Escenarios posibles
Hace algunos días un colega y amigo me comentó que otro abogado le había señalado que le extrañaba que después del triunfo de Boric yo no hubiese vuelto a publicitar mis opiniones, tal y como venía haciéndolo. Es cierto. Lo que ocurre es que nada tenía que decir, salvo perogrulladas. Expresar en ese momento, además, que Boric había ganado en segunda vuelta con el mismo porcentaje de apoyo que Bachelet 2 y Piñera 2 me hubiese parecido de mal gusto. Sabemos cómo terminaron esas administraciones.
Lo que sí ahora debo hacer presente son algunas cuestiones insoslayables.
Primero. Boric asumirá la presidencia con el menor porcentaje de respaldo electoral de nuestra historia. Hasta ahora el menos votado era Jorge Alessandri (30%, en 1958). Boric sacó el 25 % en primera vuelta. Los de la segunda vuelta son votos prestados. No hay que engañarse.
Segundo. Boric no tendrá mayoría en el Congreso. En efecto, desde marzo, la oposición a su gobierno controlará, a lo menos, el Senado. En consecuencia y a menos que el Presidente electo quiera saltarse el orden jurídico, las "grandes transformaciones" sólo serán aquellas que se ajusten a lo posible, a lo que salga de la "cocina" y bien cocinado, como en tiempos de la Concertación.
Tercero, la Convención Constitucional, tal como lo advirtiera Pepe Mujica, se ha ido convirtiendo en una "bolsa de gatos". No estoy pensando sólo en el "legado de Loncón", esto es, la bochornosa y, a veces, cómica, elección de la nueva mesa directiva del órgano, sino en que han transcurrido seis meses y aún no se aprueba ningún artículo del proyecto a plebiscitar. Ni uno sólo. Sin prórroga, faltan tres meses. Con prorroga, seis. Difícilmente cumplirán con su cometido, sobre todo teniendo presente el quórum de aprobación.
No será hermoso.
Jorge Eduardo Vives Dibarrart Abogado jevivesd@gmail.com
Benito Reyes Poveda
El día 1 de enero de 1922, en el Fundo "Pufudi" (Valdivia), nació a pulso, nuestro tío Don Benito Orlando Reyes Poveda, el cuarto de 16 hermanos.
Es decir, tuvo el privilegio de pocos, de cumplir la friolera de 100 años.Durante la Gran Depresión del país, año 29, aprendió a conocer sus primeras letras y números en la escuela rural del sector. Un tiempo después , se trasladó a vivir a Valdivia junto a toda su familia.
Desde muy joven trabajó como "punteador" en la fábrica de calzados Rudloff, pero tras una pausa, tuvo que cumplir con su servicio militar por dos años, en el Regimiento de Infantería Nº11,Caupolicán.
Luego se reintegró a su antiguo trabajo, pero el brutal terremoto del '60 y sus efectos ,dejó la fábrica por los suelos . Siguió trabajando tiempo después, en la desaparecida fábrica de calzados Weiss, hasta su retiro por jubilación.
Por el diario "El Correo de Valdivia" y emisoras, de la época, se enteraba de los aciagos años de la fatídica Segunda Guerra Mundial, las pesadillas y los estragos del gran sismo y las insufribles amenazas e incertidumbre del posible desborde del Riñihue.
Poco antes de la pandemia, en forma diaria, como ejercicio, caminaba, ida y vuelta desde su casa, a tres cuadras de la Plaza de la República. De vez en cuando, también de a pies, visitaba a sus deudos al Cementerio General.
En la actualidad, con un siglo sobre sus hombros, aún pinta su casa, y en un descuido , "pica" leña y cocina.
Vive felizmente, acompañado, con el cuidado y cariño de su hermana, sobrina, su única hija y visitado por familiares, dos nietas y tres bisnietos.
Luis Omar Sepúlveda Navarro doncoyosepulveda@gmail.com
Basurales clandestinos
Soy un asiduo usuario de la ruta Santa Elvira - Cayumapu (Cuesta Santa Elvira), ésta cruza por bosques nativos y de los otros; ¡sin duda es una hermosa ruta!, muy utilizada por ciclistas y visitada por turistas.
Lamentablemente, por ignorancia, egoísmo, e inconsciencia máxima, de algunos valdivianos y valdivianas, generalmente está sembrada de todo tipo de basurales (colchones, escombros, basura domiciliaria, etc, etc).
Esto, ciertamente es un grave problema no sólo en esta ruta.
Es cuestión de realizar un recorrido por los demás caminos circundantes de nuestra ciudad y nos encontraremos con una gran cantidad de micro basurales (algunos no tan micro), que además de afear el paisaje, son grandes focos de infecciones y claramente dañan gravemente a nuestra madre tierra.
El llamado es al Municipio a realizar todos los esfuerzos por mantener libres de este flagelo estas bellas rutas, y a estudiar probablemente sanciones más duras, no sólo económicas, sino otras, como por ejemplo, adicional a la multa, obligarles a retirar esos desechos y disponerlos donde corresponda.
También hay que llamar a la comunidad, a denunciar a estas personas inescrupulosa que tanto daño están causando, con su intolerable, inaceptable y desvergonzado accionar.
Jaime Antonio Valdenegro Cortés javaldenegro@gmail.com