Día internacional de la prevención
Desde 1987, la ONU dedica cada 26 de junio a reflexionar sobre los factores que pueden frenar el consumo de drogas. En el contexto de la pandemia, ha subido el uso de medicamentos sin receta; pero también se ha dificultado el acceso a las sustancias adictivas.
Hoy es el Día de la Prevención del uso de Drogas. La conmemoración fue instaurada en 1987 por las Naciones Unidas y cada año suma un lema para activar la reflexión; este 2021 es "Hablemos de drogas, la información salva vidas", por la importancia de contar con antecedentes claros para enfrentar este problema.
Por supuesto que investigar o sumar estadísticas no basta; pero los datos de fácil acceso y la comunicación pública de ellos, permiten tener herramientas para reconocer señales, no minimizar efectos, identificar focos de acceso a sustancias, intervenir contra los gatilladores el uso de sustancias lícitas e ilícitas; perdiendo el miedo a hablar del problema.
En esa línea es interesante recordar los resultados de la encuesta efectuada por Senda (Servicio Nacional Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol) para mirar el vínculo entre consumo y pandemia. En Los Ríos, de acuerdo a ese análisis, el 50% de los entrevistados reconoció haber aumentado el uso de medicamentos (tramal, clonazepam y otros) sin receta médica; un 22%, haber subido la ingesta de alcohol y un 30% el de marihuana.
En todos los casos, la razón entregada para el alza fue el "estrés, la depresión y la angustia" que el covid-19 les ha gatillado. Es decir, la posible búsqueda de una especie de "muleta", cuyo peligro radica en volverse una red que atrapa y de la cual resulta muy complejo salir. De ahí que las alertas instaladas en el entorno, gracias a una adecuada y amplia información, sean tan importantes.
El trabajo de Senda también muestra un aspecto clave respecto del acceso y la oferta de drogas. Entre las personas que dijeron haber bajado su uso de sustancias, el 21,6% afirmó que esto les ocurrió porque tienen menos oportunidades para consumir en un contexto de encierro; mientras que el 13,9%, aseguró que las restricciones a la movilidad, producto de la pandemia, dificultaron el acceso a los productos.
Desde esos números se podría afirmar que la familia y la casa actúan como un freno. Pero sabemos que es temporal. Por ello resulta clave reforzar hoy esos elementos, que debieran seguir actuando como protectores y principales puertas de contención y prevención efectiva, cuando el contexto cambie.