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apuesta al futuro estuvieron más marcadas en nuestro programa. Esto tiene la ventaja de reflexionar sobre una universidad que se proyecta a varias décadas más, sin embargo también pone desafíos mayores. Hay que transforma estructuras, funciones y operaciones dentro de la institución que van a requerir un esfuerzo colectivo muy importante. Cuando uno transforma la cultura y la forma de hacer las cosas tiene que movilizar muchas voluntades. Este es un proyecto que no es muy caro, pero es difícil de llevar a cabo porque la resistencia al cambio es propia del ser humano. Uno siempre se mueve desde una zona de confort y cualquier cambio produce incertidumbre. Creemos que con diálogos racionales y bien estructurados vamos a lograr la adhesión a los procesos de cambio. En ese sentido estamos tranquilos, ya que hemos recogido durante años la sensación de que hay que cambiar ciertas estructuras y procesos para tener una gestión de más alto estándar y más moderna.
¿Cuál será el primer desafío que asumirá como rector?
-Hay transformaciones que son esenciales. Un tema que genera problemas en el clima interno de la universidad y cierta tensión es el reglamento de carrera académica y también el de carrera funcionaria. Estos dos elementos los vamos a abordar rápidamente con un trabajo bastante sistemático para generar un clima interno más amigable con los integrantes de la comunidad. Esto significa hacer apuestas innovadoras, prácticas que se ven en universidades de otros países y de Chile donde los reglamentos de carrera académica tienden a identificar con más claridad los aspectos diferenciales. Por ejemplo, un arquitecto, un médico, un ingeniero, un economista suelen tener carreras bastante distintas a las de los académicos involucrados a investigaciones del área biológica en general. Si logramos plasmar un reglamento de carrera académica que reconozca carreras que se miden desde la disciplina, creo que sería una base conceptual tremendamente importante. Algo parecido tiene que pasar con la carrera de los funcionarios, donde existe un reglamento que hay que refinar y hacerlo más claro y transparente en el sentido de los calendarios para subir de escalafón, cómo se maneja la información, cómo se hacen los procesos, que sean conocidos por todos con total claridad. Está el tema de avanzar con los estatutos, eso va a ocurrir probablemente el segundo mes de gobierno. Vamos a instalar un proceso de discusión que es bastante urgente porque es compartida por toda la comunidad. Lo vamos a hacer en una matriz de diálogo triestamental, de académicos, funcionarios y estudiantes de pre y postgrado. También hay que resolver temas que han presentado algunas dificultades, por ejemplo el plan de infraestructura en el que hay que refinar algunos proyectos. Hay que hacer algunos rediseños para que se puedan llevar a la práctica de manera más eficiente y eficaz. Este plan es muy ambicioso, con una serie de edificios y un volumen de inversión importante. Tenemos premura en un par de facultades que necesitan empezar a construir pronto, otras obras están en desarrollo y otras recién finalizadas.
¿Qué facultades se encuentran en una situación más delicada en relación a su infraestructura?
-Hay obras que nos ha costado comenzar. Por ejemplo hay un edificio en la Facultad de Arquitectura y Artes que ha tenido dificultades para comenzar la construcción. Nos ha afectado mucho la pandemia porque los costos de construcción han subido considerablemente en el país. Hay que hacer ajustes porque mientras la pandemia no afloja hay requerimientos de carreras nuevas que tenemos que proveer los espacios comprometidos. Hay otras facultades que también deberíamos ser capaces de empezar con construcciones pronto, en el área silvoagropecuaria hay tres edificios que hay que terminar de afinar los proyectos y comenzar con las obras.
¿Qué acciones tomarán para enfrentar la pandemia?
-Hay que centrarse en la gestión del pregrado, postgrado e investigación en el sentido de cómo somos capaces de retornar gradualmente a las actividades presenciales con todas las precauciones adecuadas de acuerdo a lo que ocurre con la autoridad sanitaria. Creemos que en primer término se podría pensar en un retorno a principios del próximo año. Yo creo que hay buenas posibilidades de que sea así, sin embargo para las carreras profesionales de la universidad que están en los últimos años hay que cerrar los ciclos de práctica. Vamos a tener que de alguna forma establecer protocolos de retorno gradual con número reducido de estudiantes, distanciamiento y precauciones, porque no podemos tenerlos con carreras que se alargan por el tema de la pandemia. Hay que abordar cómo logramos ir titulando y graduando a nuestros estudiantes, porque no sabemos cuándo esto termina.
¿En qué situación se encuentra actualmente el caso que motivó la salida del ex rector y cómo se abordará en su gestión?
-Una de las primeras tareas será revisar cómo se están desarrollando los procesos que tienen que ver con la investigación.
Tenemos que resolver temas pendientes en la dirección de Jurídica, en Contraloría. Ahí hay una tarea que es muy técnica y tiene que ver con nuestros abogados y abogados externos. Ese tipo de conversaciones van a partir probablemente en los próximos días porque nos preocupa sobremanera, ya que sigue tensionando a la comunidad. No como antes, no es la misma crisis que teníamos hace seis meses y que fue extremadamente compleja, ahora ya estamos tratando de solucionarla de manera definitiva. Como rector recién electo no puedo decir cuáles son las soluciones en corto plazo, sí puedo decir que vamos a analizar esto con mucho cuidado con equipo jurídico. Es nuestro primer compromiso para seguir avanzando.
¿De qué manera espera poder restituir las confianzas?
-Hay que moverse en varias dimensiones. La primera es cómo la universidad asegura tanto a la comunidad interna como a la externa que casos como este no se van a repetir. La forma de hacerlo es revisar nuestros estatutos porque ellos van a permitir definir la forma en que se relacionan los cuerpos colegiados, el Consejo Académico, el equipo de rectoría y el directorio para llevar adelante la administración de una universidad que por su volumen, complejidad y presupuestos tiene grandes desafíos. Ese es un tema que tiene que ver con la gran normativa. Luego, están ocurriendo cosas en la universidad que no hay que olvidar. La posibilidad de que vuelva a repetirse algo como el Caso Uach tal y como lo conocimos se va a reducir porque estamos instalando un sistema de planificación estratégica del área financiera y de personal. Va a permitir tener reportes financieros en tiempo real con chequeos cruzados entre distintos actores de la universidad. Va a permitir transparentar mucho los flujos de operaciones. Hoy son transparentes, pero se hacen con metodologías bastante más básicas. Esto refina los procesos y da acceso a información que está validada por un sistema de chequeos cruzados.
Luego tenemos que mejorar cómo comunicamos los procesos estratégicos de la universidad hacia el interior de la comunidad. Cuando la gente sabe qué están haciendo los cuerpos colegiados, el equipo de gobierno universitario, el directorio y qué tipo de decisiones se están tomando, eso genera una condición de confianza, de legitimidad y transparencia. Las técnicas comunicativas existen y tenemos que sacar ventaja de ellas.
Esto significa que las personas que integran la comunidad van a saber en qué proyectos estamos embarcados, cuáles son las razones que los sustentan y cómo se están tomando las decisiones. Esto se podría lograr en el mediano plazo.
Además, tenemos que reforzar la dirección de Jurídica que apoya la gestión del equipo de Rectoría y tenemos que reforzar, reformular y analizar el mejor diseño institucional posible para la Contraloría interna, que es muy importante en cualquier institución pública o privada. En nuestro caso implica dar cuenta de que la Contraloría tiene que estar reforzada, ser autónoma, tener procesos claros y dependencias bien definidas para una institución que en los últimos diez años prácticamente ha duplicado su presupuesto.
Hoy la cantidad de personas que integran la Uach son alrededor de 22 mil, entre estudiantes de pregrado, postgrado, académicos y funcionarios. Es una institución enorme que maneja muchos códigos presupuestarios de distintas operaciones dentro de la comunidad, en investigación, vinculación con el medio, entre otras cosas. La Contraloría tiene que ser capaz de dar cuenta de la complejidad y el volumen que ha adquirido esta institución. Ese ejercicio no lo habíamos hecho, nuestros estatutos son de 2005.
-¿Qué significa para usted llegar a este cargo desde un punto de vista personal?
-Para cualquier académico de cualquier universidad del mundo ser rector es prácticamente la cúspide de la carrera. Estoy muy contento y pienso que hacerlo a los 54 años es un logro personal muy importante, pero creo que no hay que personalizarlo tanto en la figura del rector. Acá lo que importa son los equipos y estamos formando uno muy comprometido, con personas muy talentosas que quieren mucho a la universidad. Tengo confianza de que el rector y su equipo vamos a ser capaces de cambiar la universidad, modernizarla y avanzar hacia la excelencia de manera bastante acelerada porque nuestra propuesta ha tenido buena acogida en la comunidad, vamos a poder movilizar voluntades. Tengo confianza de que nos va a ir bien.
Para mí en lo personal es una situación que me tiene muy contento porque mi carrera como académico se ha desarrollado a un nivel que años atrás no me hubiera imaginado, pero me preocupa mucho más lo colectivo, tener buenos equipos y compromiso, que la gente adhiera al proyecto para que nos vaya muy bien.
Nos tiene que ir bien porque sabemos que esta universidad es importante para todo el territorio.
"Durante toda la campaña las propuestas de cambio, transformación, innovación y apuesta al futuro estuvieron más marcadas en nuestro programa".
"Hay que centrarse en la gestión del pregrado, postgrado e investigación en el sentido de cómo somos capaces de retornar gradualmente a las actividades presenciales".
"Tenemos que reforzar, reformular y analizar el mejor diseño institucional posible para la Contraloría interna, que es muy importante en cualquier institución".
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