Aportes para no caer del camino
Un 66% de la población regional es de clase media, considerando el amplio rango que este segmento implica. Para todos, hay riesgos. Se trata de un segmento diverso, sobre endeudado, muy "rico" para aportes estatales y muy "pobre" para utilizar los instrumentos privados.
Una publicidad de inicio de siglo mostraba a un hombre caminando con un pie delante del otro, haciendo equilibrio en un tablón muy delgado, mientras lo golpeaban pesados sacos que colgaban sobre él y tenían nombres: matrículas, créditos, cuentas de la casa, cuota del auto, remedios. Nada lo botaba. Pero de repente llegaron "enfermedad grave" y "despido", que lo vencieron.
Era una especie de caricatura para vender alivio financiero, pero retrata -aún hoy- la precariedad de la clase media chilena, que representa el 64% de la población y cuyo grueso va y viene sobre la línea de la pobreza; más todavía con la pandemia y su secuela de daños económicos. Cifras del Banco Mundial en su estudio "La Nueva Cara de la Pobreza en Chile" (2020) indican que, por la crisis, la población en condiciones vulnerables subiría de 8,1 a 12,3% y que un 20% del total descendería de decil económico.
Desde el gobierno se ha anunciado medidas con foco en este sector aún antes de la crisis. En 2019 comenzó el Plan Clase Media Protegida, que debía llegar a 12 millones de personas, incluyendo hogares cuyos ingresos iban desde 587 mil hasta un millón 566 mil pesos mensuales. A fines de 2020 se aplicó el Bono Clase Media, que incluyó una polémica por las confusiones entre quiénes podían optar a él. Y hace cuatro días fue anunciado un proyecto de ley que entrega Bono, Préstamo Solidario y Bono de Arriendo, esta vez considerando a quienes ganan entre el sueldo mínimo de $326 mil y $2 millones; que además registren baja de 30% en sus ingresos durante el último año.
En Los Ríos se calcula que un 66% de las personas es de clase media y que 15 mil familias ya han accedido a alguno de los instrumentos aplicados. La idea es que muchos más beneficiarios locales puedan ahora postular, ampliando la mirada hacia un sector que es diverso (C2 y C3 en la caracterización socioeconómica) y que siempre ha sido considerado "rico" para los aportes estatales y "pobre" para los privados.
De hecho, ha debido recurrir a sus propios recursos como los retiros del 10% de AFP y el Seguro de Cesantía, para enfrentar los golpes del coronavirus, que han sido tan graves y fuertes como los que tumbaron a ese personaje de los avisos publicitarios.