Italia se coronó como rey de Europa tras vencer a Inglaterra en los penales
BICAMPEÓN. Con Donnaruma como héroe, la Squadra Azzurra consiguió su segundo título del torneo y frustró a su rival, que jugaba por primera vez la definición.
La emoción se exprimió hasta el último momento posible en la Eurocopa, que regaló una final llena de suspenso para coronar a Italia como campeón tras la tanda de penales contra Inglaterra.
Tal como ocurrió la noche anterior en la final de la Copa América, el equipo local fue derrotado, pero esta vez fue mucho más dramático, pues en lugar del aforo restringido a menos de 10 mil personas en el estadio Maracaná, quienes vieron la derrota de Brasil ante Argentina, ayer Wembley estuvo repleto con más de 60 mil espectadores, la gran mayoría fanáticos ingleses.
Ante ellos se erigió como el gran héroe de la jornada el arquero italiano Gianluigui Donnaruma, un gigante de casi dos metros que en la tanda de penales contuvo dos tiros ingleses para conseguir el triunfo por 3-2 y la corona.
Comienzo difícil
No fue un buen inicio del partido para la Squadra Azzurra. Apenas se jugaban dos minutos del primer tiempo cuando Luke Shaw abrió el marcador para el cuadro local y desató esa hermosa locura que se ve entre los hinchas cuando los estadios están llenos, algo que parece retornar de a poco a medida que se supera la pandemia de covid-19.
Desde ese momento Italia tomó el mando del juego. Fue un bombardeo constante que chocó durante mucho rato con el muro que los ingleses pudieron delante del arco de Jordan Pickford.
Debieron insistir hasta los 67 minutos los italianos para que Leonardo Bonucci consiguiera la igualdad y generara un final emocionante.
El tiempo reglamentario terminó con ese 1-1 y el alargue no mostró novedades: entonces llegaron los penales.
Derrumbe inglés
En la tanda otra vez pareció que los ingleses llevarían las de ganar: tras los aciertos de Doménico Berardi y Harry Kane, el arquero local contuvo el tiro de Andrea Belotti y Harry Maguire consiguió la ventaja para Inglaterra.
Pero entonces vino el derrumbe del cuadro de Gareth Southgate: fallaron todos sus demás pateadores. Marcus Rashford le pegó al palo; Jadon Sancho y Bukayo Saka convirtieron a Donnaruma en el mejor del partido.
Pickford logró atajar otro tiro italiano, a Jorginho, pero bastó con la conversión de Federico Bernardeschi para coronar a la Azzurra, que consiguió así su segunda Eurocopa tras la obtenida en 1968 y dejó a su rival aún sin lograr este título.
3-2 ganó Italia en la definición a penales tras igualar 1-1 en tiempo reglamentario y alargue. Fallaron tres ingleses en la tanda.
60.000 espectadores asistieron a la final disputada en el estadio de Wembley, en Londres: fue el primer gran evento con público.