Discusión sobre kínder obligatorio
Proyecto que amplía la cobertura escolar chilena de 12 a 13 años fue rechazado en el Congreso. Pero requiere de más análisis. Un 94% de los establecimientos particulares y un 59,3% de los subvencionados ya imparten kínder; pero sólo un 37% de los municipales incluye esta opción.
Al Senado debe pasar ahora la reforma a la Ley de Educación que establece al kínder como curso obligatorio, ampliando de 12 a 13 años el sistema escolar garantizado en Chile. La discusión ha sido larga. El proyecto fue rechazado en la Cámara de Diputados, luego el gobierno envió el veto aditivo con modificaciones; ahora fue nuevamente rechazado, con 61 votos en contra y cinco abstenciones (requería 89 a favor). Los representantes regionales votaron dos a favor (Berger y Von Mühlenbrock); dos en contra (Ilabaca y Rosas), mientras que Flores no votó.
El tema es polémico. Existe acuerdo transversal en que la educación preescolar está en la base de una enseñanza de calidad y es la ruta para disminuir brechas; sin embargo, hay puntos de vista muy diversos respecto de su aplicación. En ello radica lo difícil que ha sido el avance legislativo.
Actualmente el kínder es el equivalente al nivel "Medio Mayor" (5-6 años de edad) de los jardines infantiles. También hay escuelas que lo imparten y ahí comienzan las diferencias de oportunidades: mientras un 94% de los colegios particulares cuenta con esta cobertura; los subvencionados lo hacen en 59,3% y los municipales, en un 37%.
Hasta ahora la asistencia a esos niveles no es obligatoria, a pesar de que existe una reforma constitucional de 2013 que consagra al kínder como un requisito de ingreso a la educación básica. La meta del proyecto es aplicar esa disposición.
La crítica se basa en que la propuesta del Ejecutivo no sería explícita sobre financiamientos y condiciones de implementación. Además, se rechaza la "escolarización" temprana. Quienes están a favor, en cambio, aluden a los beneficios de un acercamiento al sistema educativo formal, tanto por los aspectos pedagógicos (aprendizaje mediante juegos, incorporación de hábitos, autonomía, vínculos, identidad y convivencia pacífica, etc.), como por la protección social que desde él se brinda.
Se trata de una decisión importante y necesita análisis más allá del momento político actual. Para Los Ríos no es menor, pues aquí hay solamente 408 establecimientos que imparten educación pre-escolar (La Araucanía son 1.018 y en Los Lagos, 800) y sus niveles de asistencia son los más bajos de Chile, con un 58%, mientras que el promedio nacional es de 75%.