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Asimismo, sentamos las bases del Convenio de Programación de Salud, para lo cual se desarrolló un trabajo muy serio con los profesionales de salud de cada comuna respecto a la inversión futura, principalmente en infraestructura. En términos de atención primaria de salud se avanzó bastante bien, aunque no ocurrió así con la red hospitalaria. Luego de un arduo trabajo de muchos actores, hoy ya están en licitación los tres hospitales.
¿Por qué renunció a la UDI?
- Por dos cosas. Una es que el partido ya no me representaba, y también porque no tuve el suficiente apoyo en la postulación al Consejo Regional en 2013.
¿Cómo evaluaría su actual gestión como consejero regional?
- Ha sido bien especial, porque ha estado marcada por varias cosas en lo personal. Comencé con la satisfacción de ser electo con la segunda mayoría regional, principalmente gracias al apoyo de los vecinos de Los Lagos, donde obtuve un 72,2% de respaldo. Sin embargo, tuve complicaciones personales de salud, tuve que operarme en dos ocasiones. Al año siguiente mi hermana estuvo muy complicada de salud y falleció de cáncer; y y después una de mis nietas fue diagnosticada con leucemia por lo cual mi familia tuvo que irse a Santiago para que ella pueda seguir su tratamiento.
A pesar de todo eso, igualmente me las arreglé para cumplir con mi labor de consejero regional. Primero presidí la Comisión Social en que realizamos un trabajo muy fuerte con los dirigentes sociales de la región, le abrimos las puertas del Consejo Regional. También me tocó presidir la Comisión de Hacienda en que tratamos de hacer un ordenamiento de los proyectos en un periodo muy difícil, en que veníamos del estallido social y estábamos entrando en la pandemia.
¿Cómo describiría su rol como presidente del Consejo Regional?
- Así como agradezco a la comunidad por la alta votación obtenida, también agradezco a mis colegas consejeros regionales por tener un gran apoyo para ser presidente del Core, lo que siento que fue un espaldarazo a mi trabajo.
Como presidente del Core, y lo he conversado con las dos bancadas, he llamado a este periodo como de transición y cambio. De transición porque tenemos que acostumbrarnos a que las cosas nunca más van a ser igual, y todo lo tenemos que enfrentar de manera distinta. El covid nos va a marcar por varios años más. La inversión no sólo debe concentrarse en fierro y cemento, sino que también poner foco en la gravedad de lo que está pasando en el área de salud y en lo social. El año pasado fueron cerca de 12 mil millones que destinamos para el área social y la reactivación económica; y este año nos toca nuevamente abordar esos temas. La mirada debe ser distinta.
También es un periodo de cambio, ya que los consejeros regionales van a tener que enfrentar de una forma distinta su gestión. Ya tuvimos que trabajar el presupuesto de manera distinta de acuerdo a la nueva ley, y llegar a un marco presupuestario que se cuadre exactamente con la Ley de Presupuesto, de 52 mil millones de pesos, cuando tenemos una cartera de 300 mil millones.
De acuerdo a la nueva ley, los consejeros regionales van a tener que preocuparse de los proyectos grandes, de sobre 7.000 UTM, pero desde el punto de vista de la fiscalización hay que seguir viendo los otros proyectos más pequeños, en que tenemos que revisar las bases y el marco presupuestario.
¿Por qué hubo una reducción en el presupuesto regional de 6.500 millones de pesos en 2020?
- El año 2020 fue sumamente complicado desde el punto de vista de la pandemia, por lo que las ejecuciones presupuestarias estuvieron complicadas de ejecutar por las cuarentenas. A julio, la ejecución ya iba baja, y de repente desde el nivel central nos avisan que nos van a sacar 6.500 millones de pesos, y sin derecho a pataleo. Esto lo consideramos muy injusto. La Dipres (Dirección de Presupuestos) actúa como el cuarto poder del Estado, porque ellos deciden por sobre los gobiernos regionales y por encima de los ministerios. El centralismo es brutal. Al final le restaron plata a nueve regiones para enfrentar la pandemia.
Gobernador regional
¿Qué importancia considera que tendrá la próxima elección del gobernador regional?
- Si bien es muy positivo para descentralizar el poder, tiene un componente extraño, y es que va a ser una autoridad electa con una muy alta votación, pero que finalmente igual va a tener al lado a un delegado presidencial designado por el gobierno de turno.
¿Cómo proyecta la convivencia entre ambas autoridades?
- El que va a tener problemas va a ser el delegado presidencial. Los votos son amores, y el gobernador va a tener más votos que un senador. Entonces, cuando el delegado presidencial quiera tomar una decisión que vaya en discordancia con la planificación del gobernador con el Consejo Regional, se va a encontrar con un escollo político. Es de esperar, que de manera racional y por el bien común de la región, se pueda llegar a una buena administración conjunta.
¿Dónde debe instalarse físicamente el gobernador regional?
- En mi opinión personal, por la cantidad de votos que va a obtener, el gobernador regional debería instalarse en el quinto piso de la Intendencia (donde hoy está el intendente). Es lo más lógico. No me parece prudente el cuarto piso.