La importancia del retorno a clases
Unicef dice que volver presencialmente a los colegios es prioritario. En Chile, el tema se ha confundido, en medio de polémicas. En medio de tanto debate, la comunidad simplemente se pierde. La falta de una ruta marcada con eficiencia genera temor e incertidumbre.
El retorno presencial a clases escolares es un paso importante en la "normalización" de la vida del país tras los devastadores efectos de la pandemia. Esto, en primer lugar, porque permite asegurar continuidad de la educación infantil y juvenil; además de garantizar el acceso de estudiantes a beneficios sociales y reanudar el contacto directo con las realidades de las diferentes familias.
Reabrir colegios es un tema muy serio. La Unicef lo calificó como prioritario. Y las escuelas chilenas son, en gran medida, el canal directo para la aplicación de diversos planes de políticas públicas nacionales, que van desde el estímulo lector y traspaso de contenidos, hasta la promoción de la vida sana, las vacunaciones, la prevención el uso de drogas, entre muchos otros encargados a la responsabilidad de las aulas.
Volver, entonces, no es para tomar a la ligera. Debe ser fruto del consenso, de decisiones técnicas, diálogo real, preocupación por la seguridad sanitaria.
Lamentablemente, la discusión al respecto se ha vuelto una polémica dura. En los recientes días se ha visto declaraciones cruzadas, descalificaciones públicas y la triste utilización de este regreso como una herramienta política, en un año electoral.
En medio de tanto debate, la comunidad simplemente se pierde. La falta de una ruta marcada con eficiencia, con garantías de protección a niños y niñas, genera incertidumbre.
Por otra parte, sorprende que las conversaciones oficiales y gremiales no incluyan algo evidente: la forma de educar cambió. Al menos, para la mayoría. Un año utilizando tecnología, entregando equipos y conexiones a internet; personalizando aprendizajes con énfasis en labores individuales-colaborativas, ya no permitirá sólo cuadernos y libros. La formación escolar se conectó con la realidad digital que las nuevas generaciones viven fuera de la escuela y determinaciones que antes parecían lógicas, como obligar a dejar celulares fuera de las salas, hoy parecen sin sentido.
Marzo se acerca. En Los Ríos, seis de las doce comunas ya han indicado que el sistema municipal no irá a la presencialidad hasta mayo o el segundo semestre. Probablemente las demás se sumen. Lo importante es que se zanje pronto. Más 80 mil alumnos (39 mil de ellos en colegios públicos) necesitan claridad.