Inician inédita labor de archivo con la colección R. A. Philippi de la UACh
RESCATE. Cerca de 500 piezas serán catalogadas y sometidas a conservación preventiva. La colección será de acceso público.
Entre las décadas de 1980 y 1990, la Universidad Austral de Chile recibió una donación de aproximadamente 3.000 piezas originales del naturalista alemán Rudolph Amandus Philippi. La colección, compuesta por cartas, dibujos, bocetos y notas, pasó a ser administrada por la Dirección Museológica y quedó en su Depósito de Colecciones.
Algunos de estos objetos fueron reproducidos en las páginas del libro "El orden prodigioso del mundo natural" (Ediciones UACh) y en 2022 volverán a la luz pública gracias a un inédito proyecto archivístico. Por primera vez, los documentos serán ordenados, catalogados y sometidos a un proceso de conservación preventiva. La idea es mejorar las condiciones en las que se han resguardado y de paso generar una instancia para el acceso público.
El proyecto
Philippi llegó a Chile en 1852. De Hamburgo viajó a Valparaíso y luego a Corral. Es considerado uno de los científicos más reconocidos e influyentes en el desarrollo de las ciencias naturales. En sus primeros años en la zona vivió en el fundo San Juan en La Unión.
Para la puesta en valor de su legado, la Dirección Museológica UACh obtuvo $14.709.600 del Fondo del Patrimonio Cultural del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio. El trabajo se extenderá durante todo el año y estará concentrado principalmente en 500 piezas documentales (es aproximadamente el 25% de la colección total). Será liderado por Roberto Bosshardt, el nuevo archivero de los museos de la universidad. Es licenciado en Historia, y magíster en archivística y Gestión de Bibliotecas Digitales.
"Queremos ordenar todo el fondo documental Philippi, entenderlo desde un punto de vista conceptual, clasificarlo, organizarlo y crear instrumento de consulta. Esperamos también poder digitalizar las piezas. Más que la visibilización del objeto propiamente tal, el producto final de nuestro trabajo será generar acceso a un material exclusivo y de paso generar un archivo histórico", explica Bosshardt.
Los riesgos
La colección está en un correcto estado de conservación y aunque tiene un alto valor patrimonial, no se ha logrado posicionar como un fondo de consulta frecuente. La razón principal, dice Roberto Bosshardt, es por temas de seguridad.
"A falta de un ordenamiento siempre se estará expuesto a la pérdida de información, desorganización e incluso la manipulación inadecuada de las piezas", aclara.
Además del archivero, en el equipo de la propuesta están Leonor Adán (arqueóloga y doctora en Historia, jefa del proyecto) y Adrián Silva (antropólogo y documentalista, responsable de la participación ciudadana).
14 millones de pesos fueron otorgados por el Fondo del Patrimonio Cultural, del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio.