Julia Toro: "Escribo para no morir por dentro"
Los "Diarios" de la fotógrafa Julia Toro (Lumen) muestran la intimidad de una de las artistas más pulcras de las últimas décadas. Sus anotaciones a mano repasan el día a día de una mujer que vive en conflicto con el dinero, la rutina y la angustia de no tener nada en la despensa.
Julia de las mercedes toro donoso aprendió dibujo y pintura con adolfo couve. Luego se hizo fotógrafa de manera autodidacta y llevó un diario que ahora se publica.
El diario íntimo es el que llevamos para soportar la realidad, donde se escribe lo que no se puede ni se debe decir en nuestro cotidiano. Leído por otros, es un profundo acceso a la intimidad de quien escribe. En este caso, podemos acceder a los "Diarios" (Lumen) de Julia Toro (Talca, 1933): la intimidad de una de las más grandes fotógrafas chilenas actuales. Antes de cultivar la fotografía, Toro estudió dibujo y pintura con artistas como Adolfo Couve, Thomas Daskam y Carmen Silva. Desde los años setenta en adelante toma la cámara con su particular sensibilidad para retratar distintos grupos sociales y el arte de vanguardia de la época. También ejecuta una arrojada obra erótica y un giro hacia su propio cotidiano, la que ha sido ampliamente exhibida.
Y es justamente ahí, en su espacio íntimo, donde se vuelca su escritura de diarios. La escritora Andrea Jeftanovic, en el prólogo a la edición, señala por cuánto tiempo ha llevado esta escritura del día a día: "De modo reservado, la artista viene urdiendo cuadernos desde la adolescencia, aunque en este volumen se incluye sólo el período desde 1983 hasta 2019", el año en que se decide comenzar a editarlos para llegar a este libro.
La misma Jeftanovic relata que los primeros cuadernos de Toro serán los escolares de su hijo, donde se va colando su escritura de forma de mantenerla privada. A medida que avanzan las páginas, la gente comenzará a saber de sus diarios, al punto de regalarle cuadernos para que escriba en ellos.
El origen
Las respuestas de Julia Toro son como flashazos a nuestras preguntas. Nos escucha mediante auriculares por Zoom, asistida por su hijo Mateo.
Sobre el origen de esta escritura íntima, la fotógrafa dice "realmente no me acuerdo. Simplemente empecé a escribir diarios, y además que se usaba en el colegio, en mi curso, que las niñitas tuvieran sus cuadernos y sus diarios".
Más que una devoción a los diarios es "un amor por los cuadernos que he tenido desde muy temprano", aclara. Porque, efectivamente, la huella temporal en estos "Diarios" es generalmente el año de la escritura, mas no el día ni la fecha específica de ella, como habitualmente se usa. Algunos años tienen varias páginas del libro, mientras otros unas pocas. Toro concluye que eso es así "porque la vida es diferente todos los días".
Hay varios escenarios en "Diarios". Del exilio interior en el Valle del Elqui en los setenta a Nueva York, por supuesto Santiago. Pero Toro no elige lugares.
"La felicidad no se mide en el país donde se está, es una cosa interna, que tiene que ver con la paz interior. Además que mis estadías no han sido largas. La más larga fue de 6 meses en Nueva York, como un estado intermedio, de suspenso, en que estás absorbiendo una cultura nueva. La alquimia se hace por dentro y el resultado se da cuando vuelves a Chile".
Por Cristóbal Gaete
"Sigo escribiendo de noche, casi todas las noches. Pero no solamente en la noche, a veces en el día también".
Mateo Goycolea
"Para mí los libros son otra forma de nutrición. Tengo mis escritores favoritos, y esos son los que recomendaría".