Capitalización vía consumo
Interesante es la propuesta previsional del ex ministro Ignacio Briones, quien sostiene el generar ahorros previsionales a partir del consumo, al subir en 1% el IVA, y destinar toda esa recaudación a las cuentas individuales de todos los chilenos, incluidos los recién nacidos.
Según argumenta la propuesta, uno de cada tres personas en la fuerza laboral no cotiza, pero los tres consumen.
Por otro lado, la distribución es progresiva, pues el decil de menor ingreso recibe tres veces lo que aportó, y en cambio, el decil de mayor ingreso, recibe mucho menos de lo aportado.
La única observación técnica sobre la propuesta, es por qué no evaluar entregar toda la recaudación vía consumo en mejorar a los actuales pensionados, con una pensión universal para todos, la cual sea complementada con la pensión autofinanciada con ahorros previsionales de cada persona.
Esperemos que esta interesante propuesta sea estudiada por todos los comandos presidenciales.
Eduardo Jerez Sanhueza eduardo@masprevision.cl
¿Oportunidad para mujeres?
En los últimos días ha vuelto a tomar fuerza la discusión sobre la reducción de la jornada laboral; una propuesta que a primera vista parece muy atractiva, pero que amerita considerar diversos factores.
Más allá de quererlo, ¿estamos preparados para trabajar menos horas a la semana? Con la reducción de la jornada laboral ¿cómo podemos asegurar que la productividad no disminuya?, ¿qué ocurre con los salarios?
En Chile se tiende a pensar excesivamente que todo se soluciona con leyes, sin embargo, la eventual reducción de la jornada laboral es un tema profundo y multidimensional, que supone un amplio debate en términos de calidad y oportunidad. Lo importante es tener claro qué se busca con medidas como esta.
(...)En el caso de las mujeres la economía tuvo un retroceso de 10 años; son ellas las que han perdido mayoritariamente sus trabajos o han debido abandonar el mercado laboral.
Considerar una jornada laboral más corta podría ser un incentivo a la inserción laboral de la mujer, tarea en la que como país estamos al debe.
Catalina Maluk Abusleme Dir. Economía y Negocios UCEN
Transporte Público
El 2017 Valdivia vio como su parque automotriz duplicó su crecimiento en un 124%, al compás del insuficiente esfuerzo estatal por desarrollar un mejor transporte público.
Si bien existen buenos proyectos definidos a nivel central que afectan positivamente a nuestra región, como la iniciativa de movilidad eléctrica o la Ley Espejo del Transantiago que inyecta recursos para el transporte en regiones del país, continúan sin cambiar las formas en que pueden transportarse las comunidades de Valdivia y elegir otras más justas, económicas y ecológicas.
Dicho esto, se necesita reforzar el transporte público, desincentivando el uso del automóvil, desde 3 aristas: Infraestructura, costo y calidad del servicio.
En este sentido celebro la propuesta el diputado Gabriel Boric, que establece a Valdivia como plan piloto del plan Transporte Público 00, donde se busca invertir 35 mil millones para infraestructura, 10 mil millones para costear la tarifa 0 para cualquier usuario y 78 mil millones para adquisición de buses eléctricos. Esperemos que esta propuesta cale hondo en las autoridades y ciudadanía para así, desde regiones, dar soluciones a problemas que se siguen resolviendo desde Santiago.
Matías Fernández H. Consejero Regional matias.fernandez.h@gmail.com
Constitución
La experiencia histórica nos ha enseñado que toda Constitución debiera proyectarse hacia el futuro superando las demandas y mayorías temporales, para presentarse como una carta que busca estabilidad y transformarse, con el tiempo, en un texto que fije las reglas del juego y permita jugarlo en libertad. Si bien la extensión no necesariamente indica que se esté frente a una mala Constitución, un texto muy extenso tiende a establecer mayores restricciones al debate democrático y aumentar el poder político. Del mismo modo hace más compleja la comprensión de la Carta Fundamental y dificulta su aplicación. Una Constitución que pretenda abarcar la mayor cantidad de materias e incorporar la mayor cantidad soluciones, corre el riesgo de transformarse en una norma inaplicable.
Frente al inicio de la Convención Constitucional, los convencionales constituyentes deberán tener claridad de que no es su deber, ni la Constitución el instrumento, para hacer presente todas las demandas de la ciudadanía.
Del mismo modo, tendrán que señalar, a pesar de la impopularidad que puedan tener estas realidades, que muchos temas no son pertinentes a la Constitución, sino que demandan de una política pública eficiente por parte de las antiguas autoridades.
Martín Durán F. mduran@fppchile.org