Una riña vivida esta semana entre estudiantes de enseñanza básica en una escuela de Valdivia y la expulsión de un adolescente acusado de abuso sexual en Los Lagos, son dos nuevos hechos de violencia escolar registrados en nuestra región, que hacen reflexionar sobre la tarea que la sociedad debe realizar para comprender esos hechos y ofrecer alternativas que le pongan fin.

Por una parte está la explicación de los efectos de la pandemia; pero por otra, la exacerbación de resolución no pacífica de conflictos que ha presenciado la ciudadanía desde 2019 en todo el espectro de la vida nacional, incluyendo -lamentablemente- las escaladas en la macrozona norte y la macrozona sur.

Frente a este escenario, hace pocas semanas, la Asociación de Gobernadores y Gobernadoras entregó una carta en La Moneda, pero también abierta a la comunidad, en la cual invitan a frenar la violencia social con acuerdos que apunten al "rescate de lo público". Es decir, a fomentar el bien común por encima de los intereses o agendas particulares.

Todavía no hay respuesta oficial a la misiva, en la cual también las primeras autoridades se manifestaron dispuestos a contribuir en las soluciones, considerando el conocimiento de sus respectivos territorios que cada uno tiene.

Al respecto es interesante recordar las palabras del gobernador regional Luis Cuvertino en una reciente entrevista con www.soyvaldivia.cl en la cual señalaba que nadie -policías, autoridades, equipos de inteligencia- le ha consultado respecto de la violencia rural que llega a Los Ríos y sobre la cual puede aportar mucho, considerando su largo tiempo como alcalde de Lanco. Lo mismo ocurre con los actuales jefes comunales -aseguró- quienes han quedado al margen de las decisiones abordaje del problema..

"Podemos colaborar, ser parte de los puentes de diálogo, gracias a las relaciones que hemos ido construyendo a lo largo de los años con las comunidades del pueblo nación mapuche", recalcó Cuvertino. Y tiene razón. La mirada local debe ser incorporada.

Vale lo mismo para la violencia escolar, donde las unidades educativas tienen mucho que aportar. Pero no pueden solas. El rescate de lo público es un esfuerzo colectivo.

A partir de la crisis económica de 1930, cuyas consecuencias fueron sufridas por los sectores populares de Chile y el mundo, las ideas socialistas adquirieron un importante escenario en la política nacional e internacional. Los movimientos sindicales de los y las trabajadoras, junto con la búsqueda de mejores condiciones de vida para asegurar los derechos mínimos para una vida digna, desembocaron en la creación de este proyecto político el 19 de abril de 1933.

Rápidamente, alcanzó una importante adhesión y uno de sus máximos hitos, fue en 1970 con la elección de Salvador Allende como presidente.

Junto con Allende, Marmaduke Grove, Eugenio González, Aniceto Rodríguez, María Elena Carrera, primera mujer senadora socialista, Carlos Lorca - diputado en 1971 por Valdivia, Panguipulli, La Unión y Río Bueno detenido desaparecido tal como lo fuera la compañera Michelle Peña-, o bien, la presidenta Michelle Bachelet, son solo unos pocos nombres que reflejan los fundamentos, la vocación de trabajo y la convicción social de este histórico proyecto político.

Actualmente, frente al escenario país que enfrentamos, en donde la Dictadura terminó hace más de 30 años y cuyo último legado - su Constitución- esperamos que sea solo un objeto de estudio de la historia, los pensamiento e ideas base del Partido Socialista siguen estando vigentes. Sin duda alguna, la renovación generacional y seguir escuchando y respondiendo a las reales necesidades de nuestra población, es un gran desafío. Sin embargo, la tradición teórica que sustenta este partido es un lente referente y pertinente para la interpretación de la contingencia actual.

En un mundo con consecuencias económicas derivadas de un sistema neoliberal; la reflexión sigue orientada hacia la búsqueda de vías para crear una sociedad más justa.

Seguimos viviendo en un país desigual, caracterizado por la búsqueda individual de las formas de satisfacer las necesidades básicas. La pertenencia y trabajo desde el partido político, busca efectivamente, tener una mirada integral y colectiva de los problemas y soluciones de la existencia humana. Es por eso que, aun reconociendo la necesidad de modificar y adaptarse a las nuevas tendencias, sigo sosteniendo la importancia de crear proyectos políticos que permitan caminar y transitar de manera comunitaria hacia un mejor porvenir para Chile.

Alfonso de Urresti Longton

Senador