La artista que cambió pinceles por palabras
Francisca Aninat se quedó sin taller durante la primera fase de la pandemia, por lo que dejó los óleos y escribió "Pasos Continuos", libro en el que metió sueños, carreteras, colores y espejos.
La artista visual Francisca Aninat Sahli (1979) trabaja en un centro cultural de Los Vilos. Desde ese lugar habla de "Pasos Continuos", su primer libro. La idea le rondaba desde "Patio de Luz" (2016), obra que gestó en el Hospital San Juan de Dios, recinto en el que recogió historias. Habló con todos: desde el camillero hasta el director del hospital. Y esas palabras las puso en "Libros de pintura", serie de 14 libros con relatos de personas escondidas en la dictadura y también mitos como "El señor Jorquera" o "El niño pálido".
Aninat montó luego "Tres habitaciones del viento", en México, donde también juntó la palabra con la imagen, que es lo que ha estado haciendo los últimos años. "Eso me empezó a dar más garantías para empezar a mostrar mis textos", cuenta. Luego vino otra obra, "Avenida Las Palomas", que se publicó en Brasil y que hablaba de mujeres migrantes que contaban sus vidas en sus países de origen.
En "Primarios", "Sueños complementarios" o "Gris visión", que son los capítulos de "Pasos continuos", no ocurren cosas extraordinarias. Son asuntos reales, cotidianos "aunque inversamente proporcional a la esfera de la realidad consciente", plantea la filósofa Ana María Risco, quien presentó el texto.
"El mundo reconstruido por estos textos está hecho de deslumbramiento, de extrañeza, de exploraciones, de espejos, de jardines, de parques, de carreteras, de habitaciones vacías y de un tamiz general de irrealidad que todos reconocemos", escribe Roberto Merino sobre el libro de Aninat publicado por Ediciones Tácitas.
- "Pasos continuos" aparece entonces durante la pandemia.
-Tenía timidez de mostrar la palabra escrita. Después vino la pandemia y pude dedicarle más tiempo a la escritura. Mi taller está fuera de mi casa, por lo que me dediqué a escribir con más intensidad.
- ¿Cómo influyó el confinamiento?
-Muchísimo. Como son las cosas. Yo estaba haciendo este paso entre imagen y escritura, pero el hecho de quedarme sin taller influyó. Mi trabajo es bastante sucio, pinto con óleo, mancho todo y es difícil hacerlo en un espacio doméstico. Al verme privada de eso, me fui acercando a trabajar el libro. Siempre he escrito, pero gracias al confinamiento decidí darle cuerpo propio a la escritura. Agarré el tema de los colores. No podía pintar, pero estaba la pulsión y decidí rodear la pintura con palabras. El libro tiene harto de eso, de acercarse a algo a través de la atmósfera colorida, a través de imágenes que se intercalan.
Ambigüedad
-¿Cuál el espacio que ocupa "Pasos continuos" en tu obra?
-Es la primera vez en que no hay imágenes. El trabajo fue puramente literario. Fue lanzarme, atreverme a publicar. Siempre estaba la tentación de acompañar con paisajes, porque ya conozco esas coordenadas, pero este es un camino nuevo que se fue armando: pintar mediante la escritura. El texto trata de la percepción de los colores en la memoria. No es algo aislado, tiene que ver con mi trabajo, es una continuidad.
-En el libro hay una prosa sensorial, conectada con la naturaleza, las rutinas, como ensoñaciones.
-Lo veo como prosa que casi se transforma en un relato. Me gusta jugar harto con la ambigüedad, por eso mi pintura es abstracta. Lo que escribo puede parecer biográfico, pero no lo es, y esa libertad me gusta. Es estar como en el limbo. Siempre me ha interesado incorporar historias de otros y recogerlas.
-Cada historia conecta con un color. ¿Cómo fuiste cuajando eso?
-Como artista me puse la pregunta de cómo percibo el color, sin pensarlo en términos científicos, sino que la relación con ellos. Busco colores que se unen a la historia propia. Nos acercamos a los colores de una manera sensorial, vinculada a los momentos que vivimos. El color púrpura tiene que ver con la mora, que tiñe rápido y se te queda en las manos. Algo pasa con el color, el cuerpo y la memoria.
- ¿Cómo describirías la paleta de colores que ocupaste en "Pasos continuos"?
-Mi obra no tiene planificación previa. Hay artistas que hacen varios esbozos antes de una pintura o escultura. Yo lo hago más procesal y voy tomando decisiones. En términos de la escritura, tenia una gama conocida, como el azul, púrpura, celeste, verde. También algunos colores más particulares, como el carbón. Traté de mantenerme en una gama familiar, pues siento que, si uno abre la paleta cromática, puedes entrar al bermellón y otra gama más compleja. Introduje algunos como el hueso, que es un blanco bien particular, pero nada que alguien no haya escuchado.
- ¿Cuáles son tus referentes literarios?
-Me gusta mucho Emily Dickinson, Carl Jung. Leo harta poesía y me interesa la escritura de mujeres. Lispector tiene mucho de hablar de ella, sin vergüenza, desde el cuerpo. Eso me entusiasma. Dickinson me interesa porque junta fragmentos dispares y va armando un puzzle. Mi trabajo como artista visual también es de fragmentos que se cortan y unen.
-La lectura hace pensar en las primeras imágenes que ve una persona tras salir de la anestesia quirúrgica. Roberto Merino habla en la presentación de "un trasfondo sin el primer plano".
-No lo había pensado con lo de despertar de la anestesia, pero sí. Despertar de un sueño es corto, se desvanece, pero al despertar de la anestesia, todo se alarga. Eso viene de la amalgama de imágenes que te permiten entrar por distintos lados, sin una voz única.
- ¿Qué viene ahora?
-Si digo algo, se cae. Tengo una exposición en Francia que se atrasó con la pandemia. También una residencia en México que sí pude hacer el 2021, donde investigué sobre los nahuales y sus historias orales. Hice harto terreno en comunidades. Tengo un proyecto visual retomando lo que hice en México.
- "Pasos continuos", entonces, es el inicio.
-Sí, insistiré con la escritura. En noviembre lo imprimimos y ahora ya estoy escribiendo otra cosa. Ya me atreví a publicar y lo he disfrutado mucho.
Francisca aninat se dedica a recoger relatos orales en las comunidades que visita.
"Pasos Continuos"
Francisca Aninat
Editorial Tácitas
80 páginas
$ 8 mil
Por Franco Fasola
archivo personal