(viene de la página anterior)
"Lo único permanente en la vida es el cambio; así que ahora, estamos evaluando la vuelta a la presencialidad y la posibilidad de mantener, de alguna forma, los beneficios de la virtualidad, pensando en un sistema híbrido".
durante toda la vida si se dan las condiciones favorables.
¿Por qué es importante detectarlo y potenciarlo?
-Existe el prejuicio de que los niños y niñas con altas capacidades se la pueden solos. Eso está muy lejos de la realidad. Si bien, son diferentes en su capacidad de racionamiento en términos de rapidez, profundidad y análisis al procesar la información, siguen siendo niños. Por eso el apoyo que necesitan por parte de su entorno, sea familia, profesores o sus pares, es fundamental para desplegar sus talentos. Los niños y niñas con altas capacidades intelectuales destacan generalmente por su curiosidad y múltiples intereses, pero también por su intensidad y sensibilidad emocional, lo que los hace vulnerables. Pueden tener una fuerte sensación de ser diferentes, ya que sus intereses son distintos al del resto de quienes tienen la misma edad. Además, se vuelven muy intensos frente a situaciones de injusticia social o a temas como el medio ambiente y el cambio climático, y se frustran cuando los demás no pueden seguirles el ritmo en entender estos problemas complejos.
Esta disincronía en cuanto a las habilidades cognitivas y sociales o emocionales se puede traducir en desmotivación, aislamiento, deserción escolar, depresión, etc.
Como país, deberíamos cuidar los talentos, tanto por el tremendo capital humano que representan en distintas áreas del conocimiento -considerando los desafíos que enfrentamos como humanidad en el Siglo XXI- como también para contribuir a una sociedad más sana y feliz, buscando el bienestar de las personas. Es el derecho de cada individuo desplegar su potencial y los niños y niñas con altas capacidades intelectuales no pueden quedar fuera.
Como referencia, la medición estadística indica que un 10% de la población tiene altas capacidades. Llevado a la población escolar de Chile, se trata de 355.000 estudiantes. El Mineduc otorga alrededor de 2.000 becas al año. ¿Cuántos talentos estamos desperdiciando todos los años?
¿Qué rol deberían jugar los padres/apoderados y los profesores en la detección del talento en general?
-Para desarrollar los talentos es fundamental el apoyo familiar, social y escolar; de lo contrario, estos quedan latentes o se pierden. Los niños y niñas con altas capacidades necesitan entornos de aprendizajes enriquecidos, estimulantes, capaces de desafiar su pensamiento crítico y abstracto.
El paso inicial es identificar estos talentos y los primeros en darse cuenta son, muchas veces, los padres. Tanto en la familia como en las escuelas, es importante que se preste atención a las inquietudes e intereses de los niños, que pueden ser señales de un potencial de talento académico.
¿Hay desconocimiento sobre cómo proceder en ese aspecto?
-El concepto de 'altas capacidades' es relativamente nuevo en Chile y lamentablemente, bastante desconocido. Por eso muchos niños y niñas con talento pasan inadvertido, ya que el entorno no los reconoce a tiempo y, por lo tanto, no reciben la atención que necesitan para desarrollarse. La primera Escuela de Talentos - PENTA UC- fue creada recién en 2001.
Funcionamiento
ALTA-UACh es una de las siete escuelas de talentos del país. Para ingresar al programa, que implica una permanencia de siete años, se realizan capacitaciones en los establecimientos educacionales. Son instancias donde se abordan las características generales de niños con altas capacidades. Luego se realiza la identificación y nominación de quienes cumplen con los requisitos, para posteriormente hacerlos participar en una prueba de habilidades cognitivas.
¿De qué manera se puede medir el éxito de un proceso formativo en el que se ha detectado el talento académico de un niño?
-La baja deserción puede ser un indicador. Otros indicadores son la autoestima académica, el desarrollo de la creatividad y el desarrollo de las habilidades, en general.
¿Cuál es el propósito de una opción formativa en paralelo al aula tradicional?
-En cuanto a los escenarios de aprendizaje, los estudiantes con altas capacidades intelectuales representan una necesidad educativa especial. Son mucho más demandantes y se aburren en sistemas de educación estandarizados, basados en la repetición. Disfrutan mucho más trabajar en grupos con sus pares, en proyectos en base a sus intereses y que les permiten realizar investigaciones autónomas, avanzando a su ritmo.
Atender estas necesidades educativas especiales en las escuelas, requiere una dedicación de tiempo y recursos: personal especializado, preparación docente, acceso a infraestructura y redes de expertos en distintas áreas, etc. Hay distintas estrategias que pueden abordar las necesidades de los niños y niñas con altas capacidades, desde los programas de enriquecimiento extracurricular, como es ALTA, hasta las adecuaciones curriculares o metodologías basadas en proyectos y problemas con enfoque interdisciplinario. Otras estrategias, como la aceleración por curso, requieren derechamente de un cambio en la legislación.
En ALTA-UACh nos preocupamos de ofrecer una malla curricular atractiva, desafiante, de vanguardia, en áreas del conocimiento que no se reflejan normalmente en el currículum escolar. 'Anato Red', 'Comunidades simbióticas', 'Espías y códigos secretos', 'Nómadas del futuro', 'El fascinante mundo de la mecánica cuántica' o 'App Inventor son solo algunos de los cursos y laboratorios de este semestre. Los niños y niñas eligen en base a sus intereses las áreas que quieren conocer y profundizar.
¿Cómo impactó la pandemia en todo lo que se venía realizando hasta principios de 2020?
-Fue positivo, en el sentido que logramos adaptarnos rápidamente como equipo y los docentes nos siguieron en el proceso de las clases virtuales. Sin duda fue un aprendizaje importante. La virtualidad nos permitió innovar en metodologías como aula invertida y conocer nuevas herramientas y plataformas tecnológicas que facilitan un aprendizaje interactivo. También se nos abrieron las fronteras y pudimos incorporar docentes de Colombia, Argentina y Francia. Tenemos estudiantes que participan junto a sus pares de otros países en un programa internacional organizado por la Fundación Segovia, el Programa de Talentos Estrella y la Universidad Camilo José Cela de Madrid. Este semestre iniciaremos el curso 'Yo invento', otra instancia en la cual participarán estudiantes del Cono Sur.
¿Hubo inquietud sobre deserción frente al nuevo formato?
-Sí, hubo inquietud: al inicio, por la falta de conectividad y, posteriormente, por el cansancio producido por las pantallas, lo que lleva a un agotamiento emocional. Sin embargo, la Universidad Austral aportó con los chips de internet y la brecha fue disminuyendo.
El año pasado registramos una asistencia cercana a 85% lo que es una muy buena señal en términos de motivación. Los estudiantes valoraron positivamente estos espacios que les permiten -más allá del aprendizaje- intercambiar ideas con personas fuera de su circulo habitual y conocer nuevos compañeros.
En 2020, tuvimos el desafío de adaptarnos a una nueva realidad. Pero, lo único permanente en la vida es el cambio; así que ahora, estamos evaluando la vuelta a la presencialidad y la posibilidad de mantener, de alguna forma, los beneficios de la virtualidad, pensando en un sistema híbrido. Del año pasado rescatamos la alta participación y motivación, tanto de los docentes facilitadores, como de los estudiantes.
¿Cómo están proyectando el 2022, considerando que volver a la presencialidad aún no es un opción 100% segura?
Este año seguimos adelante principalmente de manera virtual y con algunas actividades presenciales. Estimamos que 2022 será al revés, con la mayoría de las actividades presenciales y algunas virtuales, para borrar barreras de territorio y acceder a especialistas internacionales y público fuera de la región, principalmente.
"El concepto de 'altas capacidades' es relativamente nuevo en Chile y lamentablemente, bastante desconocido. Por eso muchos niños y niñas con talento pasan inadvertidos, ya que el entorno no los reconoce a tiempo".
"
"