Candidaturas y obras pendientes
A las próximas autoridades corresponderá completar diversos proyectos regionales que están pendientes por varios años. Quienes postulan a cargos públicos deberían comprometerse con la continuidad de proyectos que la comunidad espera y presentan grados dispares de avance.
Ayer se efectuaron las inscripciones electorales. En tal contexto es que se vuelve necesario recordar las promesas y tareas que aún se encuentran pendientes en Los Ríos y que deberán asumir las nuevas autoridades. De hecho, varios candidatos ya incorporaron a sus discursos las críticas por demoras, desacuerdo en el accionar o por gestiones no concluidas. Se entiende. Es parte de la comunicación en esta época y lo deseable -siempre- es que las preocupaciones se mantengan cuando alcancen sus objetivos políticos.
En la región hay varios temas para revisar. Entre ellos la construcción de los hospitales de La Unión, Río Bueno y Los Lagos (actualmente en etapa de licitación); la obra de 88 kilómetros de doble vía en los accesos norte y sur de Valdivia (sin claridad o con posible llamado a licitación); la finalización del Puente Cau Cau (que se licitaría en dos etapas este segundo semestre); la construcción de un nuevo relleno sanitario y planta de reciclaje (construcción paralizada por falta de un ITO habilitado para ello); construcción de un nuevo cuartel de Carabineros en Las Ánimas (con RS de Desarrollo Social) licitación aprobada en marzo y promesa de inicio de trabajos en mayo) y la construcción de siete Liceos Bicentenario (ninguno en obra; pero sí mejoramiento para ocho ya existentes).
Todos los mencionados corresponden al Plan Regional anunciado en 2018. Algunos, además, forman parte de acuerdos de programación suscritos por los ministerios con el Gobierno Regional y que suman más compromisos. El convenio de Salud, por ejemplo, incluye doce obras; y el de Obras Públicas, readecuado tres veces desde 2013 y que se desglosa en tres áreas, reúne un total de 141 propuestas de envergadura diversa (minsal.cl/dirplan.cl)
Para todos, también, se demanda inversiones sectoriales y, a juzgar por los ritmos de avance actuales -pandemia mediante, se comprende-, nada de lo nombrado se verá finalizado antes de 2023. Es decir, corresponderá a las nuevas autoridades velar por su real ejecución, considerando las respectivas atribuciones para ello. A esto,entre otras áreas, debieran comprometerse quienes hoy postulan a cargos públicos. Después de todo, también les tocará cortar las cintas, si es que la tarea se completa bien.