Mediadores de lectura comparten estrategias para un proceso inclusivo
VÍNCULO. Compañía Cuentos para los Ojos realizó capacitación a diversos profesionales de la Región de Los Ríos.
Qué debe hacer un mediador de lectura cuando su público es sordo. Esta es la pregunta central para la que se buscó respuesta en un reciente ciclo de capacitaciones organizado por la Coordinación Regional de Bibliotecas Públicas del Servicio Nacional del Patrimonio.
En alianza con la compañía Cuentos para los Ojos fueron convocados quienes integran equipos de bibliotecas escolares y públicas, con la idea de aprender nuevas herramientas de fomento lector inclusivo. De esta forma se articularon encuentros a través de Zoom, que sirvieron para demostrar que la voz puede acompañarse de otros recursos al momento de transmitir los contenidos de un libro.
En la experiencia formativa, que es parte de un proyecto financiado por el Fondo del Libro, participaron 40 profesionales.
Pablo Abarca, director de la compañía, hizo un positivo balance de las jornadas. "Fue muy gratificante y un bello espacio de encuentro y de reconocimiento con el otro, de comprender y empatizar con la realidad de las personas sordas que habitualmente nos es tan ajena a quienes tenemos el privilegio de escuchar. Muchas veces no comprendemos lo dificultoso que puede llegar a ser el acceso de las personas sordas al mundo de la literatura. En ese sentido, despertamos ese ánimo y ganas de involucrarse con la comunidad sorda y de motivar el interés de comunicarse, donde solo se necesitan las ganas de acercarnos a las personas sordas. Eso lo vimos en la voluntad de los equipos de las bibliotecas públicas de Los Ríos, que pusieron su tiempo y entusiasmo en todas las sesiones, contribuyendo con un granito de arena a la inclusión", dijo.
La experiencia
Guillermo Dornemann, encargado del Bibliomóvil de Mariquina, fue uno de los participantes. "Estas clases las encontré muy entretenidas, porque es una forma de inclusión muy interesante. Quizás no podremos contar cuentos con señas, porque es un proceso que requiere tiempo y dedicación, pero, sin duda, me sirvió para poder integrar en mi quehacer de cuentacuentos más expresiones, tanto con las manos como con la cara", comentó.
Walesca Salvo, encargada de atención a público de la Biblioteca Pública de Valdivia, dijo: "Quedamos con la motivación de seguir aprendiendo. Estoy muy entusiasmada en seguir capacitándome en lengua de señas, para entregar un servicio más inclusivo a nuestra comunidad".
"Muchas veces no comprendemos lo dificultoso que puede llegar a ser el acceso de las personas sordas al mundo de la literatura, de los libros".
Pedro Abarca, Dir. Cuentos para los Ojos
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