Cueca, más que baile nacional
La danza de Chile llena espacios en estos días, pero en Los Ríos está presente todo el año, con grupos, bailarines y cultores. La invitación para estos días es valorar esa tradición y animarse a bailar, porque -aunque tiene reglas- se puede disfrutar con libertad. Por eso perdura.
Muchas son las manifestaciones que tiene el patrimonio nacional. Materiales e inmateriales. La música y la danza pertenecen a esta última categoría y la cueca lidera la lista cuando se pregunta por lo más tradicional, lo que tiene raíz folclórica; es decir, aquello que se comparte a través de las generaciones, pertenece a un conocimiento popular y su expresión se hace propia en cada lugar; de ahí las del norte, del centro y el sur.
Como toda la cultura nacional, la cueca es mestiza y evoluciona. Llegó con los españoles trayendo raíces árabes y, muy luego, los afrodescendientes, le agregaron ritmo, sonoridad y movimiento. Creció en los salones y en los puertos; pero no es sencilla. Al contrario. Sigue reglas estrictas en la música y más en la forma poética: inicia una cuarteta de versos octosílabos que riman asonantes, intercalados entre sí; una seguidilla de siete versos unos con siete sílabas y otros con cinco; y remata con un pareado de dos versos consonantes.
En 1979 fue declarada baile nacional por un decreto que buscaba uniformar identidades y en las últimas décadas ha vivido una revalorización importante. Prueba de ello es que en 2018 fue instaurado el Día Nacional del Cuequero y la Cuequera, eligiéndose el 4 de julio como fecha oficial, en homenaje al natalicio del cantor Nano Núñez, "padre" de la llamada cueca urbana.
En Fiestas Patrias parece lógico hablar de estos temas; pero en lugares como Los Ríos están presentes todo el año. Un ejemplo es el evento "Cuecas sin parar", que ya tiene 18 versiones organizadas por el Conjunto Folclórico Renacer, Brotecito y Las Quilas, en recuerdo de su fundador Juan Pérez Arcos. En pandemia ha sido online, pero la invitación sigue igual: muchas horas para bailar, cantar y escuchar.
También la región suma parejas campeonas nacionales en distintas categorías, algunos de los cuales participaron en el esquinazo organizado por la Municipalidad de Valdivia el jueves en el inicio de las celebraciones oficiales, que serán acotadas por la pandemia, pero llenas de sentido, como siempre.
La invitación para estos días es valorar esa tradición que pertenece a todos y todas. También animarse a bailar, porque -aunque tiene sus reglas, como se dijo- se puede disfrutar con libertad. Por eso perdura.