Afrontando diferencias
La Convención Constituyente tiene el desafío de "afrontar" y no "enfrentar" las diferencias que existen en sus integrantes. Enfrentar es ponernos frente a frente y no es lo que necesitamos hoy, aunque es lo que está sucediendo. Afrontar es que juntos miramos cómo podemos solucionar lo que nos separa.
Cuando hay conflictos, existe lo que llamamos la meta conversación, que es el diálogo acerca de cómo conversamos. Es antes de entrar en materia, cuando acordamos reglas de funcionamiento, para así, cuando encontremos diferencias, lo hagamos en un marco que facilite alcanzar acuerdos.
Buscamos un gran propósito, redactar una Constitución. Invito a dar el segundo paso a nuestros constituyentes y pensar en el primer acuerdo: ¡pongámonos de acuerdo en cómo nos pondremos de acuerdo, cuando estemos en desacuerdo!
Pablo Fuenzalida Dinámicas Humanas
Destacan a normalista
Permítanme en este espacio destacar al profesor normalista don Víctor Catalán Maldonado, egresado el año 1967 en la Ex Escuela Normal Superior "Camilo Henríquez de Valdivia", profesor, insigne, médico cirujano, pintor, escritor, poeta, ensayista galardonado con múltiples premios literarios tanto en nuestro país como en el extranjero.
Quizás para muchos no sea conocido, y es por su sencillez, humildad y generosidad que heredó de sus padre Moisés Catalán y Elena Maldonado. Con siete hermanos como compañía, nació en las tierras de Paillaco.
Una vez titulado de profesor primario partió hacia la Escuela Rural Santa Margarita en la Comuna de Los Lagos y luego fue hacia la Medicina, donde también ha destacado por sus cualidades humanas. Actualmente reside en Puerto Montt, otro suelo generoso que lo acogió.
Arturo Goddard Bravo Profesor Normalista normalista1949@hotmail.com
Sueldos dignos
La pandemia ha sacado a la luz la gran brecha y precariedad de los sueldos en Chile. Y como sociedad, es imperativo trabajar en esto sin importar el color político.
El sueldo mínimo "digno" al parecer genera mucha fricción política; pero creo que como empresas debemos hacer el sacrificio y comenzar por casa, buscando elevar los sueldos y así mejorar las condiciones de vida para todos los trabajadores.
No es fácil. No hay una solución mágica. Subir los sueldos debería generar un beneficio instantáneo en la vida de muchas personas, pero no debería provocar un perjuicio en la economía en el mediano y largo plazo. Promover la informalidad, imponiendo medidas que son imposibles de cumplir, sólo generará incertidumbre en el mercado. Hay que trabajar en un plan donde las empresas que puedan costearlo se hagan parte; y por otra parte, las micro y pymes puedan contar con algún apoyo gubernamental.
Ser parte del Desafío 10X es una gran ayuda para liderar como un buen ejemplo. Se trata de una iniciativa que invita a empresas a ser parte de los desafíos que nos plantea la sociedad mediante dos propuestas: que el sueldo mínimo comience desde las 22 UF y/o que no exista una diferencia mayor a 10 veces entre el sueldo menor y mayor de una empresa.
Tenemos que buscar formas de ser agentes de cambio. Plantearse el desafío y ser parte de un grupo que busca que los trabajos sean mejor remunerados, genera un círculo virtuoso en una sociedad que, a veces, parece estar estancada en discusiones que no van en beneficio de la gente.
Rodrigo Castillo Gerente General de BeFX
Quien contamine debe pagar
El otro día vi dos noticias que, al parecer, no tienen ninguna relación entre sí. La primera trataba sobre la mega sequía que vive el país y otra abordaba el proyecto de ley que reduce el impuesto específico al combustible.
Sin embargo, ambas sí están relacionadas. La emisión de gases de efecto invernadero es uno de las principales causantes del cambio climático en el planeta, al mismo tiempo, genera importantes externalidades en la salud de la población.
El mundo y Chile se mueven en dirección de descarbonizar la economía. Para poder hacer el tránsito, un instrumento eficaz para poner precio a las externalidades que generan estas emisiones son los impuestos. Cuando no se considera el costo de la emisión de contaminantes para las personas, el Estado proporciona de facto un subsidio a los combustibles fósiles.
Y eso es lo que hace el proyecto aprobado por la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados, que busca reducir el impuesto específico al combustible. Este ha alcanzado una notoria popularidad porque pega directo en el bolsillo de las personas. Y, en este caso, la sociedad se ha aburrido de tener que pagar siempre la cuenta. Lo que se necesita no es crear más subsidios a la contaminación, sino que cerrar brechas para que muchos otros sectores que hoy no están pagando, lo hagan. En palabras simples, todo quien contamine debe pagar. Aunque eso afecte a uno mismo.
Harold López Fac. Economía; Universidad de Chile