Desde 2018 la Organización de las Naciones Unidas (ONU) invita a celebrar el Día Mundial de la Bicicleta. Cada 3 de junio se realizan actividades y se propone reflexión internacional para promover el uso de este vehículo, que ayuda tanto a llevar una vida más sana, como a reducir los contaminantes que generan los vehículos motorizados. Es decir: beneficio a las personas y al ambiente.

En Chile ha aumentado este tipo de transporte, sobre todo desde 2020. El alza se acerca -según cifras del Automóvil Club de Chile- al 67% , mientras que la venta online de bicicletas ha subido en 113%. Por otra parte, de acuerdo a una encuesta realizada por la Asociación Chilena de Seguridad (Achs) en marzo de 2021, una de cada cinco personas que hoy utiliza ciclos, lo comenzó a hacer durante la pandemia; el 60% del total de esos usuarios son mujeres; el 36% tiene entre 30 y 50 años de edad y el 65% de los hombres la define como medio de trabajo. (www.saberllegar.cl).

El estudio de la Achs -"Radiografía de la calle"- también señala que la mitad de los ciclistas ha tenido accidentes y uno de cada diez, con consecuencias graves. De ahí que muchos reconozcan la necesidad de los implementos de seguridad, como cascos y reflectantes; además de resaltar como "muy importantes" a las ciclovías para tránsito exclusivo.

Al respecto son destacables los avances realizados por la municipalidad de Valdivia, el Ministerio de Obras Públicas y el de Vivienda para dotar a la capital regional de este equipamiento, que ya abarca una ruta hacia Toro Bayo, incluye algunas calles estructurantes y pronto aumentará la red con dos en el centro de la ciudad. La idea es contribuir a incentivar la práctica, que -según cifras de 2017- ya es parte de la vida cotidiana en 53% de los hogares locales.

Por todo lo anterior, también es necesario que la comunidad en su conjunto tome conciencia y respete a quienes tienen esta opción de movilidad. La Ley de Convivencia Vial ya cumplió dos años y aún hay temas pendientes con el exceso de velocidad en las calles y el irrespetuoso uso de ciclo rutas como estacionamiento. Así visto, el Día de la Bicicleta no es solo una fecha para "ciclistas"; es un asunto ciudadano.

Por efectos del mal uso del lenguaje, muchos creen que "educar" se puede equiparar a "adoctrinar", "instruir", "enseñar", "convencer" y un lamentable e impreciso etcétera.

Esto se hace patente cuando hablamos de la recuperación de un área sensible como es la Formación Ciudadana (Ley 20911), recuperación de la formación cívica, pero también de las ciencias sociales y de la formación filosófica. Si recordamos que el concepto de ciudadanía a que alude la actual Constitución (art. 13) se restringe a los chilenos que tengan, a lo menos, 18 años de edad, los que mínimamente serán quienes participarán de las clases de "Educación Ciudadana" (asignatura creada por la fuerza de esta Ley), podemos preguntarnos ¿para qué entonces, impartir, "formación ciudadana" en el sistema escolar regular?: para preparar a la vida y la participación, a la convivencia democrática. Es decir, para preparar para ejercer los derechos de la ciudadanía en un entramado armónico. Y aquí está el riesgo: confundir "Educación" con cualquier otra cosa parecida. No es lo mismo formar en Ciudadanía, que formar críticamente en la convivencia en sociedad, ni formar conscientemente sobre la convivencia democrática.

No tiene ningún sentido "formar como ciudadanas y ciudadanos" si, al mirar nuestra sociedad de "ciudadanas y ciudadanos", descubrimos que se sigue designando a dedo a las autoridades, no solo las discrecionales del presidente (los Ministros), sino también los Parlamentarios (reemplazantes de aquellos que abandonan el encargo popular), e incluso los que dependen de Alta Dirección Pública (que al llegar a estado de terna, dependen de la decisión de la autoridad local).

Tampoco tiene sentido formar como ciudadanos si llegado el momento se utiliza las votaciones como pretexto de democracia, para que al final, si la votación no conviene, cambiar las reglas del juego (como también ha ocurrido con algunos partidos políticos).

Es decir, no se puede formar "ciudadanamente", si el concepto es vacío, si la sociedad ciudadana es incoherente, si la democracia es una construcción, una entelequia, útil para los intereses más mezquinos de quienes ostentan alguna forma de poder. Cuando esto ocurre se empobrece el concepto, quedando simplemente en "formación" lo que pudo ser verdaderamente "educación".

Profesor Javier Vega Instituto de Ciencias de la Educación, Universidad Austral de Chile