Octubre es el mes para la concientización sobe el cáncer de mama y el llamado a nivel nacional es a prevenir, a través de la realización de mamografías, un examen que es capaz de registrar lesiones riesgosas a tiempo, dando la alerta para que se inicien tratamientos oncológicos. Y eso es muy importante, porque la enfermedad tiene una altísima posibilidad de curación, siempre y cuando la detección sea precoz.

Lamentablemente, no es sencillo que todas las mujeres puedan acceder a este tipo de controles, aunque ellos se encuentran en la base de los exámenes garantizados para la Isapres y en los chequeos de salud en consultorios. Baja disponibilidad de mamógrafos, residencia en lugares apartados, falta de información y la tendencia femenina -negativa, pero frecuente- a postergar la propia salud, juegan en contra.

Durante la pandemia, además, las posibilidades de acceder a estas atenciones han disminuido. De acuerdo a cifras de la Asociación de Clínicas de Chile el diagnóstico del cáncer mamario en el país bajó un 33,3% comparando 2019 con 2020. En Los Ríos, según la cuenta pública del Servicio de Salud de Valdivia (SSV), en 2019 se realizaron casi 17 mil mamografías, pero en 2020, solo 7.600.

En este contexto es que adquiere importancia el trabajo desarrollado en la región por el Mamógrafo Móvil, vehículo del SSV equipado para este tipo de exámenes con máxima tecnología y que fue el primero en su tipo a nivel nacional. Inició sus funcionamiento en 2017, realizando más de 2.500 mamografías atenciones anuales, de acuerdo a antecedentes publicados en octubre de 2019. Pero ahora su continuidad ha sido lenta, pandemia mediante.

La organización Sumemos Salud de Valdivia llamó la atención sobre este último punto y envió cartas a las autoridades locales y nacionales pidiendo que el servicio se reponga a sus niveles anteriores a la crisis sanitaria, que reciba apoyo y pueda ampliar su cobertura, para que más pacientes tengan opciones de ser testeadas en el momento adecuado.

Claramente ese llamado necesita respuestas, como también un respaldo a través de entrega de información a la comunidad. Octubre es el mes dedicado al tema, pero resultaría positivo que durante todo el año se mantengan las campañas.

En el marco de una discusión constitucional cabe preguntarse cuál será el rol que encargaremos a la educación pública y como se configurará la relación entre educación pública y educación privada, para transformarla en virtuosa en beneficio del país.

Al analizar la realidad comparada tomando como referencia la Unión Europea (UE), podemos identificar que la mayoría, 60% de los países, concentran a 9 de cada 10 estudiantes de primaria y secundaria en escuelas públicas, en contraste con los menos de 4 estudiantes de cada 10 que registra Chile. Países como Estados Unidos, Israel, México o Nueva Zelandia también concentran su matrícula principalmente en la educación pública (Entre 80 y 90%).

Más allá de la representatividad de nuestro modelo en el sistema educativo, respecto de la realidad internacional, es adecuado analizar si cumple o no con las necesidades de las comunidades y si el resultado final es el esperado en términos de calidad. En ese sentido es prudente analizar si los indicadores de calidad de la educación cumplen nuestras expectativas.

El Centro de Justicia Educacional de la Pontificia Universidad Católica de Chile analizó los resultados PISA 2015 y sus conclusiones muestran que el "Chile Particular Pagado" ocupa el 5º lugar del ránking, estando ligeramente por debajo de países de alto estándar educativo, como Japón o Singapur y superando a países con los que habitualmente nos comparamos, como Canadá, Finlandia y Corea. En cuanto al "Chile Particular Subvencionado", este ocupa el lugar 44, con puntajes similares a Bulgaria o Grecia. Por último el "Chile Municipal" ocupa el lugar 59, con un rendimiento parecido al de Costa Rica o México.

Mejorar los resultados de la educación pública es un desafío urgente, pues no existe experiencia exitosa en el mundo en que el pilar no sea la educación provista por el estado, tampoco es posible pensar en justicia social y desarrollo si el estado no es capaz de garantizar una educación púbica gratuita y de calidad.

El ejercicio constituyente que actualmente se desarrolla, nos sugiere entrar en análisis y discusiones de fondo, que nos proporcionen, con acuerdo de 2/3, la mirada de largo plazo necesaria, que permita construir el plan adecuado para dar el salto de calidad, que nos permita aspirar a un estado de desarrollo, desde el fundamento más sólido conocido: la educación y formación de las personas.

Ramón Rubio

Ramón Rubio D. Rector CFT de Los Ríos.