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Gustavo Scheihing, Víctor Vogt, Santiago Schüler y Carlos Prochelle, entre otras, sufrieron el derrumbe de sus chimeneas; en la calle Yerbas Buenas resultaron afectadas varias viviendas: en la casa de Juan Mena la chimenea del horno de su panadería se vino al suelo, en la casa de Carlos Heise resultó la chimenea trizada y con peligro de derrumbe, en la casa de Elisa de Spriter la chimenea se derrumbó en el techo convertida en escombros y en la casa de Enrique Poehler se derrumbaron dos chimeneas, además de pérdidas estimadas en dos mil pesos en el negocio situado en la parte baja de la vivienda; también se desplomó una muralla en la casa del cónsul alemán Carlos Bischoff.
Comercio afectado
En cuanto a los establecimientos comerciales, en los almacenes de Teodoro Uthemann y Pablo Springmüller las murallas de cortafuego resultaron completamente destruidas, mientras que en el almacén de Pablo Sprigmüller su muralla cortafuego cayó sobre el local contiguo de Carstens y Compañía, causando pérdidas evaluadas en mil quinientos pesos; la importante casa comercial Wachsmann, que contaba con el mejor edificio de la ciudad, de tres pisos, sufrió perdidas en loza, cristalería y objetos de arte por una suma aproximada de mil cuatrocientos pesos. Ninguna de sus murallas de cortafuego quedo en pie.
En la fábrica de muebles de Enrique Werkmeister, situada en calle Caupolicán, los daños fueron de consideración: se cayó la chimenea del motor de la fábrica, de doce metros de altura, se derrumbó una muralla de cortafuego y se desprendió un pedazo de cornisa de diez metros de largo en la fachada frontal, mientras que en el interior del edificio se hicieron trizas varios espejos con detalles biselados y esmerilados de mucho valor, estimados en mil ochocientos pesos; en la mueblería a vapor de Juan Hardessen, ubicada en calle Beauchef con Esmeralda, la chimenea del establecimiento sufrió graves daños que hicieron necesario demolerla.
A pesar de las primeras noticias que circularon en los diarios de Santiago, Valparaíso y Concepción sobredimensionando los efectos del terremoto y causando gran preocupación a nivel nacional, sus consecuencias fueron bastante menores.
Según la propia prensa, la razón de este hecho se debía a que en Valdivia predominaban las construcciones de madera con techumbres de zinc (95%), frente a los edificios de material sólido construidos en cal y ladrillos (5%), que resultaron todos con algún tipo de daño.
Tipos de construcción
Esta situación no tardó en generar un debate sobre los materiales más adecuado para construir en Valdivia, sobre todo cuando se trataba de edificios públicos de gran envergadura, como era el caso del nuevo edificio de la Intendencia, para entonces en construcción-luego que en 1904 un incendio destruyera el edificio construido por Ernesto Frick-, el cual pretendía albergar a la Corte de Apelaciones, el Juzgado de Letras, la Notaria, el Correo, el Telégrafo y el Registro Civil. Al respecto, a juicio de muchos, las evidentes ventajas de las construcciones de madera, ante el peligro de derrumbe al que se encontraban expuestas las construcciones de material sólido en el caso de un terremoto, debía imponerse en cualquier proceso de renovación urbana.
Pese a que el terremoto no significó una catástrofe para la ciudad, los perjuicios materiales ocasionados en la línea férrea sí fueron catalogados como desastrosos. La mayor parte de los daños se ubicaron entre Gorbea y La Unión, cuestión que, a juicio de las autoridades locales, confirmaba a la zona de Valdivia como epicentro del terremoto.
La magnitud de los daños obligó a paralizar el tráfico de trenes, interrumpiendo la comunicaciones con el resto del país. Pese a todo, el tráfico de trenes hacia el norte se pudo restablecer el 16 de junio, mientras que el tráfico hacia el sur debió permanecer interrumpido por cinco días más.
Causas
En la época muchos pensaban que los terremotos tenían explicaciones en fenómenos astronómicos. Pero opiniones como ésta contrastaban con los conocimientos científicos de la época sobre los fenómenos sísmicos, los cuales, aunque preliminares y formados por hipótesis aún por demostrar -recordemos que la idea de la deriva continental, que más tarde daría paso a la teoría de las placas tectónicas, fue presentada por Alfred Wegener recién en 1915-, determinaron que el terremoto del 13 de junio se relacionó con la actividad volcánica que se venía desarrollando en la zona cordillerana de Lago Ranco, que culminó con la erupción del volcán Riñinahue el día 9 de abril de ese mismo año.
La erupción formó un gran hongo de cenizas de 6 a 8 kilómetros de altura oscureciendo el cielo durante tres días, produciendo precipitaciones que alcanzarían a la ciudad de Valdivia, ubicada a 115 kilómetros de distancia.
Pero eso no es todo. El material expulsado por el volcán obstruyó el cauce del río Nilahue, formando una represa de agua hirviendo que colapsaría dos meses más tarde, el día 9 de junio, destruyendo todo a su paso. "Uno de los arroyos hirviendo se lanzó por el lado de Llifén y el otro por el de Riñinahue, arrasando las aguas todo cuanto encontraron a su paso y asolando montañas, casas, ganados y personas en un espacio de más de dos leguas de ancho y siete leguas de largo".
En este sentido, el Gobierno del Presidente Pedro Montt nombró una comisión de expertos con el objetivo de estudiar la actividad volcánica de la zona y su posible relación con el terremoto de Valdivia. Sin embargo, sus miembros fueron incapaces de explicar el vínculo entre ambos eventos, dejando la puerta abierta a la especulación científica y la imaginación popular.
Antesala de 1960
Como vemos, el terremoto del 13 de junio de 1907 representó en muchos sentidos una antesala de lo que sería más tarde el mega terremoto del 22 de mayo de 1960, dejando ver muchas de las problemáticas urbanas que cincuenta y tres años después volverían a surgir con mayor intensidad -como la fragilidad de las construcciones de ladrillo o el riesgo que implicaban los terrenos de relleno-, evidenciando la importancia de la memoria sísmica y sus lecciones para el presente.
"A consecuencia del temblor, la línea férrea sufrió perjuicios muy serios, al extremo de no haber sido posible hacer ningún servicio de trenes de Gorbea al sur hasta Osorno..."
Telegrama al ministro del Interior Para informar sobre los daños
"El año 1907 la Tierra estará en su punto «perihelio» de su órbita el día 8 de Junio, y Marte estará en el punto de su «afelio» e la suya el día 12 de Agosto ¿Habrá influido esta aproximación de ambos planetas, llamada conjunción, al desarrollo del fenómeno sísmico que hemos sufrido en la región austral de Chile?".
Creencia popular y terremotos, Publicado en El Correo de Valdivia
15.229 habitantes tenía la ciudad de Valdivia según los datos del censo de 1907. El número es alto, considerando que la población nacional censada llegaba a 3 millones 231 mil 022 personas.
4 terremotos de 7º y más suma Valdivia oficialmente: en 1575 (8.5); en 1737 (7.7); en 1837 (8.0) y mayo de 1960 (9.5), El de 1907 no fue registrado , pero se estima similar al de 1906 en Valparaíso, que marcó 7,9.
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