El peso de la historia se impuso ayer en Macul, y Colo Colo consiguió un importante triunfo por 1-0 ante Universidad de Chile en la 189ª edición del "superclásico" del fútbol chileno, extendiendo a dos décadas su paternidad como local ante los azules. Y no solo eso: con la victoria del domingo, los albos treparon hasta lo más alto de la tabla de posiciones, con 10 puntos, a la espera de lo que hoy pueda hacer Audax Italiano ante Melipilla. No ocurría desde marzo del 2019.

En un entretenido y disputado partido, parejo en su trámite, fueron los albos los que encontraron el desnivel. El "Popular" partió con todo, y de entrada Iván Morales exigió a Fernando de Paul, quien respondió de buena forma.

El trámite siguió sin grandes acciones de peligro en las áreas, hasta que a los 23' vino la polémica del partido. Clara mano de Camilo Moya en el área azul y, alertado por los reclamos colocolinos, el juez Julio Bascuñán debió recurrir al VAR para, sin embargo, determinar que no había penal dado que la jugada estaba previamente viciada por falta de Gabriel Costa.

Sobre el final del primer tiempo, vino lo mejor del primer tiempo. Dos llegadas seguidas de la "U", en los pies de Thomas Rodríguez y en la cabeza de Ángelo Henríquez, tuvieron en Bryan Cortés buenas respuestas. Tras cartón, el uruguayo Maximiliano Falcón acudió a cabecear un córner y estrelló el balón en el travesaño.

El segundo lapso tuvo a los blancos como dominadores del trámite, aunque temprano debieron lamentar la salida del lesionado Martín Rodríguez. Los azules no encontraban respuestas y Colo Colo avisaba a los 62' con un gol de Gabriel Costa que, no obstante, fue bien anulado por posición de adelanto.

A los 71' finalmente vino el desequilibrio. Luego de una buena jugada de Marcos Bolados y Gabriel Costa, Leonardo Gil la recibe y con un potente zurdazo dejó estático al "Tuto" De Paul, quien nada pudo hacer. Era el 1-0.

Tras el gol, los azules se fueron con todo sobre el área alba, sin un dominio claro, pero con un par de ocasiones de Carrasco y Mario Sandoval, que Brayan Cortés atajó de gran forma. La torpe expulsión de Gabriel Suazo en el local, sobre los descuentos, terminó como anécdota.

Con este, serán 20 años sin derrotas de Colo Colo en el Monumental y ocho años invictos en los clásicos, desde el último triunfo azul en 2013.

10 puntos alcanzó Colo Colo con su victoria de ayer, superando a la UC en la tabla de posiciones a la espera de lo que hoy haga Audax.

8 años pasarán desde el último triunfo de la "U" en el superclásico: fue el 5 de mayo de 2013 en el Estadio Nacional

Alexis Sánchez llevó la reacción ayer domingo para el Inter de Milán, que logró un trabajado triunfo por 1-0 como local ante el Hellas Verona y que tuvo en el chileno a un factor importante en la recta final del encuentro. Una victoria que les permite comenzar a probarse la corona de un título que les ha sido esquivo durante una década a los de Antonio Conte.

Los lombardos saltaron a la cancha con más ganas que fútbol, y entraron rápidamente en un trámite áspero y de mucho choque en medioterreno, con un rival que supo plantarse bien en el fondo y explotar por las bandas.

Con pases largos, y tratando de sacar partido al poderío físico de Lukaku y Lautaro Martínez, el Inter no conseguía fluidez. Recién a los 64' el "Toro" tuvo la más clara, luego de una gran jugada personal que terminó con el arquero Marco Silvestri conteniendo de buena forma.

Como ha sido tradicional durante la temporada, la falta de ideas removió tardíamente a Conte, y a los 65' envió a la cancha a Sensi y Matteo Darmian, quien a la postre sería clave, sustituyendo a un flojo Eriksen y al croata Ivan Perisic. Luego, a los 71' fue el turno de Alexis Sánchez de ingresar por Lautaro.

El chileno entró con ganas y contagió al equipo. Solo bastaron cuatro minutos para que reconectara los circuitos, y a los 75' -tras pase de Lukaku-, Alexis conectó con el marroquí Hakimi; este habilitó de buena forma a Darmian, quien anotó el único tanto del duelo.

Un triunfo que deja al Inter de Milán a once puntos de su escolta, el Atalanta que goleó 5-0 al Bologna, y a trece del AC Milan quien jugará este lunes y podría acortar distancia.

Quien quedó prácticamente fuera de la carrera por el scudetto fue el campeón vigente, la Juventus, que solo logró un empate 1-1 ante la Fiorentina de Erick Pulgar, quien fue titular y jugó los 90 minutos.

Así, es sólo una cuestión de tiempo para que el cuadro de Milán culmine el año con el título, el 19º en su palmarés, con el belga Romelu Lukaku (21 goles), el argentino Lautaro Martínez (15) y Hakimi (6 goles y seis asistencias) como protagonistas, y con los chilenos Alexis Sánchez y Arturo Vidal aportando experiencia y buen fútbol.

El español Rafael Nadal ganó ayer su duodécimo Trofeo "Conde de Godó", al vencer en una épica final al griego Stefanos Tsitsipas, por 6-4, 6-7 y 7-5, en tres horas y 39 minutos.

Con este triunfo Nadal recupera el segundo puesto de la clasificación mundial ATP, luego de vencer al griego (5° ATP), que venía de un brillante paso por Montecarlo, en la segunda final que disputan ambos en el ATP500 de Barcelona, luego de disputarla en 2018.

El heleno, que esta vez llegaba a la última ronda como el jugador del momento, puso a Nadal al límite como nadie antes lo había hecho en el abierto barcelonés. El 'rey de la tierra' derrotó a uno de los tenistas más talentosos de la nueva generación y, como en las grandes citas, se desplomó entre exhausto y eufórico sobre la arcilla.

Tras levantar el Trofeo "Conde de Godó", el español aseguró que "el momento de la temporada es perfecto para ganar el primer título". El jugador manacorí además logró por 18º consecutivo ganar al menos un título en el año, lo viene consiguiendo desde el año 2004 a la fecha.

"Creo que esta semana me puede ayudar para encarar lo que viene con una mentalidad positiva", dijo tras su triunfo, explicando que "dos o tres puntos" decidieron la final contra Tsitsipas".

El griego definió a Nadal al acabar el choque como el jugador que "más odia perder", a lo que el español respondió que, más que eso, lo que le gusta "es ganar".

"Lo que me gusta también es competir, más que cualquier otra cosa. Me gusta competir, esforzarme para lograr los objetivos y, si no se consiguen, irme a casa con la tranquilidad de haberlo intentado", dijo.