El clamor de un niño afgano revela una frágil situación humanitaria: "Por favor, sálvenme"
TALIBANES. El menor de 10 años es de la perseguida minoría chií y se hizo conocido por diseñar una camiseta de Lionel Messi con bolsas de plástico. "Estoy atrapado", dice. El rechazo a refugiados crece: Pakistán y Sudáfrica no aceptarán migrantes afganos.
Tras la retirada de las tropas extranjeras de Kabul, miles de afganos y afganas quedaron atrapados en suelo nacional bajo poder talibán, muchos asustados y con la intención de huir a otro país, pero sin saber cómo ni por dónde. Uno de ellos es un niño de diez años que se hizo conocido en 2016 cuando confeccionó una camiseta del futbolista argentino Lionel Messi con bolsas plásticas. El menor y su familia piden ayuda desesperados, mientras diversos países siguen cerrando sus fronteras para impedir la llegada de más refugiados afganos.
"Estoy atrapado en casa y no puedo salir porque tengo mucho miedo a los talibanes", dijo a Efe Murtaza Ahmadi, que saltó a la fama cuando se hicieron virales sus fotografías donde vestía la prenda hechiza con franjas celestes y blancas de la Selección argentina, el apellido de Messi y el número "10" dibujados en la espalda.
Aquellas imágenes, que le permitieron conocer a su ídolo en persona en Qatar, le han dado más desgracias que alegrías, debido a que su fama repentina trajo consigo amenazas de extremistas e incluso miedo al posible secuestro del pequeño, tras especulaciones sobre que la estrella deportiva le había hecho una gran donación a su familia.
La dramática situación del niño, que ahora tiene diez años, lo llevó incluso a Pakistán, donde llegó con su familia a pedir asilo a Estados Unidos sin éxito, o a vivir en otras provincias afganas, incluida Kabul, a donde huyeron por primera vez a toda prisa en 2018, dejando en casa la pelota y las camisetas firmadas que le había regalado Messi.
De vuelta en su aldea natal en la provincia de Ghazni, hace dos meses tuvo que volver a huir hacia Kabul por ataques talibanes, donde no se esperaban el frenético ascenso insurgente.
Ahora temen por su vida, dado que además pertenecen a la atacada minoría chií hazara, objetivo constante de ataques fundamentalistas, sobre todo del grupo yihadista Estado Islámico (EI).
"Quiero viajar a un lugar seguro desde Afganistán. Por favor, sálvenme de esta situación", rogó el niño, que pidió ayuda a los futbolistas del mundo, en especial a Messi.
Avalancha migratoria
Al igual que Murtaza y su familia, miles de afganos y afganas buscan cómo escapar del país mientras el aeropuerto de Kabul continúa cerrado.
"Frente a esa terrible tragedia, hay países que han dicho: no queremos refugiados. ¿Cómo se puede decir eso?", reclamó el primer ministro italiano, Mario Draghi, ante la Unión Europea después de que países como Grecia y Hungría se negaran a recibir afgano, temiendo una avalancha migratoria que "no están en condiciones" de recibir.
La situación para quienes no lograron ser evacuados se encumbró aún más después de que el vecino Pakistán decidió no entregar estatus de refugiado a ningún afgano y reforzó su frontera.
Sajid Majeed, director general adjunto del cuerpo fronterizo de la provincia Khyber Pakhtunkhwa, dijo que la frontera de 2.640 kilómetros con Afganistán fue "totalmente asegurada", agregando que la valla divisoria en construcción tiene un avance de 98%.
Por su parte, el Gobierno de Sudáfrica se declaró "incapaz" de poder acoger a refugiados que huyeron de Afganistán, en respuesta a varias peticiones para recibir a afganos que escaparon a Pakistán y no fueron bienvenidos.
"El bienestar de los refugiados se logra mejor permaneciendo en el primer país de llegada, Pakistán, a la espera de sus destinos finales", dijo el Gobierno.
Lugares de detención
Por otra parte, Naciones Unidas manifestó preocupación por quienes se encuentran detenidos en distintos puntos de Afganistán, debido al riesgo de "torturas" por parte de los talibanes, de quienes se teme una persecución masiva a funcionarios del Gobierno derrocado y colaboradores de Occidente.
En tanto, Rusia instó a la comunidad internacional a no permitir que Afganistán se convierta en una crisis humanitaria, y está evaluando entregar ayuda a Kabul.
2016 saltó a la fama el pequeño Murtaza Ahmadi, que vive bajo amenaza de extremistas islámicos.
98% de avance tiene la valla divisoria entre Afganistán y Pakistán, una frontera de 2.640 kilómetros.