Construir y mantener
El Día Internacional de la Madre Tierra, quiero plantear algo bastante concreto. Como muchas otras personas, he optado por movilizarme al trabajo en bicicleta, ya que como es sabido, es un medio de transporte limpio y genera múltiples beneficios a la salud física y mental. Es destacable el avance respecto a la construcción de nuevas ciclovías, sin embargo, es fundamental mantener estas políticas públicas.
Sin embargo, hermosas ciclovías se vuelven peligrosas porque hay árboles que no han sido debidamente podados, o no se pueden ocupar porque están invadidas por arbustos, o están tan sucias que es preferible desviar el camino para no pinchar una rueda; o son usadas de estacionamiento. Es fundamental considerar este ítem dentro de las actividades periódicas de mantención que deben tener las municipalidades y darle igual importancia que a las calles transitadas por los autos. ¡Sigamos incentivando el uso de la bicicleta!
Cristina Ortega Caurapan Fac.Ingeniería y Arquitectura UCEN
Un sistema enfermo
¿Por qué la Jornada Escolar Completa está causando un daño en niñ@s y adolescentes? ¿Por qué es necesario que se reduzca esta jornada para las y los estudiantes?
Hoy tenemos niños y niñas a nivel nacional que producto de la pandemia no tuvieron escolarización o socialización durante 2 años aproximadamente y el sistema educacional los obligó de una día para otro a estar en grandes grupos por jornadas extremadamente extensas, expuestos a mucho ruido y obligaciones a las que no estaban acostumbrados o que ya habían dejado de lado.
Sólo imaginen a sus hijo o hijas que estuvieron solos es sus hogares expuestos a celulares y/o televisión, muchas veces sin poder salir a jugar y menos juntarse con amigas o amigos y de un día para otro los envían a convivir y compartir en espacios reducidos donde no hay más de 1 ½ mts para cada niñ@, ¿Cómo se sentirían ustedes? Hoy tenemos niños y niñas con dolores de cabeza, dolor de estómago, llantos, cansados, con sueño, con un nivel de estrés que no cualquier adulto podría soportar durante 8 horas diarias, entiéndase que es como una jornada laboral para ellos y no están preparados física ni psicológicamente para eso.
Los colegios no estaban preparados para la post pandemia, por más que se les pidió a los encargados DAEM, no se prepararon. Las falencias en materiales e infraestructura asoma por todos lados. Las y los docentes no tuvieron, producto de la pandemia, tiempo de planificación y de ordenar sus contenidos y clases para las y los estudiantes, hoy se trabaja de forma reactiva preparando material bajo presión y pensado que las y los niños y jóvenes están en el nivel de acuerdo a su curso, cosa que ya se ve que no es así. Fueron 2 años que se perdieron académicamente y que no se podrán recuperar de un día para otro, y siendo realista, nunca se recuperarán. Es necesario reducir la jornada de las y los niños en el colegio y comenzar de nuevo, paulatinamente, de forma moderada que su cuerpo y mente se comiencen a adaptar en forma gradual a este descabellado sistema de competencia y sobrevivencia escolar.
Que se entienda que la reducción de jornada es para niñas, niños y jóvenes, todas y todos los trabajadores de la educación seguirán trabajando en el colegio, pero tendrán el tiempo suficiente par reorganizar su trabajo en el aula y que las y los estudiantes puedan comenzar a aprender lo necesario de acuerdo a su nivel académico.
En estos momentos el sistema es una olla a presión que puede reventar por muchos lados, hoy lo vemos en las salas de clases, patios de los colegios y hasta en las calles, pero pronto lo veremos en los hogares y en muchos otros lugares donde acuden constantemente nuestros niños y jóvenes.
No enfermemos más a nuestros hijos e hijas, no deterioremos mas nuestras familias, es tiempo de detenerse y reflexionar para seguir avanzando con sabiduría. Un abrazo y que Dios los acompañe en este camino de la formación y educación.
Rosiel Enrique González Galindo Profesor de la Comuna de Corral
Problema que debemos leer
El 50% de los chilenos no ha leído un libro hace más de seis meses, el 30% prefiere ver una serie antes que aventurarse en ello y sólo el 15% manifiesta haber aumentado su cercanía con esta actividad. El resultado, entonces, no debe extrañarnos: casi el 20% de los adultos no entiende lo que lee.
Más allá de los números, y las razones, creo fundamental tomar conciencia en torno a lo mucho que perdemos como sociedad por no leer. La lectura es, en palabras de la UNESCO, una gran vía para combatir el aislamiento, reforzar los lazos entre las personas y estimular nuestras mentes y creatividad. Por ello es tan relevante que a nivel educativo fomentemos el gusto por la literatura y para esto, sin duda, debemos eliminar barreras como precios, lugares donde acceder a ejemplares o cualquier otro aspecto que pudiera actuar como obstáculo entre una persona y un libro. Poco valdrán las mejores políticas públicas, los nuevos acuerdos, las leyes mejoradas o cualquier tipo de cambio, si no despertamos en cada ciudadano ese amor por las letras, ese afán de saber más, esas ganas de descubrir un mundo nuevo, el mundo de la lectura, ese que abre puertas, promoviendo la creatividad y el desarrollo integral.
Claudio Ruff Rector U.Bernardo O'Higgins