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En sus etapas iniciales prácticamente no da síntomas, o éstos son muy inespecíficos. "A veces se presenta un sangrado irregular, o éste aparece después de una relación sexual. Otras veces se puede presentar un flujo vaginal mucoso o acuoso. En general los síntomas -entre otros, la presencia de dolor-aparecen en etapas avanzadas, cuando las posibilidades de curación pueden ser francamente menores. La ausencia de síntomas reafirma la necesidad de que la mujer haga controles ginecológicos periódicos que incluyan la toma del PAP para una detección precoz de lesiones premalignas o de etapas iniciales de la enfermedad", afirmó el Dr. Puente.
El profesional agregó que "la incidencia de cáncer cérvico uterino ha ido disminuyendo paulatinamente a nivel mundial y también local, gracias a la masificación de la toma del Papanicolaou, que permite descubrir lesiones premalignas y tratarlas adecuadamente antes de que se conviertan en cáncer. También se ha advertido que gracias a los programas de vacunación empleados en diferentes países, las lesiones premalignas de alto grado han tenido una importante disminución, lo que se traducirá en un franco descenso de la incidencia de cáncer cérvico uterino en la próxima década".
Y justamente ese es el desafío que se ha trazado a nivel mundial, disminuir y eliminar este tipo de cáncer que afecta la salud de la mujer y que a diferencia de otros, se puede prevenir a través del autocuidado.
Controles
Sobre esto último, la presidenta de la Corporación Sumemos Salud, Soledad Ojeda, manifestó que "aunque hoy la principal preocupación es el Covid19, es necesario que los programas de detección como la toma del PAP continúen y las mujeres acudan a los centros de salud a realizarse el examen. Quienes tienen controles deben insistir y visitar a sus médicos o matronas siempre protegiéndose con mascarilla, distancia física y alcohol gel. Este cáncer se puede prevenir y se puede curar si es detectado a tiempo, lo esencial es que las mujeres estemos informadas, comprendamos que un sencillo examen nos puede salvar la vida".
El PAP es un estudio citológico de las células de cuello uterino, que consiste en la recolección de las células del cuello del útero que al ser analizadas permite detectar en forma precoz lesiones pre cancerígenas, ya que puede identificar la presencia de células anormales. Esto permite realizar el tratamiento para evitar la progresión.
En nuestro país, las mujeres trabajadoras según la Ley 20.769 del Código del Trabajo, tienen permiso para realizarse exámenes preventivos como el PAP y la mamografía, contando con medio día de jornada laboral para ello.
Entre las medidas de prevención se recomienda: realizar el PAP cada 3 años, a partir de los 25 años; seguir una dieta equilibrada, igualmente evitar el sobrepeso, no fumar y usar preservativo durante las relaciones sexuales.
"La ausencia de síntomas reafirma la necesidad de que la mujer haga controles ginecológicos periódicos que incluyan la toma del PAP..."
Doctor Raúl Puente, Ginecólogo oncólogo.
"Este cáncer se puede prevenir y se puede curar si es detectado a tiempo, por lo que resulta esencial que las mujeres estemos informadas..."
Soledad Ojeda, Pres. Corp. Sumemos Salud
26 de marzo se conmemora el Día Mundial de la Pevención del Cáncer Cérvico Uterino. Una jornada que ha sido utilizada para recordar los riesgos de la enfermedad y las medidas de prevención.
1.503 casos de este tipo de cáncer fueron los diagnosticados en Chile durante el 2020, de acuerdo a cifras de Globocan, del Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer de la OMS.
40 por ciento de reducción en el número de mujeres enfermas es lo que espera lograr la OMS al año 2050, a través de su Estrategia para Acelerar la Eliminación del Cáncer del Cuello Uterino.