El 7 de octubre de 1972, en el Coliseo Municipal, el Presidente Salvador Allende se dirigía a una multitud, entre otras cosas, para agradecer al entonces alcalde de Valdivia, Luis Díaz Bórquez, por haber sido distinguido como Hijo Ilustre de la comuna.
Este recuerdo sobre el ex Mandatario lo hacemos porque este 26 de junio se cumplieron 113 años de su natalicio. Creo que se requiere conmemorar a Allende desde la óptica de las regiones para ayudar a re-construir una historia común que, guste más o menos, es también parte de lo que antes fuimos, para llegar a ser lo que somos.
Salvador Allende, según recuerdan diversos textos consultados, tras vivir en Tacna, en Iquique y luego en Santiago, llega a Valdivia en 1919, cuando su padre asumió como abogado del Consejo de Defensa Fiscal. Salvador cursó en segundo y tercer año de Humanidades en el Liceo de Hombres (hoy Armando Robles), ubicado en la calle Picarte, donde hizo buenos amigos como Humberto Agüero y René Frías Ojeda.
Más tarde, en 1945, fue elegido senador por la Novena Agrupación Provincial integrada por Valdivia, Llanquihue, Chiloé, Aysén y Magallanes, para el período 1945-1953. Participó e integró las comisiones de Gobierno, de Higiene, Salubridad y Asistencia Pública, de la que fue su presidente. También, fue miembro de la Comisión Mixta de Presupuestos y de la Comisión Mixta para Estudiar la Descentralización Administrativa. Y fue vicepresidente del Senado entre el 3 de julio de 1951 y el 25 de mayo de 1955.
Participó en la gestión de la ley que creó el Colegio Médico y de la ley que impulsó el Servicio de Seguro Social. En 1952, tras un significativo trabajo legislativo, el Congreso promulgó la ley que creó el Servicio Nacional de Salud. Otra ley en que figura como autor es la N°9.292, suscrita junto a los senadores Alessandri, Ortega, Grove, Lafferte, Walker, Guzmán y Martínez el 20 de junio de 1945, que modificó la Ley General sobre Inscripciones Electorales para conceder el voto a la mujer.
Han pasado más de 50 años desde que Allende representó a esta región como parlamentario. Por eso, en distintas comunas hay calles o comités de vivienda que llevan su nombre. Porque más allá del juicio personal o histórico, hay una memoria individual y colectiva que persiste y que merece ser conocida por las nuevas generaciones. Porque la historia de un país también se hace desde las regiones.
"Más allá del juicio personal o histórico, hay una memoria individual y colectiva que persiste y que merece ser conocida por las nuevas generaciones..."