Poner a la región siempre primero
En un escenario complejo, se debe honrar la confianza que los electores han puesto en las personas, más que en las banderas. Mantener la mirada en la gente de Los Ríos, por sobre bancadas, ideologías, conveniencias, proyecciones personales, agendas particulares...
Luego de las recientes elecciones y con una participación ciudadana histórica, que en la región marcó 46% y fue una de las más altas del país, Los Ríos y Chile se preparan para la segunda vuelta. Mientras esa efervescencia avanza, es bueno también volver la mirada hacia los parlamentarios y los consejeros regionales recién designados por la comunidad como sus representantes en el Congreso y en el Core, respectivamente. Sobre todo, para señalar la necesidad de que ellos tengan la capacidad de poner a la región primero, siempre.
Cuando la mayoría de los ciudadanos vota, no lo hace pensando en un partido político, sino en los seres humanos que tiene al frente y que, confía, podrán aportar desarrollo al lugar donde se vive. Claramente hay tendencias preferentes, pero las decisiones finales suelen ser "cruzadas". De otra manera no se explica que ganara la opción Kast en diez de las doce comunas, pero los congresistas sean cinco de oposición y tres de la tendencia del actual gobierno; o que de los 14 cores, nueve adhieran a la centro-izquierda.
Esa confianza depositada en las personas más que en sus banderas, debe ser honrada por los elegidos. Y una forma es buscar puntos de acuerdo, de trabajo conjunto, mirando en la misma dirección cuando se trata de desarrollo local. Por ejemplo, el discurso por enfrentar el déficit habitacional, la descentralización, la igualdad de oportunidades, cruza a todos los programas ¿sería posible consensuar vías comunes para lograr objetivos y generar propuestas con una mirada desde la región?
La misma idea vale para los Convencionales Constituyentes, a quienes hasta ahora y salvo excepciones puntuales, se les ve trabajando en solitario. También para los alcaldes, que tienen muchas tareas conjuntas por las cuales acelerar el paso y deben sumar sus enormes capacidades con un sello local, más allá de los pensamientos dispares que legítimamente mantengan.
Poner a Los Ríos primero. A la gente de Los Ríos, por sobre bancadas, ideologías, conveniencias, proyecciones personales, agendas particulares, es el llamado evidente ahora. Más todavía en este momento de polarización, cuando las posiciones contrapuestas podrían llevar a acciones y divisiones difíciles de recomponer después.