Convencionales reconocen que su gran carga de trabajo "puede afectar la salud"
VOTACIONES. La aprobación de normas entró en su fase final y esto supone extensas jornadas que según el vicepresidente Gaspar Domínguez tiene "un costo personal". Agustín Squella dijo que están "desbordados emocional y políticamente".
La Convención Constitucional entró de lleno en la fase de votaciones de las normas en comisiones y a partir del próximo martes comenzará la votación en el pleno. Las iniciativas propuestas son más de 1.300 y eso ha provocado que la intensidad del trabajo de los integrantes de este organismo ya se sienta, lo que fue reconocido por el vicepresidente Gaspar Domínguez, quien como médico sabe que se puede afectar la salud de los convencionales.
"El reglamento nos faculta y autoriza para solicitar sesiones extraordinarias, día y noche, festivos y fines de semana, y eso por cierto nos expone a todos y todas a una gran carga de trabajo que por cierto puede afectar a la salud humana, a las relaciones con nuestras familias y es un costo personal de este proceso", expuso.
Sin embargo, argumentó que "este proceso es más grande e importante que todos nosotros y por eso hemos seguido trabajando intensamente. Con la presidenta hemos considerado incluso citar a una jornada de reflexión o algo similar que nos permita poder encontrarnos como humanos. Porque antes que convencionales somos personas, humanos sintientes. Tenemos que sacar la pega adelante y también cuidarnos".
"Desbordados"
Este reconocimiento de Domínguez coincidió con una mirada más general dada a conocer por el convencional Agustín Squella, quien en Radio Cooperativa afirmó que "presentemos normas, pero también tengamos algo que no sólo en la Convención, sino en general en Chile, y tal vez el mundo, nos está fallando: contención. Estamos desbordados emocional y políticamente".
El Premio Nacional de Humanidades añadió "cuando dijimos acepto en la ceremonia del 4 de julio del año pasado tomamos compromisos. Cuando uno asume un cargo, una función pública, asume deberes, desde luego aceptar el cargo, pero también reconocer que teníamos que votar las normas por dos tercios y hacerlo dentro de un plazo. (Debemos) trabajar a un tranco mayor al ya muy intenso al que estamos trabajando, porque estamos trabajando a full. Tenemos que trabajar más, pero no al precio de hacerlo mal".
También dijo que "una nueva Constitución para Chile no es una ocasión para colocar todos los sueños o expectativas personales o de los electores; la próxima Constitución será de la República de Chile y, en consecuencia, debe ser un gran espejo donde todos nos podamos mirar".
Rechazo a bicameralidad
Entre las normas votadas ayer, la Comisión de Sistema Político Gobierno rechazó -con 13 votos en contra y 12 a favor- la iniciativa popular de mantener el Congreso bicameral actual, impulsada por el economista Miguel Lorca y que había conseguido 27 mil apoyos ciudadanos.
Constanza Schönhaut, convencional de Convergencia Social, planteó tras la votación que "la unicameralidad es un diseño adecuado" a lo que piensan para un sistema político. "Hay un consenso, yo diría bastante transversal, es que lo que no queremos replicar es la institucionalidad actual", puntualizó.
En la contraparte, Cristián Monckeberg (RN), uno de los impulsores del Congreso bicameral con algunas modificaciones, sostuvo que "lo que se está aprobando hasta el minuto va por mal camino" y consideró que se hace "más complejo" para la eficiencia del Congreso una sola Cámara con 205 miembros.
También se aprobó una propuesta que busca eliminar los quorums supramayoritarios y establece la mayoría simple como regla, salvo excepciones como reformas constitucionales.
Plurinacional
La misma comisión aprobó en general una iniciativa que, a modo de declaración cultural, define a Chile como un "Estado plurinacional, social, democrático y solidario de derechos, intercultural, plurilingüe, descentralizado y con autonomías indígenas".
También denegó la única iniciativa popular del pueblo tribal afrodescendiente, que buscaba reconocimiento constitucional, pero sí visó propuestas que incorporan a ese pueblo a los criterios de plurinacionalidad y establecen su representación en los tres poderes del Estado, así como derecho a escaños reservados en el Poder Legislativo.
Cero voto para fin de poderes del Estado
El mayor rechazo que puede producirse en una comisión de la Convención se produjo ante la propuesta de María Rivera, quien, invocando a la Unión Soviética, buscaba disolver los poderes del Estado y, en su reemplazo, crear "una única asamblea que concentre todos los poderes", compuesta por 600 trabajadores. La Comisión de Sistema Política desechó la propuesta con 25 votos en contra y ninguno a favor.