Todos los cuentos
Clarice Lispector comenzó su mito muy joven: tenía 23 años cuando publicó la novela "Cerca del corazón salvaje" (1943), que fue de inmediato reconocida como un debut excepcional dentro del panorama literario brasileño de principios de los 40. Sin embargo, esta hija de inmigrante pobres, judíos rusos, lanzó la piedra y se fue. Se casó con un diplomático y dejó Brasil. Solo regresó, en forma definitiva, en 1959, luego de separarse.
"Todos los cuentos" (FCE Chile, 2021) compila por primer vez en español su narrativa breve completa, desde "El triunfo", escrito a los 19 años, hasta cuentos póstumos, como "La bella y la bestia o la herida demasiado grande".
En total son 85 relatos que se presentan como joyas extrañas, muestras de una voz que parece moverse en múltiples dimensiones al mismo tiempo, confundiendo a veces la acción con la conciencia en un personalísimo "no estilo", como ella misma lo definía. En más de 470 páginas, las historias se mueven desde los avatares domésticos de una dueña de casa hasta dimensiones que parecen trascender la propia experiencia humana, desplegando tintes de abstracción.
No es exagerado decir que en estos cuentos lo mundano se eleva al milagro y que los estados de ánimo, el horror y la rareza son descritos con un ingenio encantador y descarnado a partes iguales, profundamente inusual. Una gramática extraña, una singularidad necesaria para escribir su propia tradición. Para algunos es como si Kafka hubiera crecido en la exuberancia carioca o Borges se fuera de carnaval. Esto se suma a unos personajes únicos, en general comunes y corrientes, pero que dan la impresión de cobrar nueva vida a partir de una situación ordinaria/extraordinaria.
Un punto aparte en estos relatos son sus primeras líneas, oberturas mínimas que hacen imposible no tomar el riesgo y continuar. "Tenía hipo. Y por si no bastara la claridad de las dos de la tarde, era pelirroja", arremete en "Tentación".
Daniel
Carrillo