Todo Nulo
El proceso de elaboración del proyecto de nueva Constitución, que cuando corresponda deberá ser sometido a ratificación plebiscitaria, está regulado por la Constitución vigente, que seguirá vigente si la Convención no es capaz de ponerse de acuerdo en torno a un nuevo texto o si éste es rechazado por la mayoría de los ciudadanos en el llamado plebiscito de salida.
Entre estas normas regulatorias están los artículos 6° y 7° de la Carta Fundamental, disposiciones que prescriben: a) que todos los órganos del Estado, también la Convención, deben someter su acción a la Constitución y a las normas dictadas conforme a ella. Asimismo, al actuar deberán garantizar el orden institucional de la República y, b) que los actos realizados fuera de su competencia, son nulos.
El artículo 133 de la Constitución, parte integrante de su Capítulo XV y no disposición transitoria como han manifestado algunos convencionales algo confundidos, establece:
1° Que en su primera sesión, la Convención deberá elegir a un Presidente y a un Vicepresidente por mayoría absoluta de sus miembros en ejercicio. En efecto, así fueron elegidos la sra. Loncón y el sr. Bassa. No obstante, días después se ampliaron de una a nueve las vicepresidencias, vulnerándose así el texto constitucional. Sabido es que en derecho público las normas deben interpretarse en sentido estricto, literal. Este acuerdo o resolución contraviene la norma regulatoria y por lo tanto, es nulo.
2°Que la Convención deberá aprobar el Reglamento de Votación de las normas de la nueva Carta, por un quórum de dos tercios de sus miembros en ejercicio. En estos días la Convención está votando varios Reglamentos, no solo el de Votación de las normas de la nueva Constitución. Con todo y sin perjuicio de lo relativo al quórum, es posible señalar, desde ya, que todos los Reglamentos aprobados, distintos al de Votación, son nulos. Exceden la competencia de la Convención. Respecto del Reglamento de Votación, éste fue aprobado en general por la mayoría absoluta y no por los dos tercios exigidos por la Constitución vigente. De esta forma, también es nulo.
Frente a este cúmulo de infracciones abiertas y graves a las normas regulatorias del proceso constitucional, resulta imperioso, a lo menos, deducir ante la Corte Suprema el recurso especial de reclamación establecido en el artículo 136 de la Constitución.
De no hacerlo, no nos quejemos después.
Jorge Eduardo Vives Dibarrart Abogado jvivesd@gmail.com
Primavera
Las flores multicolores y los dulces trinos de las aves invaden sonrisas y espíritus; las amarillas hojas otoñales se han ido de un calendario más del tiempo. Bienvenida hermosa Primavera. Los ánimos cambian, la alegría crecerá y la gente disfrutará de tardes hermosas sobre todo en nuestra plaza donde las palomas que nos han extrañado tanto tiempo -y nosotros a ellas- con su bellas alas reciben la cálida llegada de una estación para disfrutarla en cada día.
Así vamos caminando, de a poco sin apresurarse, en un año más que comienza quizás a despedirse.
Abramos nuestros espíritus para recibir a la bella Primavera para seguir el camino de nuestras vidas.
Arturo Goddard Bravo Profesor Normalista normalista1949@hotmail.com
Buen uso de impuestos
Como persona natural Contribuyente y clienta cautiva del Servicio de Impuestos Internos de Chile, solicito encarecidamente al Gobierno y a todos los políticos de la República ajustar sus gastos a la realidad país antes de siquiera pensar en aumentar los impuesto directamente o indirectamente a aquellos que honestamente ponemos día a día el hombro dispuestos a contribuir solidariamente y cumplir con nuestro deber republicano.
Ximena Ramírez cramirezc@uc.cl
Cines valdivianos
El día 29 de septiembre, celebramos el Día del Cine. Un buen momento para recordar los cines valdivianos y lo que nos legaron. Desde la década del 50 muchos nos deleitamos con las proyecciones del séptimo arte, que se presentaban en el Cervantes, Alcázar, Central, Valdivia (desde lejos, tristemente, lo vi morir, abrazado por el fuego) y el Alemán.
El cine, nos abrió una gran ventana al mundo, porque entonces no podíamos ni soñar con los libros, por lo onerosos.
En las vitrinas de las antiguas y desaparecidas librerías de calle Picarte, mirábamos curiosos, las misteriosas y atractivas portadas, de los inaccesibles y carísimos títulos de libros y autores de repercusión mundial. Pero gracias a la magia del celuloide, pudimos ver, conocer y llegar a ser fervientes lectores, con el tiempo, leyendo clásicos, adaptados al cine, como "De aquí a la eternidad ",( James Jones)," Las uvas de la ira" y "Al este del paraíso" (John Steinbeck), "Cumbres borrascosas", (Emily Bronte), "La hora 25"(Virgil Gheorghiu), algunos capítulos de las obras de Shakespeare y Charles Dickens,etc.
Luis Omar Sepúlveda Navarro doncoyosepulveda@gmail.com