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El investigador, quien se especializa en ecología fluvial, explicó que "el humedal es alimentado principalmente por el río Cruces y el río Pichoy. Al disminuir la disponibilidad de agua dulce la marea tiene mayor influencia. Existe un trabajo publicado por José Garcés quien indica que la cuña salina, por las bajas precipitaciones, está entrando casi hasta la toma de agua potable de Valdivia. Al cambiar el régimen de agua dulce y de agua salada en el humedal pueden haber modificaciones en los organismos, porque no todos pueden soportar el agua salada. Puede haber influencia sobre algunas especies, pero es muy subjetivo porque nadie tiene mediciones".
Ignacio Rodríguez, director ejecutivo del Cehum, contó que hace un par de temporadas hubo un récord de presencia de cisnes en el humedal. "Esa fue una señal inequívoca de los cambios hidrológicos no son solo a nivel de la región, sino que de las dos macrozonas centro y sur. Lo que interpretamos de ese cambio es que teníamos 11 mil cisnes residentes y llegaron 11 mil más desde la zona centro porque sus humedales fueron deshidratándose. Una vez que llega esa gran cantidad se comen el luchecillo y hoy el número de cisnes es más bajo. Estamos analizando esto, ya que todos estos fenómenos pueden estar conectados. Sin embargo no es posible conocer bien las razones porque nuestra instrumentación no es adecuada. Necesitamos contar con más estaciones para poder monitorear, entender mejor los cambios y planificar en mayor detalle", explicó.
Aportar información
Rodríguez indicó que "para no quedarnos solo en la alarma, como Centro de Humedales consideramos que somos una institución capacitada para ser un aporte significativo en no solo conversar sobre el tema, sino que también proponer soluciones". Explicó que es en esos temas donde son importantes las agendas que están trabajando, como las soluciones basadas en la naturaleza, los humedales depuradores y la necesidad de mejor instrumentación para determinar no solo la cantidad de agua, sino que también su calidad. "En esas tres agendas que son gigantes en sí mismas buscamos poder aportar con información de calidad que permita a los gobiernos, sobre todo a la nueva gobernanza -llámese la nueva alcaldía, el nuevo gobernador regional y los nuevos consejeros regionales que serán electos- pensar de otra manera y actuar diferente a cómo se ha hecho hasta el momento. La región cambió climáticamente y probablemente en su esencia más importante, que son los ríos y el agua".
¿Qué se necesita? Rodríguez indicó que es necesario que se converse sobre las soluciones basadas en la naturaleza y cómo incluirlas en todos los procesos de planificación territorial y de desarrollo regional en las que se está trabajando, como el Plan Regulador Comunal y la Estrategia Regional de Desarrollo. "Nosotros estamos proponiendo una serie de medidas, por ejemplo la depuración de agua con humedales depuradores; la conservación de humedales naturales para que no solo no se destruyan, sino que también se mantengan sanos. Incluso debemos discutir sobre cómo vamos a lidiar con las concentraciones de contaminantes que van a aumentar solo por el hecho de que hay menos agua, porque el paradigma anterior era que la dilución hacía que el efecto de la contaminación disminuyera. Hemos perdido esa ventaja", dijo.
Recordó además que se debe fortalecer la idea de que conservar la naturaleza, los bosques y los humedales "es esencial para cosechar más agua". "La planificación territorial, por ende, deberá estar acorde a esos paradigmas. Cada vez que se construya una carretera habrá que ponerse más cuidadoso y ahondar más en la forma en como se hace para impedir que esa infraestructura sea poco resiliente a una inundación o al paso del agua bajo una carretera. Otro ejemplo es que cada vez que se planifiquen los cultivos para la región o cómo crece la ciudad habrá que tener muy en cuenta la red natural de drenaje, la cobertura boscosa, la restauración de lo que se ha perdido", recalcó.
Para Ignacio Rodríguez también es muy importante instalar estos temas en la nueva Constitución.
14 por ciento de déficit de lluvia se registró en mayo de este año en Valdivia, comparando los promedios históricos de los meses de mayo de los últimos 30 años.
3 ríos de Chile presentaron un 80 por ciento menos de caudal durante mayo, comparado con el promedio del mismo mes entre 1991 y 2020. Fueron los ríos Petorca, Teno y Negro.
100 por ciento de déficit de lluvia presentaron las estaciones de las ciudades de Antofagasta y Calama durante mayo. La Serena presentó un 91 por ciento de déficit.