Investigadora chilena demuestra que los delfines suDamericanos sobrevivieron a la extinción
HALLAZGO HISTÓRICO. Tras encontrar parte del cráneo de un fósil marino en Norteamérica, la científica determinó que el cetáceo se emparenta con el actual delfín rosado de la cuenca del Amazonas y con el del Atlántico de Brasil.
Agencias/ Redacción
Un fósil correspondiente a parte del cráneo de un delfín marino del final del período Neógeno de Carolina del Norte, perteneciente en ese momento a la costa atlántica de Estados Unidos, fue pieza clave para la investigación que determinó que este cetáceo está cercanamente emparentado con el actual delfín rosado de la cuenca del Amazonas y con el delfín de La Plata, clásicos de la costa atlántica de Argentina, Brasil y Uruguay, respectivamente.
Así lo reveló un estudio realizado entre Chile y Estados Unidos, publicado en la revista alemana Fossil Record, que demuestra que los delfines rosados, propios de los ríos suramericanos, son supervivientes de una familia que en el pasado también vivió en el mar y tuvo una distribución mucho más extensa de la que se sabía hasta ahora.
Según una de las autoras del trabajo investigativo, la chilena Carolina Gutstein de la Universidad de Chile, "siempre se pensó que era un grupo exclusivamente sudamericano, pero los fósiles nos cuentan que estos delfines eran cosmopolitas, registrando una nueva especie en las costas de América del Norte", recalcó.
Gracias al hallazgo de un buzo, paleontólogos del Museo Nacional de Historia Natural de Estados Unidos y del Museo Marino de Calvert, lograron determinar que el cráneo corresponde a un delfín marino extinto, clasificado con el nombre científico de "Isoninia borealis".
De esta manera, Gutstein clarificó que las características morfológicas únicas que lo emparentan con el delfín rosado, "indica que su distribución actual es un relicto de una distribución mucho más extensa en el pasado".
Sobrevivientes
El estudio exhibe nuevos antecedentes sobre los extintos ancestros oceánicos de los delfines de río modernos y sustenta la hipótesis de que solo sobrevivieron aquellas especies que invadieron con éxito los cauces de agua dulce de América del Sur.
En esa línea, la investigadora nacional aclaró que el espécimen encontrado corresponde a un individuo maduro de aproximadamente dos metros de longitud que vivió hace unos 7 a 5 millones de años, en el Mioceno Tardío.
Esta nueva especie habría compartido su hábitat con el Meherrinia, otro género de delfín de la misma familia, cuyos fósiles se han encontrado en la misma zona del hallazgo.
En esa época habrían aparecido los primeros ancestros del ser humano en África, y posteriormente habría surgido el istmo de Panamá, que conectó América del Norte con América del Sur, fenómeno geológico que habría impulsado un intenso intercambio de flora y fauna entre ambas regiones.
Pese a que la causa de la desaparición de estas especies aún es un interrogante, una de las hipótesis se refiere al enfriamiento general de las aguas durante ese período. Desde ese momento la mayor presencia de delfines modernos corresponde a la familia "Delphinidae".
7 a 5 millones de años vivió el especimen fósil de delfín encontrado en Carolina del Norte.