Gobierno de Perú califica como golpe de Estado la moción para destituir a Castillo
POLÍTICA. El presidente acusó que sus opositores "quieren recuperar el poder" y buscan "desestabilizar el país", mientras que el ministro del Interior aseguró que se trata de un movimiento que vulnera la voluntad popular.
La moción para destituir al presidente Pedro Castillo, presentada en el Parlamento peruano por un grupo de partidos opositores de derecha, generó el rechazo del mandatario y fue calificada como un intento de golpe de Estado por sus ministros.
Castillo acusó a las élites y a los partidos que promueven su destitución de desestabilizar el país cuando apenas lleva tres meses en el cargo.
Durante su intervención en el Encuentro Nacional de Rondas Campesinas (guardias rurales), Nativas y Urbanas de Perú, el gobernante aseguró que los promotores de su destitución "no toleran que un profesor rural y agricultor haya llegado a la presidencia".
"Esos mismos grupos que quieren negar la participación de un Gobierno, cuyos resultados electorales nos han traído acá y que estos años se han dedicado a socavar la institucionalidad, pretenden desestabilizar el país", agregó.
"El problema no es Pedro Castillo, lo que quieren es recuperar el poder para seguir manoseando y manipulando con los grupos de poder", zanjó el mandatario.
La moción para destituir al mandatario fue presentada formalmente en el parlamento tras reunir las 26 firmas necesarias, procedentes de congresistas de partidos derecha como el fujimorista Fuerza Popular, el ultraderechista Renovación Popular y el neoliberal Avanza País.
"golpe incipiente"
Más enfáticos fueron algunos de los ministros del Gobierno de Castillo, que no dudaron en tildar de golpe de Estado la iniciativa de la derecha.
"Este es un golpe de Estado, es claramente una vulneración a la voluntad popular y le he expresado al presidente que salga a expresar sus opiniones y que se comunique más con la prensa", dijo el ministro del Interior, Avelino Guillén, al canal RPP Noticias.
El titular de la cartera de Interior advirtió que la moción de vacancia es una nueva arremetida de la derecha que no aceptó la derrota de Keiko Fujimori en las urnas, quien denunció un fraude electoral que nunca pudo probar, por lo que sus recursos para anular votos fueron desestimados en bloque en todas las instancias.
Por su parte, la ministra de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, Anahí Durand, dijo al canal Latina que el gobierno se enfrenta a "un sector golpista que no asimila su derrota y que permanentemente está boicoteando y erosionado la democracia".
"Cuando un partido o unos partidos pierden las elecciones lo que dice la Constitución es que hagan su trabajo y en cinco años vuelven a postular. Lo que estamos viendo aquí es una mala interpretación (de la carta magna)", sostuvo.
Precedentes recientes
Para destituir a Castillo, la oposición se aferra a la "incapacidad moral permanente", una figura contemplada en la Constitución para casos extraordinarios donde el jefe de Estado sufra alguna enfermedad o incapacidad mental que le impida ejercer el cargo, pero que ahora es interpretado como insuficiencia de ética.
Es la misma figura que el fujimorismo y otros partidos de derecha ya esgrimieron para sacar del poder al expresidente Martín Vizcarra (2018-2020) y para intentar destituir en dos ocasiones a su predecesor, Pedro Pablo Kuczynski (2016-2018), quien dimitió antes de ser vacado.
De todas formas, es difícil que la moción alcance los 52 votos necesarios en el Congreso para ser admitida a trámite y aún más complejo que logre 87 votos para ser aprobada.
El fin de semana hubo una protesta convocada por el líder del partido de ultraderecha Renovación Popular y excandidato presidencial, Rafael López-Aliaga, que logró reunir a cientos de personas, principalmente de las clases acomodadas de Lima.
Un sondeo realizado por el Instituto de Estudios Peruanos (IEP) publicado este mismo fin de semana arrojó que 55% de los peruanos rechaza la moción para destituir a Castillo, mientras que un 43% la apoya. Aunque en Lima la moción tiene un 54% de apoyo, en tanto fuera de la capital el rechazo sube a 63% .
26 firmas reunió la oposición para presentar ante el Congreso la moción para destituir a Pedro Castillo.
52 votos necesita la oposición en el Congreso para admitir a trámite la moción de vacancia presidencial.