Evolución constitucional
El 26 de agosto de 2005, hace casi 16 años, entró en vigencia la Ley N° 20.050, de Reforma Constitucional. Ese día marcó el fin de la llamada Constitución de Pinochet. Ese día desaparecieron los últimos y más relevantes enclaves del autoritarismo militar respaldado por la derecha, o sea, por sus beneficiarios.
Ese día culminó un proceso que se había iniciado en 1989 y que tuvo diversas etapas, desde el inicio del Gobierno de Aylwin. El trayecto fue largo y dificultoso. RN y la UDI casi siempre lo entorpecieron. Ese día, tal como lo declaró el ex Presidente Lagos, los chilenos pasamos a tener una Constitución que nos cobijaba a todos.
No obstante, culminado el proceso, lenta y a veces imperceptiblemente, empezaron los desajustes. Éstos han contribuido decisivamente a la dispersión y al debilitamiento de la única democracia posible, la democracia liberal o representativa. Dicho en otras palabras, han generado ingobernabilidad. Me referiré a los que, a mi juicio, son los cuatro más relevantes.
El primero es el establecimiento de un sistema electoral proporcional, sin umbral mínimo de representación (porcentaje de votos mínimo para ser elegido), con cada vez mayores facilidades para los candidatos que no militan en partidos políticos (los independientes no existen, como hemos vuelto a comprobar recientemente).
El segundo es la inadecuada regulación legal de los partidos políticos, particularmente en lo relativo a los requisitos para su constitución (número mínimo de afiliados, entre otros), como a sus deberes.
El tercero son las denominadas "elecciones primarias", mecanismo que permite a los independientes afines a un sector que no está compitiendo electoralmente, definir el resultado de una elección, elección que debería haber sido resuelta sólo por los verdaderos interesados o partidarios, militantes o no.
El cuarto, es el haber sobrepasado reiteradamente el orden constitucional sin que los órganos autónomos de control, como el TC, hayan intervenido. Claro ejemplo de lo anterior es la violación del principio de igualdad ante la ley, particularmente del carácter igualitario del sufragio, lo que se expresó -en mi opinión- tratándose de la Convención Constitucional, en el establecimiento de la paridad de género y de los cupos reservados.
Estas cuatro anomalías son verdaderos tumores. No es difícil hacer el pronóstico.
Jorge Vives Dibarrart jevivesd@gmail.com
Trayectoria escolar
En Chile, cada 12 minutos un niño o niña es excluido del sistema escolar. Y apenas el 45% de los estudiantes en nuestro país consigue "sacar adelante" su trayectoria educativa en los 12 años lineales establecidos por ley.
Otra consecuencia de nacer y crecer en pobreza. Dentro de nuestro sistema educacional son los estudiantes más vulnerables quienes se ven más afectados por sus incentivos perversos y por su inflexibilidad.
En la actualidad, más de 186 mil niños, niñas y jóvenes de entre 5 y 21 años se encuentran fuera del sistema educativo sin haber completado su educación obligatoria y presentan dos o más años de rezago.
Además, de acuerdo con cifras del 2021, los efectos económicos y sociales de la pandemia del COVID-19 han sumado 40 mil estudiantes más que han dejado de asistir al sistema educativo regular.
Según datos de la encuesta CASEN 2017, pertenecen en su mayoría (62,5%) al 40 por ciento más pobre de la población, dando cuenta que la situación de exclusión educativa está relacionada con la exclusión social en la que viven, caracterizada por precariedades de todo tipo, desde violencia intrafamiliar hasta un menor acceso a distintos bienes y servicios esenciales.
Es por eso que en un esfuerzo conjunto de varias organizaciones hemos creado el primer Observatorio de las Trayectorias Educativas, para denunciar la exclusión, señalar las brechas, destacar las buenas prácticas y lograr el aprendizaje efectivo.P
Liliana Cortés Directora de Fundación Súmate
Críticas a la Convención
Muchas críticas ha recibido el trabajo realizado por la Convención Constitucional (CC) en las cinco semanas desde su instalación.
(...) Es verdad que han existido episodios parafernálicos y poco republicanos entre algunos Constituyentes, pero son muy reducidos en comparación con la enorme tarea a la que se han abocado la inmensa mayoría de ellos: generar una nueva institucionalidad, una estructura reglamentaria provisoria y operativa que les permita desarrollar adecuadamente su única pero trascendental función.
Se vislumbra cierto interés de algunos sectores en destacar lo negativo y la supuesta falta de avance en la elaboración del nuevo texto constitucional, comentarios que parecen olvidar que las y los 155 Convencionales asumieron sus funciones sin una estructura institucional que los acogiera o les diera el soporte suficiente para desarrollar su tarea, es en este contexto en el que también parece propicio recordar esa celebre frase, "Dejad que los perros ladren… que es señal de que avanzamos".
Emilio Oñate Vera Decano Facultad de Derecho y Humanidades UCEN