Reflexionar sobre el trabajo infantil
Seis comunas de Los Ríos muestran alta vulnerabilidad y se hacen más propicias a que los menores ingresen al medio laboral. Pobreza, ruralidad, deserción escolar y tolerancia social al problema, son algunos de los factores que inciden en esta situación a nivel regional.
El 12 de junio pasado fue conmemorado el Día Mundial contra el Trabajo Infantil, fecha instaurada en 2002 por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) con el objetivo de llamar la atención de los países frente a esta realidad, que afecta a uno de cada cuatro niños entre 5 y 17 años de edad a nivel mundial.
Los números son muy elevados. En Chile se calcula que hay 230 mil menores en esta situación y, para enfrentarla, en 2015 fue implementada una estrategia nacional que contempla medidas para aplicar en un plazo de 10 años ; además, en septiembre de 2020 fue actualizada la norma respectiva,que fija más fiscalizaciones y protección.
También se realizó un estudio que muestra, región por región, los factores negativos que existen en ellas para que niños, niñas y adolescentes se vean empujados a la vida laboral precoz. En ese análisis se asignó un puntaje al evaluar variables como condiciones laborales, étnicas y demográficas, además de acceso a la educación infantil y adulta en cada zona. En una escala en que 0 es poco riesgo y 100 es mucho, el promedio nacional alcanzado es de 23 puntos; pero Los Ríos marca 30 (www.noaltrabajoinfantil.cl)
En el documento, seis de las doce comunas locales aparecen con alerta de "alta vulnerabilidad" (Futrono, Lago Ranco, Máfil, Mariquina, Panguipulli y Río Bueno); otras cinco con vulnerabilidad "media" (La Unión, Corral, Lanco, Los Lagos y Paillaco) y solamente Valdivia está en categoría "baja". Se identifica como razones de estos resultados a la ruralidad y la deserción escolar, además de una cierta "naturalización" del tema.
Inquietan los datos. Por ello, desde el mismo informe -que elaboraron el Ministerio del Trabajo, Cepal y OIT- se hacen recomendaciones, como reducir la tolerancia social; resguardar el derecho a la educación y facilitar la continuidad de ella, si se interrumpe.
Sin duda se trata de un tema para reflexionar, más si se piensa que puede empeorar en el contexto de pandemia, con la justificación (que algunos enarbolan) de que los menores deban "aportar" al hogar; algo muy grave, pues implica daños severos para el crecimiento, propicia abandono de estudios, da espacio a explotación y perpetúa -aunque se crea lo contrario- el círculo de la pobreza.