumbrista vendiendo empanadas fritas de carne, marisco y quesos", contó.
Estaba finalizando la década de los '80, las instalaciones eran rústicas y para elaborar las comidas se usaba carbón.
Luego, el encuentro se trasladó hasta el lugar donde actualmente está el Gimnasio de Niebla. Para trabajar, llegaba gente de otras zonas rurales, como Los Guindos, Punucapa