cosas que son básicas para poder comenzar con la discusión que nos convoca. Espero que en los próximos días se le pueda poner más institucionalidad a nuestra labor y que se resuelvan cuestiones como por ejemplo la forma de proceder frente a los temas en tabla y las votaciones. Siento que la primera semana fue bastante de catarsis y con temas dominantes como la declaración frente a la situación de los presos políticos. Al margen de aquello ya es tiempo que se puedan concretar reglamentos internos y la forma de abordar materias de la Constitución".

Como una forma de contribuir al orden de la discusión que se viene, desde Chile Vamos fue presentada una propuesta de normas para los primeros 30 días de Convención Constitucional. Pero ni siquiera se puso en tabla, a juicio de Mena, por falta de un reglamento que se debería crear durante los próximos días.

Pedro muñoz

Al igual que Ramona Reyes, el ex concejal de Valdivia también participó en la rogativa mapuche que marcó las horas previas a asumir el cargo.

"Pese a todo lo que ocurrió el primer día logramos sortear la instalación. Uno de los momentos más emotivos y muy significativos fue cuando Elisa Loncon abrió la sesión en Mapudungún(...) estamos comenzando un proceso histórico en su etapa más formal, lo que no significa que no va a ser popular o sin incidencia de la ciudadanía", indicó.

Para abordar las implicancias de su primera semana como constituyente, Muñoz realizó un encuentro online donde además respondió preguntas de los asistentes. Una de ellas fue cómo se garantizará la participación ciudadana.

"Tenemos que armar el andamiaje de la participación ciudadana y tiene que ser desde la convención con colaboración del gobierno, que hasta ahora no se ha portado muy bien. Es muy desafiante en todo esto en lo que estamos. Espero que se nos hagan llegar muchas actas desde distintas organizaciones ciudadanas y que de alguna manera se exprese la voluntad de los territorios", dijo.

La autoridad igualmente se refirió a la confluencia de distintas fuerzas políticas al interior de la convención y la opción de lograr acuerdos en ese contexto.

"De momento debemos contribuir a ordenar el debate. Tomarse el tiempo necesario para construir reglas tiene directa relación con el producto del debate, es decir, el texto de la nueva Constitución. En paralelo ya hay muchos constituyentes que estamos en procesos de participación acorde a iniciativas propias, para recoger inquietudes y demandas de la ciudadanía", aclaró.

Aurora delgado

La matrona, dirigenta de salud pública y vocera de No+AFP inició su trabajo en la Convención Constitucional como integrante de la comisión autoconvocada covid-19 que tiene seis integrantes. Optaron por crear el grupo frente a la falta de protocolos para las sesiones en el ex Congreso Nacional.

"Habíamos hechos requerimientos para que se nos recibieran inquietudes y exigencias mínimas sobre las medidas de seguridad y no tuvimos respuesta. Eso habla de la falta de comunicación y diálogo por parte del gobierno. Frente a esto recibimos mucha colaboración de académicos y del Colegio Médico para elaborar un protocolo en conjunto que ahora será votado durante esta semana", dijo. En la tabla también estarán el establecimiento de comisiones relacionadas a temas de ética, transparencia y presupuesto y asignaciones.

"El funcionamiento y la forma en cómo se participa en el proceso deben quedar muy bien establecidos para luego dar inicio al trabajo para el cual fuimos escogidos. Debe haber igualdad de condiciones para una labor presencial, como también para quienes la pudieran ejercer en formato remoto. En ese sentido se deberá garantizar el acceso a internet y el uso de equipos necesarios", indicó.

Aurora Delgado también apuntó a la descentralización de la convención. "Eso significa que exista sesiones rotativas y que no haya brecha digital. Hay que estar muy atentos a cómo resolver la participación de los habitantes de todo el territorio y de cómo las personas van a estar siendo informadas sobre lo que estará ocurriendo en Santiago", aclaró.

Aunque la crisis sanitaria podría jugar en contra, de momento no se descarta que la Convención Constitucional pueda sesionar en algún momento en regiones. Valdivia entonces podría recibir a quienes hasta 2022 serán los responsables de redactar la nueva Constitución.

2 meses es el tiempo estimado por Pedro Muñoz que tomaría la elaboración de un reglamento interno de la Convención para luego dar paso a las discusiones sobre la nueva Constitución.

4 de julio fue el día en que se realizó la ceremonia en la que 155 convencionales constituyentes asumieron el cargo para el que fueron escogidos en las elecciones de mayo.

2022 será el año en el que se espera, durante el primer semestre, la realización de un Plebiscito Constitucional de Salida de apruebo o rechazo de la nueva Constitución.

La Convención Constitucional no es soberana. Y el Estado de Chile, tampoco. Me explico. La soberanía era una de las cualidades del Estado monárquico: el poder del Rey era Absoluto, no tenía límites. El monarca sólo le rendía cuenta a Dios.

En democracia, el poder del Estado está limitado; primero por los derechos de las personas, que son anteriores a éste y, segundo, por el propio texto constitucional, que los consagra y establece la separación de las funciones del poder del Estado y los mecanismos de control, intra e interorgánicos. De esta forma, en nuestro país, el Estado no es soberano, ni podría serlo; si lo fuera, dejaría de ser un Estado democrático. Dicho lo anterior, la Convención Constitucional tampoco es soberana. Se trata sólo de un procedimiento de ejercicio de la función constituyente derivativa, contemplado en la Carta vigente para redactar un proyecto de Constitución Política que, cumpliendo con requisitos, reemplace a la vigente.

De esta manera, las normas de la Carta deberán ser aprobadas por los 2/3 de los miembros en ejercicio de la Convención; deberán consagrar el régimen político republicano y democrático; deberán respetar los tratados internacionales ratificados por Chile y vigentes y, respetar también las sentencias judiciales firmes y ejecutoriadas. Además y sólo verificado todo lo anterior, el texto del proyecto deberá ser aprobado por mayoría absoluta en un plebiscito, con sufragio será obligatorio.

Resulta evidente que la Convención no es soberana. Su cometido está acotado en la Carta vigente. La validez jurídica de sus acuerdos deriva de la Carta vigente.

Jorge

Vives