Hace exactamente 20 años, en abril de 2001, un comité público-privado logró que Valdivia fuera incluida entre las Ciudades Bicentenario, que el gobierno de entonces definía para hacer las megaobras públicas que marcaría hitos en la celebración de los 200 años de la Independencia.

Las propuestas locales fueron varias, discutidas y cambiadas varias veces; hasta que, finalmente, en 2003, eligieron siete: la Costanera Cultural que uniría el borderrío desde el Museo de Arte Contemporáneo hasta los pies del Parque Prochelle; la construcción del puente Cau Cau; la conexión de los parques Harnecker y Krahmer a través del Cantón Bueras; la renovación del sector Estación; el plan integral para Alto Guacamayo; el Car Náutico y el Ecocentro del fundo Cau Cau, que debía convertirse en una entrada especial al Santuario de la Naturaleza.

A ellas se sumaron después el colector del sector Barrios Bajos; la restauración de la Casa Prochelle; la conservación del castillo de Niebla; la habilitación del Paseo Libertad; la construcción del Barrio Cívico y la controvertida "Bandera Bicentenario".

Al llegar 2010 solamente la Costanera Cultural mostraba avances. Al 2020 -cuando se conmemoraba el bicentenario de la incorporación de Valdivia a Chile- varias ya estaban terminadas. Todas marcadas, eso sí, por diversas polémicas y postergaciones. Ejemplo supremo de ello es el Cau Cau.

Hoy, en 2021, la visión hacia Valdivia incluye varios de los conceptos ya esbozados hace dos décadas para orientar esas inversiones; pero suma también otros profundizados con el devenir reciente, que marcan la identidad local y que debieran guiar obras futuras.

Entre esas ideas están la de ciudad fluvial, navegable y cruzada por humedales urbanos; una zona con patrimonio histórico multicultural para respetar y preservar; un centro de servicios y de turismo en constante expansión; un territorio que quiere integrar crecimiento económico con respeto ambiental; una comunidad con inquietud cultural, científica, creativa, opinante y emprendedora.

Además, y muy importante, Valdivia es la capital de Los Ríos. Nada que se proponga para ella debe olvidar que pertenece a una región; la misma que en 2001 era parte de un sueño; pero que hoy es realidad.

Hace más de un año y tras una extensa reunión junto al alcalde de Los Lagos y las máximas autoridades nacionales del Ministerio de Agricultura, se confirmó el compromiso para que la Reserva Mocho-Choshuenco pudiera convertirse en parque nacional. Como tantos otros compromisos del gobierno, este tampoco se ha cumplido. Por otra parte y pese al reconocimiento del alto valor ambiental que tiene la Reserva, nos hemos informado de una burda, maliciosa y criminal intervención en el origen glacial del río Blanco, ubicado en las cumbres del Mocho-Choshuenco, la cual habría sido ocasionada por maquinaria pesada, desviando un valioso cauce de agua en dirección a los terrenos de la empresa Huilo-Huilo.

Por esta razón, he presentado acción fiscalizadora en términos muy claros y firmes dirigido a la Ministra de Medio Ambiente por la intervención en zona glaciar; a la Ministra de Agricultura, porque de ella depende la Corporación Nacional Forestal y a su vez las Áreas Silvestres Protegidas; al Ministro de Bienes Nacionales, por cuanto es una propiedad fiscal, al Ministerio de Minería, porque es necesario que haya una pronunciación, a través de Sernageomin debido a las consecuencias que esta intervención podría ocasionar, Al Ministro del Interior para que alerte a Onemi, y finalmente al Ministro de Obras Públicas para que DGA y DOH interpongan acciones firmes y rápidas .

Situaciones como estas, no son únicas ni aisladas. Algunos años atrás HuiloHuilo, también fue multado por iniciar la construcción de una central hidroeléctrica en terrenos fiscales de la Reserva. ¿Hasta cuándo no se entenderá que en un Estado de Derecho, donde hay instituciones responsables y propiedad pública de todos los chilenos, no se puede actuar al amaño de intereses económicos particulares?

Una cosa es ser innovador, invertir en proyectos interesantes y otra muy diferente es pasar a llevar al medio ambiente, las comunidades y los patrimonios del Estado.

Por lo tanto, espero que los ministerios que han sido convocados respondan con la firmeza necesaria a la mayor brevedad. En paralelo y hasta la fecha la única de tres municipios involucrados en el Mocho, la municipalidad de Los Lagos ha iniciado acción legal, la cual estimo que ha sido lo correcto.

Y pregunto:¿se dará por enterado el Gobierno regional?

Iván Flores García

Diputado