Casi un 90 por ciento de los colegios de la región de Los Ríos ha regresado a actividades presenciales o semipresenciales. Para cumplir con el regreso, cada establecimiento ha debido aplicar múltiples protocolos de prevención sanitaria, que van desde cumplir aforos, hasta horarios diferidos, instalación de purificadores de aire y, por supuesto, la mantención estricta de uso de mascarillas, alcohol gel en las salas y práctica constante de lavado de manos. Es decir, cambio de hábitos para los niños y niñas, como también para los docentes; algo que sin dudas se quedará en el tiempo de manera indefinida.

¿Es positivo este nuevo escenario? Todos los análisis indican que sí. Desde la perspectiva sicológica, es claramente favorable por la socialización con pares, la recuperación de cierta normalidad de la vida cotidiana y el aprendizaje sobre la superación de dificultades. Desde lo pedagógico, por supuesto, debido a que la interacción persona a persona, influye en la calidad del aprendizaje. También -y de manera muy importante- desde lo social, pues los jardines infantiles, escuelas y liceos son canalizadores de beneficios y de programas de protección como la alimentación .

En la práctica, además, hay aspectos muy relevantes. Uno es que el reencuentro ya no se comprende sin el uso de la tecnología como herramienta de enseñanza y otro, que ahora existe obligación -por sentido común y precaución- de terminar con los grupos numerosos por sala, algo tan frecuente sobre todo en el sistema municipal. Hoy ya no se podría tener a 35 estudiantes (que es el promedio por curso en Chile; solo un 5% tiene más de 40) en aula al mismo tiempo; aunque estén vacunados.

Esas son herencias de la pandemia que se debiera conservar. Lo mismo debiera ocurrir con la priorización de inversiones desde los sostenedores y desde el Estado para disminuir las brechas digitales que afectan a los escolares, en especial en las zonas rurales y áreas con escasas posibilidades de continuidad de educación básica-media, más aun considerando que el primero medio es el curso con mayor porcentaje de abandono estudiantil. Seguir proporcionando equipos y conexiones garantizadas permitirían que la distancia nunca más vuelva a ser un factor de deserción y de desigualdad en nuestra región.

A 14 años de la creación de la Región de Los Ríos, hoy nos toca actualizar la Estrategia Regional de Desarrollo, el principal instrumento de planificación de nuestro territorio que dotaría a la nueva institucionalidad regional de un proyecto de progreso hasta el 2019.

Ahora, ¿Por qué nos debe importar este mecanismo a una comuna como la nuestra? Una de las cosas que debemos dejar claro en la actualización de este instrumento, es que es necesario buscar nuevas lógicas de cómo organizar y planificar estas políticas a nivel regional. Por tal motivo, el que se estén desarrollando cabildos en distintos puntos de las 12 comunas, es una oportunidad real de vinculación para que las comunidades planteen cuáles son las necesidades de las personas, tomando como base que las realidades de las comunas han ido modificándose desde que se creó la región. Considero, desde mi perspectiva, que uno de los sellos de esta nueva Estrategia Regional de Desarrollo debe estar en la conservación del medio ambiente como parte identitaria de Los Ríos. No es menor la larga lucha que llevan movimientos sociales en el rechazo, por ejemplo, de la instalación de una represa en la cuenca del Río San Pedro, por la defensa de los humedales, del agua, del río Cruces, entre tantas otras. Estas han sido luchas transversales que ha dado la comunidad de manera organizada y se transforman en parte de la identidad de Los Ríos.

De igual forma tienen que existir ejes comunes articuladores en esta Estrategia Regional de Desarrollo, y estos no los otorgan los límites políticos - administrativos, sino que van más allá de ellos y en vinculaciones entre varias comunas. En el caso de Los Lagos, por ejemplo, no podemos pensar en un turismo comunal si no se trabaja de forma relacionada con Panguipulli, Valdivia o Máfil. Es imposible.

Por eso se debe elaborar estrategias por zonas, ya que son miradas que van más allá de los límites comunales, pensando en este caso en una articulación en torno a una cuenca. Lo mismo ocurre con la potencialidad del Mocho Choshuenco y las comunas que tienen acceso a él y una serie de otros temas donde es importante trabajar entre varios municipios.

Por eso, el llamado es a participar de la instancia de actualización de esta estrategia, empoderarnos de ella como ciudadanos de Los Lagos pertenecientes a una región nueva, que tienen potencialidad, dejando en claro cuales son nuestros temas prioritarios como comuna para los próximos años trabajado desde el territorio. Solo así se podrá validar un instrumento tan importante como lo es la Estrategia Regional de Desarrollo de la Región de Los Ríos.

Aldo Retamal

Alcalde de Los Lagos