Covid-19: Cantidad total de fallecidos en todo el mundo pasa de 2,5 millones
PANDEMIA. El conteo realizado por la Universidad Johns Hopkins estableció en más de 113 millones las personas contagiadas a nivel global, con más de 28 millones de ellas en Estados Unidos.
La pandemia causada por la covid-19 ya ha acabado con la vida de más de 2,5 millones de personas en todo el mundo, según las cifras de la Universidad Johns Hopkins (JHU) de Estados Unidos.
De acuerdo con los mismos datos, el número global de casos de coronavirus asciende a 113.046.901 y han fallecido 2.508.796 personas por la enfermedad.
El país más afectado por el virus SARS-CoV-2 sigue siendo Estados Unidos, donde han muerto unas 508.000 personas y 28,4 millones están infectadas.
Brasil, con 251.498 fallecidos es el segundo país más golpeado por la incidencia mortal de la enfermedad, aunque ocupa el tercer puesto en número de contagios, con 10,3 millones.
Entre los cinco primeros puestos por número de fallecimientos se encuentran también México, en tercer lugar, con 183.692 víctimas mortales; la India, donde han muerto más de 156.000 personas, y el Reino Unido, el más afectado en Europa con 122.303 muertes, según la JHU.
Italia, con casi 97.000 muertos; Francia, que supera los 85.000; Rusia, que está a punto de alcanzar los 84.000; Alemania, con más de 69.000; España, con algo más de 68.000, e Irán, que casi alcanza los 60.000, siguen en los primeros puestos de esta lista.
Balance regional
América Latina vio hace un año cumplir sus peores presagios: un brasileño que llegó de Italia daba positivo en Sao Paulo el 26 de febrero de 2020 por covid-19 y hacía saltar las alarmas en la región, con sistemas de salud más frágiles que en Europa.
Desde entonces, 21 millones de latinoamericanos se han contagiado y casi 700.000 han muerto, mientras que la debacle económica amenaza con lastrar los avances conseguidos y el futuro de la región. Según las proyecciones del Fondo Monetario Internacional (FMI), América Latina y el Caribe experimentaron una contracción del 7,4 % en 2020.
La llegada de las primeras vacunas ofrece esperanza pero la desigualdad en el acceso a más lotes, el reto logístico y la lentitud en su distribución, además de la corrupción, invitan a la precaucación. Además, las nuevas variantes evidencian que el virus está lejos de controlarse en la región epicentro de la pandemia.
Cierres tempranos
Después de Brasil, los países informaron de sus primeros casos a cuentagotas; Ecuador (27 de febrero), México (28 de febrero), República Dominicana (1 de marzo), Argentina y Chile (3 de marzo) o Colombia, Costa Rica y Perú (6 de marzo).
Un paciente de 64 años, residente en Buenos Aires, que había estado en Europa y padecía varios otros males, se convirtió el 7 de marzo en el primer fallecido en América Latina.
Pronto los países empezaron a cerrar fronteras, comercios no esenciales y las mascarillas se convirtieron en un lenguaje común en las calles.
A pesar de ser el primero en detectar un contagio, Brasil fue el último en tomar medidas. Las muertes empezaron a hacerse visibles fuera de los hospitales, allí donde los sistemas sanitarios fueron incapaces de aguantar el primer embate de la crisis. Conseguir un entierro digno se convirtió en abril en una quimera en ciudades como Guayaquil.
El virus luego migró hacia las zonas interiores, como fue el caso de Perú, como explica la economista experta en políticas públicas de salud Carolina Velasco. Allí, el "regreso masivo ante los cierres de la población hacia regiones con un sistema de salud más débil" generó un fuerte impacto.