Juan Carlos Hernández G.

Cuarenta personas -damas y varones- conforman la Agrupación del Adulto Mayor Pablo Neruda de Valdivia, donde las necesidades del sector y el entusiasta trabajo de sus dirigentas abren hacia un sueño, que es fundamental para las organizaciones sociales: tener algún día su propia sede. El primer paso se produjo hace un par de semanas, con la entrega en comodato de un sitio ubicado en calle Antonio Fernández, frente a la rotonda que marca la separación entre las poblaciones Pablo Neruda y Yáñez Zavala.

Pero, el entusiasmo de los mayores representados por María Maldonado (presidenta), María Vidal (secretaria) y Rosa Moraga (tesorera) choca con algunas indiferencias en el camino. Es así como la también vocera Rosa Moraga hace un llamado, especialmente a las nuevas autoridades municipales, para que les ayuden a construir e implementar una "casa propia" para el grupo, donde no hay dinero, pero sí muchas aspiraciones por cumplir.

TRABAJO Y ESPERANZA

¿Cómo desarrollan su trabajo?

-En toda población hay personas buenas y malas. Donde yo vivo, no tengo problemas con nadie, todo lo contrario, saludo a medio mundo. A la juventud de hoy se le puede aconsejar, pero siempre hace lo que quiere y donde hay problemas de conducta es en el sector de la rotonda. Como grupo, nosotros empezamos en el Cecosf de la Pablo Neruda, al alero del programa Mas Ama (Más Adultos Mayores Autovalentes), pero el espacio se hizo chico y nos cambiamos a los salones comunitarios, frente a la rotonda, donde empezamos a trabajar con manualidades, bordados, telares, de todo. Después vino la pandemia. Tenemos mujeres y hombres en la agrupación, incluso un abuelito de cerca de 90 años, que es muy cooperador.

¿Ahora cuentan con un sitio en comodato?

-Sí, frente a la rotonda, en la calle Antonio Fernández. En ese sitio se iba a hacer parte del jardín infantil Ensueño, pero quedó desocupado y solo servía para que algunos vecinos boten basura y que algunos muchachos vayan a drogarse y tomar. Ahora lo tenemos en comodato y hemos pensado que algún día podemos tener ahí nuestra sede social, donde hacer nuestros trabajos, nuestros talleres de gimnasia, tener tardes recreativas y un invernadero.

¿De qué o de quiénes depende que tengan su sede social?

-De quien se decida a ayudarnos un poco más. Somos parte de varios programas: del Mas Ama del consultorio; de Vínculos de la municipalidad; del Padam (Programa de Atención Domiciliaria Adulto Mayor) del Hogar de Cristo, todos nos han ayudado bastante. La verdad es que esperamos en Dios que la alcaldesa de Valdivia nos pueda apoyar, aunque sea con una mediagua donde podamos reunirnos. Hace poco la invitamos a la entrega del comodato, pero no llegó nadie de la municipalidad y nos sentimos abandonados. Suponemos que alguien no le entregó la invitación. Esperamos que esto se supere y tengamos su apoyo.

¿Cómo han vivido este casi año y medio de pandemia?

-Ha sido muy, muy complicado. Tuvimos una socia que falleció, porque primero estaba enferma, luego se deprimió y terminó por morir. Dolió en el alma no poder ayudarla de otra manera. En nuestro grupo, todas las socias son empeñosas y trabajadoras, pero necesitamos apoyo, porque solas no podemos. Por ejemplo, en este momento no tenemos ni un peso, así que nos vamos a juntar para ver cómo reunir algo para nuestras necesidades básicas.

¿Qué llamado hace a sus socios (as) y vecinos (as) respecto a la salud en este momento?

-La mayoría estamos con la tercera dosis de la vacuna contra el covid-19 y la vacuna contra la influenza. Desde el Cecosf nos llaman y atienden. Pero de todas maneras, les pido que se cuiden y mantengan uso de mascarilla, lavado de manos y usar el alcohol gel, porque el virus no ha terminado.

"Hace poco invitamos a la entrega del comodato, pero no llegó nadie de la municipalidad y nos sentimos abandonados. Suponemos que alguien no entregó la invitación..."

Rosa Moraga Zambrano, Dirigenta de adultos mayores

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Actividad Rosa Gabriela Moraga Zambrano nació en Reumén, el 24 de octubre de 1946. Su padre fue Manuel Moraga, funcionario de Ferrocarriles del Estado; y su madre Rosa Zambrano, dueña de casa, quienes tuvieron 13 hijos y de los cuales sobreviven ocho. Luego de estudiar en las escuelas de Lastarria y Máfil, Rosa Moraga Zambrano derivó temprano al mundo del trabajo, principalmente en el cuidado de niños en casas particulares. Posteriormente contrajo matrimonio con Zenén Cortés Villablanca y fueron padres de cuatro hijos: Jorge Alejandro, Jaime Rodrigo, Sandra del Carmen y Ana Gabriela; además de abuelos de once nietos. Como dirigenta social, en la actualidad es tesorera de la Agrupación del Adulto Mayor Pablo Neruda de Valdivia, que reúne a 40 socias y socios de dicho sector habitacional. También se desempeña como vocera de la presidenta de la organización, María Maldonado.

En nuestro país, el envejecimiento de la población y los nuevos conocimientos y avances en la geriatría, han logrado modificar y por sobre todo mejorar el enfoque del sistema de salud, desde una mirada curativa a una mirada preventiva.

Hoy en día, el principal objetivo es mantener las funciones normales del organismo y colaborar en mejorar las respuestas adaptativas, de manera de responder de mejor forma ante los cambios esperables que ocurren en esta etapa.

Una de las funciones que frecuentemente se ve disminuida es la capacidad adaptativa con el medio. Principalmente en los meses de invierno, los adultos mayores están expuestos a diversos agentes contaminantes y de forma natural, a la aparición de virus que afectan al sistema respiratorio, que constituyen el principal factor de riesgo de padecer enfermedades respiratorias.

Esto cobra mayor importancia, debido a debilidad del sistema inmune y a los cambios fisiológicos del aparato respiratorio.

Para evitar estas situaciones y prevenir problemas mayores, se recomienda controlar y evitar la exposición a contaminantes intradomiciliarios (humo de estufas, tabaco, polvo y ácaros de alfombras, etc).

A su vez, es recomendable evitar el contacto directo con gente que padece de alguna enfermedad respiratoria, más aún en estos tiempos de Covid-19; lavado de manos frecuente para evitar la cadena de contagio; el uso de mascarillas y de forma especial, realizar de manera oportuna la vacunación contra las enfermedades de la época.

En Chile, las campañas de vacunación, la educación y los programas dirigidos a los adultos mayores han reducido de manera significativa la estadística de morbilidad y mortalidad por enfermedades respiratorias en este grupo etario, lo cual es todo un éxito para la salud chilena y este modelo con enfoque preventivo.

Claudia

Palma