El 21 de diciembre de 2016 emprendió su viaje eterno el joven profesional valdiviano Franco Angelo Michel Osses Ríos, nacido el 23 de abril de 1988. Sus inicios escolares los tuvo en Valdivia, luego en el Colegio Mater Dey de Coyhaique y posteriormente la Escuela Nº 1 de Valdivia, el Colegio Alonso de Ercilla y su enseñanza media en el Liceo Armando Robles Rivera. Posteriormente ingresó a estudiar Auditoría en la Universidad Austral y se tituló de contador auditor el 28 de mayo de 2014. Finalmente realizó un magister de control de gestión. "Franco fue el hijo que un padre y una madre siempre quisieran tener. Esforzado, educado, respetuoso, agradable, muy buen hijo, compañero, de muchos amigos, siempre entregando más de lo que el podía. Le gustaban mucho las labores sociales, especialmente hacia la iglesia y a quien lo necesitara. Muchas veces fuimos a barrios y campamentos a entregar ropa, juguetes o cosas de casas que puedan necesitar antes de Navidad y se sentía muy feliz cuando realizábamos estas acciones junto con mi otro hijo: Jean Paul", recuerda su padre Miguel Osses. "Responsable en su casa, amante de su familia, muy apegado a su madre y a su hermano Jean Paul, por quien hizo grandes sacrificios junto a la familia, cuando debió someterse a una delicada operación", agrega. En su vida laboral, Franco Osses Ríos superó rápidamente varias barreras. Trabajó en el Casino Dreams, en la Universidad Austral y finalmente en Empresas Schwencke, en Paillaco. Precisamente durante uno de sus viajes, falleció a consecuencia de un accidente automovilístico. Este 21 de diciembre será recordado con una misa en la Iglesia Preciosa Sangre, a las 19 horas. El mismo día, a las 20 horas habrá un partido amistoso de fútbol en el Estadio Félix Gallardo entre la UACh laboral y el Liverpool.

5 años del deceso de Franco Osses se cumplen el 21 de diciembre. Fue futbolista de Deportes Valdivia, Wanderers, UACh laboral y Liverpool, entre otros.

Hace poco más de un año, el 14 de diciembre de 2020 falleció el trabajador y ex atleta valdiviano Roberto Segundo Montecinos Palma, un padre de familia y deportista esforzado y siempre preocupado de su familia y quienes le rodearon. Roberto Segundo Montecinos Palma nació el 1 de septiembre de 1951 en Valdivia y fue hijo de Roberto Montecinos Cañoles e Ida Palma. Fue criado por su abuela María Gajardo en el sector rural de Las Gaviotas, en la salida sur de Valdivia. Durante su adolescencia y juventud estudió solamente hasta Primer Año Medio y después entró tempranamente al mundo del trabajo. Los oficios de sereno y nochero fueron la parte central de su trayectoria laboral y diferentes empresas e instituciones de la zona de Valdivia conocieron de su esfuerzo, perseverancia y responsabilidad en cada labor encomendada por sus empleadores. Fue así como se desempeñó en el Hospital Regional, Teja Sur, el mall Plaza de Los Ríos y Transportes Klenner, entre otros. El 20 de octubre de 1971 contrajo matrimonio con Juana del Carmen Lange Ovalle, unión de la cual nacieron cuatro hijos: Roberto, Elvis, Michel y Christopher. Con el paso de los años, la descendencia familiar se extendió a cuatro nietos, de los cuales alcanzó a disfrutar y amar con su cariño de abuelo protector y querendón.

Su familia lo recuerda como un hombre responsable, siempre ligado a su núcleo y preocupado de inculcar a sus hijos el valor de la responsabilidad. Alegre, de buen humor, inquieto y jovial, pero por sobre todo preocupado de sus familiares. De carácter fuerte, siempre estaba presto a ayudar y apoyar a los suyos. Amante de los animales, tenía el hobby de correr y perteneció al Club de Atletismo Manuel Plaza de Valdivia. Roberto Segundo Montecinos Palma descansa en el Cementerio Municipal Nº 1.

14 de diciembre de 2020 dejó de existir el trabajador y deportista valdiviano Roberto Segundo Montecinos Palma. Su cuerpo descansa en el Cementerio Municipal Nº 1.

Les comparto la declaración del Comité Permanente de los obispos de Chile: "La elección presidencial de este Domingo se da en un contexto de polarización, que se ha reflejado en un clima de campaña agresivo y descalificador, que fomenta la desafección de la política y ha impedido muchas veces abordar con hondura los temas de fondo que importan a los chilenos. Un cierto tono de moderación en las propuestas y el reconocimiento de errores por parte de los candidatos, es un aspecto positivo que hemos visto en las últimas semanas. Sabiendo que la participación cívica es uno de los pilares de toda sociedad democrática, pedimos a los católicos y a todos los ciudadanos, que ejerzan en estas elecciones su derecho a voto. Votar en conciencia, considerando principios cristianos fundamentales para el ordenamiento social y político, es un deber que cada uno de nosotros está llamado a asumir, aun cuando las opciones en juego muestren insuficiencias respecto de esos mismos principios. Que en nuestra decisión busquemos el mayor bien común, que es el bien de todos los hombres y de todo el hombre".

"Este domingo tendremos un nuevo presidente de la República y desde ya oramos por él y su gobierno. Le pedimos que gobierne para todos los chilenos, buscando caminos de diálogo, acuerdo, justicia y fraternidad. A ambos candidatos les pedimos que honren los valores democráticos, acepten el dictamen de la ciudadanía y colaboren, desde su lugar, a construir una comunidad política cuya alma sea la caridad social (cf. Fratelli Tutti N° 188). Es bueno tener presente, como nos recuerda el Papa Francisco, que Chile no se construye solo con la acción de sus políticos: "Cada día se nos ofrece una nueva oportunidad, una etapa nueva. No tenemos que esperar todo de los que nos gobiernan, sería infantil. Gozamos de un espacio de corresponsabilidad capaz de iniciar y generar nuevos procesos y transformaciones. Seamos parte activa en la rehabilitación y el auxilio de las sociedades heridas. Hoy estamos ante la gran oportunidad de manifestar nuestra esencia fraterna, de ser otros buenos samaritanos que carguen sobre si´ el dolor de los fracasos, en vez de acentuar odios y resentimientos" (Fratelli Tutti N° 77)".

"En la cercanía de Navidad, invitamos a orar por la unidad de nuestro país, contemplando al Dios con nosotros que asume nuestra condición humana para que vivamos como hermanos. Que el canto que resuena en estos días: "Gloria a Dios en el cielo y en la tierra paz a los hombres amados por Él", nos anime en el desafío de ser artífices de la paz".