Rezos y festejos en Gaza por primer día de tregua con Israel
CONFLICTO. Los altavoces de las mezquitas clamaron "Alá es grande" en una jornada de tensa calma con enfrentamientos en Jerusalén y Cisjordania.
Agencias
Los altavoces de las mezquitas de Gaza clamaron "Alá es grande" a las dos de la madrugada del viernes para celebrar la entrada en vigor de la tregua que puso fin al feroz intercambio de fuego de 11 días entre Israel y las milicias palestinas de la Franja, aunque se registraron incidentes aislados en Cisjordania ocupada y Jerusalén.
"Ganamos, ganamos, Alá es grande", gritó la multitud de decenas de miles de personas que salieron a las calles del enclave tras permanecer encerrados en sus casas durante toda la escalada bélica. La población se concentró junto a las ruinas de los edificios que fueron destruidos por los bombardeos israelíes y ondearon banderas palestinas y del movimiento islamista Hamás.
Tensa calma
"Bilateral" y "simultánea", fueron los términos escogidos por Israel y las milicias de Gaza para describir la tan ansiada tregua, fruto de la mediación de Egipto, Naciones Unidas y tras varias jornadas de presión por parte de Estados Unidos y la comunidad internacional.
Fueron 11 largas jornadas las que duró esta escalada bélica, la más grave en la región en siete años y que causó 243 muertes en Gaza y 12 en Israel.
Tras el alto al fuego, muchos comenzaron a acudir desesperados a hospitales de la Franja en busca de sus familiares y vecinos heridos, mientras que se iniciaron intensos trabajos de remoción de escombros en distintas partes de Gaza, donde viven bloqueados y en una crisis humanitaria casi perenne más de dos millones de palestinos.
En esas labores, los cuerpos de diez civiles muertos fueron desenterrados de las ruinas de una construcción bombardeada el jueves y que quedó completamente destruida.
Aunque uno de los eventos más significativos de esta jornada fue el enfrentamiento entre policías israelíes y fieles palestinos en la Explanada de las Mezquitas, ubicada en la Ciudad Vieja de Jerusalén, en el este ocupado de la ciudad, y que hace dos semanas albergó los incidentes que desencadenaron la escalada.
Según fuentes oficiales palestinas, hubo 15 palestinos heridos producto del disparo de balas de goma y el uso de gases lacrimógenos utilizados por la policía israelí para dispersar lo que describió como "disturbios" de "alborotadores".
Además, miles de palestinos en Cisjordania ocupada realizaron protestas simultáneas en Belén, Hebrón y Nablus, entre otras, y decenas fueron heridos en enfrentamientos con el Ejército israelí.
Discursos de victoria
Pese a los disturbios, el panorama general fue de tensa calma y los líderes de ambos bandos se adjudicaron la victoria en extensos discursos televisados.
"La operación en Gaza logró su objetivo de infligir un duro golpe a Hamás", dijo el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, que destacó la cantidad de milicianos abatidos por Israel y la destrucción "de 100 kilómetros" de la red de túneles de Hamás, lo que describió como "un logro extraordinario".
Por su parte, Ismail Haniye, líder de Hamás, calificó el enfrentamiento como "una victoria", destacó el impacto en la región y enfatizó que el pueblo palestino "se despertó".
Desde ambos lados continuaron también las amenazas. "Si Hamás piensa que toleraremos un goteo de cohetes, está equivocado. Responderemos con un tipo diferente de fuerza a cualquier disparo", agregó el primer ministro israelí.
"El reinicio de los ataques con cohetes depende de que el enemigo detenga totalmente su agresión" dijo por su parte el portavoz de las Brigadas de Ezedin Al Kasem, brazo armado de Hamás.