Los nuevos aires de la Isla Teja y sus tesoros patrimoniales
El comercio de barrio, los secretos de distintas construcciones y las tradiciones del sector son parte de un innovador proyecto que busca promover la historia local. Los responsables de "Circuito Cultural Huella Isla Teja" presentan acá algunos de sus imperdibles.
Eduardo Galaz es geógrafo y magíster (c) en Gestión e Innovación en Turismo. Llegó a vivir a Valdivia hace cinco años y en sus primeros recorridos por la ciudad, le llamó la atención la Isla Teja.
Dice que quedó prendado de aquel sector antiguo que aún conserva las huellas de un pasado industrial, mezclado con la impronta de la cultura alemana. Desde el primer momento consideró que aquello no estaba siendo lo suficientemente visibilizado, desde el punto de vista turístico y patrimonial; y que además había un alto contraste con otros puntos urbanos que tradicionalmente son las postales con las que se promociona Valdivia.
De esta forma, junto al psicólogo y actor Cristóbal Mc Intosh ideó un proyecto para poner en valor aquello que a su juicio debía tener más protagonismo. Así nació el "Circuito Cultural Huella Isla Teja", proyecto financiado por el Fondart Regional 2020 y que propone 16 hitos imperdibles de un sector con historias tal vez no tan conocidas.
"La motivación principal fue meternos en los códigos sociales propios de Valdivia, que tienen que ver con sus ríos, parques, humedales y con su gente. Esos elementos típicos están en barrios icónicos y específicos, como por ejemplo la Teja antigua, Collico o los Barrios Bajos. Es ahí donde está la identidad y no necesariamente en el turismo de masas, aquel más 'tradicional'", explica Galaz.
Orientación
Para revitalizar la Isla Teja se propuso un circuito y un mapa ilustrado impreso y descargable en formato PDF, desde el sitio www.huellaislateja.cl.
Para elaborar los contenidos hubo una investigación bibliográfica y estaba considerado un diseño metodológico de encuentros presenciales con los vecinos del sector. Aquello no pudo ocurrir debido a la pandemia. La opción entonces fue hacer entrevistas por teléfono y a través de Zoom, lo que igualmente sirvió para generar participación ciudadana en el proyecto.
Participaron cerca de 20 personas, en su mayoría quienes nacieron, se criaron y siguen viviendo en la Isla Teja. "Ellos son los testigos de la transición de cómo el sector pasó de ser rural, en un primer momento, a un lugar urbano, moderno y residencial. Hay mucho material sobre la Teja antigua. Hay distintos autores que han abordado el tema, pero desde un lado más intelectual, que es muy válido en términos académicos, pero que no se ajusta mucho al propósito de la puesta en valor de un territorio. A fin de cuentas, muy pocas personas acceden o leen los libros, por eso es que nosotros planteamos una experiencia distinta", agrega Eduardo Galaz.
Caminable
En este proyecto de turismo de intereses especiales, la Isla Teja está concebida como un museo al aire libre. En base al mapa, se sugiere un recorrido autónomo de hasta cuatro horas de duración, que puede partir por cualquiera de los puntos considerados como imperdibles.
Hay 16 hitos: Parque Prochelle, MAC Valdivia, Museo Histórico y Antropológico, Museo de la Exploración, Parque Anwandter, Casa Castaño, Muelle Los Castaños, Población de la Cervecería, Ruinas Fábrica Rudloff, Salida al Río por Calle Los Pelúes, Plaza de "Los Jubilados", Población del