ruinas con historia

Calidad. Elegancia. Distinción. En la Valdivia de principios del siglo XX estos tres conceptos tenían un solo sinónimo: Calzados Weiss. O al menos así lo aseguraba la publicidad de la época que consignaba, por ejemplo, que la marca era "la de mayor prestigio en la república".

Y no era para menos.

En 1906 el empresario Alfredo Weiss Krass fundó su propia fábrica de calzados en la ciudad. Comenzó con un pequeño taller que luego dio paso a un gran complejo ubicado en los Barrios Bajos, con acceso principal por calle Guillermo Frick. Las instalaciones se levantaron en 1925 aproximadamente.

Ahí estaban los galpones donde se trabajaban las materias primas y se manufacturaban productos estrella como las famosas sandalias disponibles en malla tropical, tela incaica, lino bayadera, rejilla veneciana, gabardina panameña y celanis multicolor.

El impacto comercial era importante, como también el impulso a la economía local a través de la contratación de cientos de trabajadores. Incluso llegó un punto en que fue pertinente discutir la construcción de una población con viviendas exclusivamente para los obreros.

El esplendor era total. El 17 de junio de 1925 se constituía el Sindicato de Trabajadores Weiss que impulsó una Escuela Nocturna en 1938 y que incluso produjo su propio periódico que comenzó a circular el 4 de noviembre de 1939. El impreso, disponible en el Archivo Digital de la Biblioteca Nacional, es una de las principales fuentes de información para saber quiénes venían liderando a los trabajadores hasta ese momento. El presidente era Ignacio Soto Leiva, antecedido por otros nombres de destacados dirigentes como Ramón Delgado y Justo Aguilar. Todos habían contribuido a encabezar desde Valdivia el movimiento gremial de la provincia.

En 1945 el diario El Correo de Valdivia informaba: "La fábrica Weiss, cuya actividad se desarrolla en competencia con las fábricas más grandes del país (...) producción que ha sido introducida en Santiago y demás ciudades de importancia en el territorio nacional. Valdivia tiene posibilidades ilimitadas para centralizar la industria del cuero".

Cambio de casa

Al igual que las instalaciones de la Cervecería Anwandter en la Isla Teja, las de Calzados Weiss también quedaron en el suelo con el terremoto ocurrido a las 15:11 horas del domingo 22 de mayor de 1960. El desastre natural trajo como principal consecuencia una larga pausa en la producción, incertidumbre y en el caso de Weiss, cambio de casa y se fue al sector de Las Ánimas donde funcionó hasta 1995. Ya eran otros tiempos y era casi imposible competir, desde regiones, con la importación de calzado extranjero producido y vendido a menor costo.

Aunque la marca pasó a ser parte de la historia y desapareció, las ruinas de la fábrica permanecieron silentes. Hasta 2020 en que un nuevo proyecto comenzó a tomar forma en el mismo lugar donde hace un siglo se fabricaron zapatos.

Renacer

Felipe Rivera creció en Valdivia. Dice que de niño solía caminar por la cuadra donde están las ruinas sin saber por qué el lugar estaba en esas condiciones. Durante su juventud se fue de Valdivia y al volver, lue-

"Quienes saben de historia, saben la importancia que tuvo la fábrica para el barrio y la ciudad. Las ruinas hablan un poco de eso y lo sorprendente de todo es que Valdivia aún no aprende a hacerse cargo de su propio patrimonio."

Felipe Rivera, Ex Fábrica Barrios Bajos

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