"El ministro de Educación habla de 'terremoto' para mostrar evidencia que no es rigurosa..."
ESCOLARES. El experto apunta que el resultado del Diagnóstico Integral de Aprendizajes (DIA) no es comparable ni calificable.
Como un "terremoto educativo" calificó el ministro de Educación, Raúl Figueroa, los resultados del Diagnóstico Integral de Aprendizajes (DIA) que hizo público este miércoles junto al secretario ejecutivo de la Agencia de Calidad de la Educación, Daniel Rodríguez. Los indicadores presentados señalan que en promedio los estudiantes de sexto básico a cuarto medio alcanzaron sólo el 60% de los resultados de aprendizaje esperados y la explicación que dieron para tan bajo rendimiento fue la pandemia y las clases online.
En la entrega del informe, Figueroa apuntó a los alcaldes por no abrir los colegios a la presencialidad e incluso dijo que "esperaría que ahora que terminaron las elecciones, que están en los procesos de traspasos, esos alcaldes les entreguen los colegios abiertos al alcalde que sigue. Porque, si no, esta crisis educativa no se va a poder abordar como corresponde".
El sociólogo y doctor en Educación de Harvard Cristián Bellei, quien además es académico del Centro de Investigación Avanzada de Educación (CIAE) de la Universidad de Chile, dice que le sorprenden estas aseveraciones que, según él, carecen de sustento técnico. "Lo primero es que estos resultados no son comparables con nada. No tenemos información anterior comparable. Uno no puede decir si es mucho o es poco, salvo como lo ha hecho el ministro, calificándolos como un terremoto. Pero en realidad, dado que es primera vez y única en este contexto que se aplican estos instrumentos, uno no puede hablar de un efecto de la pandemia, o que es un efecto de la suspensión de clases. Eso es bien importante", señala.
-¿Y por qué no?
-A mí me llama la atención la manera en que el ministro ha estado usando estos resultados para interpelar a los alcaldes. Yo igual quiero que los alumnos vuelvan a clases, ese no es el punto. Pero hablar de que estos resultados son el efecto de la pandemia es técnicamente incorrecto. No sabemos cuánto es. Y eso implica varias cosas. Imagínate que el Simce como instrumento en sí mismo tiene toda una tecnología para tratar de ser comparable entre años y aún así ha sido cuestionada su comparabilidad. Además, el propósito de este estudio no es tener un diagnóstico general nacional del aprendizaje, sino hacer un diagnóstico en cada escuela, para que los profesores y profesoras, cuando retornen a clases, puedan hacer un reforzamiento, cosa que yo respaldé completamente. Entonces, me llama la atención que el ministro y, sobre todo, que el director de la Agencia, lo ocupen como si fuese una especie de Simce, como si fuese un termómetro de la situación de aprendizaje en el país.
-Fue masivo el estudio. Llegó a casi dos millones de estudiantes.
-No es lo mismo evaluar a los niños al final de año, como ha hecho históricamente el Simce, a hacerlo a inicios del año siguiente. Hay mucha evidencia en el mundo de cuánto se pierden los aprendizajes que se miden por test. Claro, si aprendes a andar en bicicleta en octubre, en marzo vas a saber andar igual. Pero si te enseñaron cómo se calcula la superficie de un polígono, quizás en octubre lo sabías, pero en marzo a lo mejor no te acuerdas bien. Hay mucha evidencia de que hay una pérdida de aprendizajes durante el verano por la suspensión de clases. Este instrumento se parece más a eso.
-¿Es realmente muy malo este rendimiento? ¿Cuál era el nivel de aprendizaje prepandemia?
-Los resultados mismos son difíciles de interpretar, porque sabemos que en Chile hay un desempeño medio o medio-bajo y estos resultados son parecidos, por decirlo así. El Simce muestra que los niños rinden el 80% y este estudio llega a un 30% en Matemáticas. Claro, dirán que Bellei se puso purista y no quiere reconocer que hay una diferencia del 50%. Uno podría decir que lo único grande que ha pasado entre medio es el coronavirus, entonces sería un argumento poco riguroso, pero plausible. Pero en este caso no es así. Porque el Simce y la prueba PISA y otras mediciones internacionales siempre han mostrado resultados bajos en Chile. No entiendo por qué el ministro puso más énfasis en eso y en hablar de "terremoto" en vez de destacar que los niños de cursos bajos tienen en medio de esta catástrofe sanitaria más del 80% de los aprendizajes básicos esperados de Lectura. Si es que esto es verdad, lo encuentro destacable, positivo. Yo habría partido alegrándome de esto en medio de una tragedia como la que estamos viviendo. Mejor dar una buena noticia.
-Pero desde sexto en adelante los resultados se derrumban.
-Es verdad, los resultados después se van muy abajo y de nuevo ahí asumo mi rol como académico y digo que cuando un instrumento muestra esas diferencias tan grandes, no tengo explicación. De hecho, los periodistas le preguntaron al ministro y lanzó unas tesis medio temerarias. No hay una explicación tan obvia de por qué en cuarto y quinto aprenden 80% y de ahí para arriba comienzan a aprender 50, 40 o 30%. Según mi experiencia, que llevo al menos 20 años analizando este tipo de instrumentos, cuando se dan esos cambios bruscos muchas veces eso no tiene tanto que ver tanto con la realidad como con el instrumento. Antes de ponerme a especular que los niños de 12 años están solos en clases y los de 10 años acompañados por su apoderado, y que eso hace toda la diferencia, yo creo que habría que descartar primero la hipótesis del instrumento.
-Tampoco este diagnóstico arroja una gran brecha entre colegios de distinta dependencia.
-Así es. Cuando uno ve las diferencias en Lectura y Matemáticas entre escuelas públicas, subvencionadas y privadas, sobre todo los cursos básicos, las diferencias son muy bajas. Y eso puede mostrar, a pesar de que sabemos que hay una tremenda diferencia socioeconómica detrás, que la suspensión de clases en el fondo iguala a todo el mundo y lo difícil que es la clase online. Yo leo esos resultados y es una triste igualación de la tragedia por la pandemia.
-En la presentación del informe se habló que gran parte de los alumnos habría repetido de curso.
-Yo del ministro habría esperado que pusiera más énfasis en si está sirviendo esto, no si los colegios podrán nivelar. Un último punto técnico es que me sorprende el poco rigor con la metáfora de que el 60% del logro es equivalente a aprobar un curso y que sobre esta base la mayoría de los niños de los cursos más altos simplemente no pasaba de curso. Eso es muy poco riguroso. No es algo que se espera de una autoridad ya no política, sino técnica de la Agencia de Calidad. Además, ¿qué sentido tendría dejar repitiendo a los niños en una situación de pandemia? ¿Para qué haces esa analogía?
-¿El ministro utilizó estos resultados para justificar la importancia del retorno a clases presenciales?
-Por supuesto que estoy por volver a clases. No corresponde esta discusión maniquea que se instaló de que hay gente que no quiere volver a clases o que no valora la educación o a las escuelas. Esto no corresponde, es una desconexión completa con la realidad. Es no entender el drama en que viven los niños y el sistema escolar. Si los niños no están en la casa porque quieran. Ha habido una tragedia planetaria y el Gobierno no ha sido capaz de dar confianza a la ciudadanía, ni siquiera hablo de las escuelas. Esa falta de confianza es el problema central. El Colegio Médico, que también apoyó el retorno, siempre dijo que debía ser en fase 3, y el Gobierno lo flexibilizó a la fase dos, simplemente desoyó la voz de los expertos, de los médicos, no de los profesores. Entonces, ahora se reconoce que este comité de expertos fue una ilusión que nunca existió, que era toda una informalidad, como un grupo de amigos que se juntaba en una plaza a veces y decían cosas, que no hay minutas, ¡y esperan que el resto del país confíe en sus autoridades ciegamente! Es francamente increíble, ese es el origen de la crisis del sistema escolar. Al ministro de Educación yo lo veo hablando de catástrofes, de terremoto, con grandilocuencia para mostrar una evidencia que no es rigurosa, que no era para este propósito.
"Por supuesto estoy por volver a clases. No corresponde esta discusión maniquea que se instaló de que hay gente que no quiere volver o que no valora la educación o a las escuelas".
"Los resultados mismos (del Diagnóstico) son difíciles de interpretar, porque sabemos que en Chile hay un desempeño medio o medio-bajo y estos resultados son parecidos".
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