Imbunche
(*) Imbunche es un ser maléfico, deforme y contrahecho, que lleva la cara vuelta hacia la espalda y anda sobre una pierna por tener la otra pegada a la nuca.
La Convención Constitucional ha aprobado la transformación de nuestro país en un Estado Regional, poniéndole fin a más de doscientos años de desarrollo institucional. Desaparece el concepto de Nación y es el fin del Estado Nacional.
Se trata de un "imbunche" que recoge elementos de diversas experiencias fracasadas, todas ellas ajenas a nuestro acervo constitucional. No sólo están construyendo sin planos, como ya he señalado. Están demoliendo un Edificio que necesita remodelaciones, pero que funciona y sigue siendo útil. Me explico y, para hacerlo, revisemos algunas de las normas ya aprobadas.
Se define al Estado de Chile, aún no le han cambiado el nombre, como a) Regional, compuesto por regiones autónomas, comunas autónomas, autonomías territoriales indígenas y territorios especiales; b) plurinacional y, c) intercultural. Estas cuatro entidades territoriales gozarán de autonomía política, administrativa y financiera.
En los términos aprobados, no se trata de un Estado Regional, sino que de un estado federal encubierto, reiterando dos errores básicos, errores que revelan ignorancia. Primero, en Chile, a diferencia de la RFA o de Italia, no existen ni existieron entidades políticas anteriores al Estado. Entre nosotros, la Nación fue construida por el Estado y éste, desde el Centro. Segundo, la inmensa mayoría de nuestras regiones y comunas carece de recursos propios para funcionar por su cuenta, o sea, sin el aporte del Gobierno Central o Regional, en su caso. Muchas de nuestras Regiones serán una Orden Mendicante.
Respecto de la plurinacionalidad y de la interculturalidad, ¿de qué estamos hablando, qué naciones, qué culturas? Los chilenos somos mestizos y nuestra cultura, también. La cultura nacional es una cultura mestiza, que ya tiene casi quinientos años.
Finalmente, debo destacar que a las cuatros entidades territoriales se les está otorgando autonomía política, lo que implica el control del orden y la seguridad pública. ¿Tendrán a Carabineros y a la PDI locales bajo su mando; tendrán su propia Policía?Es un imbunche.
Jorge Eduardo Vives Dibarrart Abogado jevivesd@gmail.com
Tiempo de Cuaresma
Iniciamos marzo. Tras dos años de Pandemia y aunque las cifras no son aún las mejores, se ha ido retornado a las actividades como se realizaban hace dos años.
Este año coincidió que el Tiempo de Cuaresma, que nos prepara a la celebración de la Semana Santa, inició también en marzo (miércoles de Cenizas, fue este 2 de marzo). Hace dos años llegaba el Covid a nuestro país, entonces se habló de una "cuaresma en cuarentena". Hoy en cambio el tiempo de Cuaresma que se inicia nos abre más bien a un nuevo comienzo, esto a pesar de los vientos de guerra que vienen desde el continente europeo y que traen desazón e incertidumbre. La Cuaresma es siempre una invitación a la Conversión del corazón, a acercarnos más a Dios a través de la oración, del ayuno y de la solidaridad con los que más sufren. Recordando que el ayuno que le gusta a Dios es liberar a los oprimidos, compartir el pan, vestir al desnudo, preocuparse de los demás en sus necesidades (cf. Is 58, 1-9; Mt 25,31-46).
El Evangelio de este domingo (Lc 4,1-13) que nos recuerdan las tentaciones que sufre Jesús en el desierto, son la constatación de que el mal existe; el mal en el mundo se encarna en personas y estructuras que no sólo tientan sino hacen mucho daño. Lo importante para nosotros será vivir, a ejemplo de Jesús, superando nuestros propios límites y tendencias. Jesús no se dejó vencer por las tentaciones: éxito fácil, búsqueda de poder, seguidores, honores, privilegios: Jesús es el "Hijo amado", no el "hijo mimado". Nosotros, como él, estamos llamados a recorrer este camino.
Carlos Marcelo Martínez Velásquez Sacerdote diogneto.martinez@gmail.com
La paz en peligro
La paz del mundo está en peligro por la irracionalidad humana donde se ha hecho prevalecer la fuerza sobre la razón, sin considerar de manera alguna los cientos y cientos de vidas humanas que este conflicto entre Rusia y Ucrania provocará.
Si pensamos detenidamente aunque esto se detenga, que ojalá así sea, las consecuencias serán impredecibles de imaginar. Mientras miles y miles de seres humanos mueren de hambre y de sed; otros tras su escritorio ordenan destruirlo todo con un armamento que, todos sabemos, si llega a mayores la vida total corre peligro.
¿Acaso no existe la visión del diálogo para evitar estas catástrofes humanitarias?
Una guerra es la pérdida total de la razón humana. Estamos todos en el mundo haciendo fuerzas para que esto se detenga. Ojalá que el hombre sepa de una vez por todas que, por sobre todos los intereses propios, hay un mundo entero que anhela la paz que tanto soñamos para seguir en la senda de una humanidad limpia y de bellos amaneceres. Ojalá así sea.
Arturo Goddard Bravo Profesor Normalista normalista1949@hotmail.com