Investigaciones del ataque al Capitolio rondan a Trump
EE.UU. Con tres exasesores declarados en desacato y más de 700 acusados por el desastre del 6 de enero del año pasado, el cerco se estrecha ante el expresidente.
Agencias
Un año después del multitudinario ataque al Capitolio de Estados Unidos del 6 de enero de 2021, centenares de procesos tanto judiciales como políticos siguen buscando a los culpables materiales e intelectuales de lo sucedido, estrechando cada vez más el cerco sobre el expresidente Donald Trump.
Las investigaciones se dividen en dos grandes grupos: por un lado, la persecución policial (encabezada por el FBI) y judicial a centenares de personas que protagonizaron actos violentos o vandálicos en esa jornada; y por otro, el proceso político abierto en el Congreso de EE.UU. contra personas de la órbita del exmandatario.
Más de 700 acusados
La Oficina del Fiscal Federal para el Distrito de Columbia ha presentado cargos contra más de 700 personas, residentes a lo largo y ancho de EE.UU., por delitos como atacar físicamente a policías, impedir el ejercicio de sus funciones o por destruir propiedad del Gobierno.
"Entrar al Capitolio sin permiso es una acusación muy menor, pero la violencia física puede conllevar varios años de prisión, especialmente si es contra un agente de la Policía del Capitolio", dijo a Efe el profesor de Derecho de la Universidad de Nueva York Stephen Gillers.
La mayor condena emitida en lo que va del proceso -dada a conocer el 17 de diciembre- fue precisamente por este motivo, y recayó sobre un hombre que atacó a agentes de policía con un extintor y fue sentenciado a cinco años y tres meses de prisión.
Mientras el FBI y la Justicia lidian con los ciudadanos anónimos que protagonizaron los hechos, la Cámara de Representantes lleva a cabo una investigación paralela sobre qué ocurrió el 6 de enero y los días precedentes en las más altas instancias del Gobierno.
A diferencia de los tribunales, el Congreso no tiene capacidad de sancionar a nadie. Ahora bien, si alguna de las personas llamadas a testificar se niega a hacerlo, el comité las puede declarar en desacato y luego corresponde al Departamento de Justicia presentar cargos.
Ese ha sido el caso de tres excolaboradores de Trump: su exasesor y exjefe de campaña Steve Bannon, su exjefe de gabinete Mark Meadows y el exayudante del fiscal general Jeffrey Clark. Tras los tres casos está la figura del propio expresidente, que sigue intentando no revelar documentos sobre qué pasó el 6 de enero en la Casa Blanca y cómo fue manejado en la esfera del poder.