"El Humedal Angachilla es parte de nuestra identidad barrial..."
COMPROMISO. Es una activa defensora y dedica gran parte de su tiempo al cuidado del nuevo Santuario de la Naturaleza.
Aprendió a cuidar la naturaleza gracias a su padre, en los campos de Reumén. Hoy, a los 71 años de edad, no duda un instante en tomar sus herramientas y mantener el cuidado y limpieza del Humedal Angachilla. Ana Edita Villanueva García ha sido una persona fundamental en el trabajo ciudadano para preservar y evitar la intervención del recinto declarado Santuario de la Naturaleza.
Pertenece al Comité Ecológico Humedal Angachilla, es vicepresidenta de la Coordinadora Humedales Angachilla y presidenta del Consejo de Desarrollo Vecinal Claro de Luna, que comprende el polígono de las villas Claro de Luna, Los Alcaldes, Los Regidores y General Bernales.
Compromiso
¿Cómo llegó a ser dirigenta social de su sector?
-Fue por los mismos vecinos. Cuando llegué, empecé a trabajar en la placita Pedro Montt, que está frente a mi casa. Planté flores y arbolitos en la avenida. Un día empezaron a formar el Consejo Vecinal de Desarrollo, con gente de todas las villas. Fui a la reunión y quedé como secretaria. Después me eligieron presidenta. Iba a las charlas de medio ambiente, me conoció Jaime Rosales y me invitó a formar del actual comité, con el cual vamos a cumplir tres años. Antes existía una coordinadora, pero sin personalidad jurídica es poco lo que se puede hacer, pero ahora nos sirve también para hacer presión ante las autoridades.
¿Qué importancia tiene para ustedes el Humedal Angachilla?
-Como Consejo de Desarrollo, para nosotros es identidad barrial, porque se nos identifica como la gente del humedal. Vivimos aquí, aledaños a él y sabemos lo que nos proporciona: mejor calidad de aire y de vida, no hay tanta polución, absorbe los ruidos. Es un pulmón verde que tenemos al lado de nuestras casas. Como presidenta me he involucrado en el tema, porque me siento responsable por la confianza que tuvieron en mi persona. Tengo que cumplir sus expectativas.
¿Cómo recibieron la declaratoria de Santuario de la Naturaleza?
-Es un logro grande, porque se ha luchado mucho y durante mucho tiempo. Defendemos este espacio, lo mantenemos limpio. En esta época de pandemia sobre todo, ha cumplido un rol muy importante, cuando todos los parques están cerrados. En el verano se llena de personas. Aquí, durante todo el día, la gente puede venir a trotar por los senderos, hicimos escalinatas por ejemplo. La gente se siente a gusto, está más limpio, se ha cortado el pasto, las murras y la maleza, para que el espacio se vea seguro. La gente que viene lo agradece.
Ud. desarrolla una labor que va más allá de sus obligaciones...
-Como jubilada, tengo todo el tiempo del mundo y puedo preocuparme de lunes a domingo, dependiendo de cómo esté el tiempo. Además, desde hace más de un año y por culpa de la pandemia, no se puede ir a otro lado. Así que después del almuerzo agarro mis herramientas: murrero, cortadora y me voy al humedal. He cortado quila, exceso de murra, para que se vea más seguridad y me sirve para mantenerme ocupada y con la mente despierta. Hay que mantener el ejercicio cognitivo al día. Al ir al humedal y estar pendiente de mantenerlo limpio y ordenado, me mantengo activa. Además lo asumo como responsabilidad con mis vecinos, quienes a veces me dicen que estoy deteriorando mi salud y que no vaya, pero me siento física y mentalmente bien con el trabajo que realizo allí. Incluso, me viene un remordimiento de conciencia por no haberme involucrado antes en estos temas.
¿Qué esperan que ocurra con el proyecto Circunvalación, que incluye la intervención del humedal?
-Es lo que nos tiene más inquietos, porque si se llega a realizar nos quitará gran parte del humedal, una parte donde hay mucha vida. Están las garzas cuca, anfibios, peces pequeños, carpas se han ido muriendo por un alga que ha tapado las aguas. Hay un grupo que se reúne los domingos para limpiar y recuperar el cauce del estero Catrico. El afluente se ha ido perdiendo porque con la construcción de villas la tierra ha ido cediendo, hay plantas invasivas que han tapado el cauce de las aguas y se ha ido perdiendo el oxígeno. Es importante conservar el humedal porque hay cisnes y patos que están regresando. Hay especies nativas de árboles que echarían abajo, es un pulmón verde, es el lugar de encuentro de miles de personas. Todo eso perderíamos con un puente. Es nuestra gran preocupación, además del peligro que significa el tránsito de camiones de gran tamaño y a muy alta velocidad.
"Vivimos aquí, aledaños a él y sabemos lo que nos proporciona: mejor calidad de aire y de vida... Es un pulmón verde al lado de nuestras casas..."
Ana Villanueva García, Dirigenta vecinal
"