Manifestación de descontento escolar
Variados problemas han acompañado el primer trimestre de clases; pero usar la violencia para exponerlos no es el camino. Las denuncias sobre acoso y abuso sexual deben hacerse en instancias formales, para que realicen las investigaciones y se proteja a las víctimas...
Preocupantes situaciones son las que se registran en distintos colegios de la región. Emergencias sanitarias que obligan a interrumpir clases, infraestructura en mal estado, violencia entre estudiantes, denuncias por acoso sexual y maltrato, son temas graves, que han emergido en la agenda pública reciente y que deben ser atendidos con celeridad.
Afortunadamente, junto con la inquietud, hay consenso sobre las dificultades y también voluntad de soluciones. En infraestructura, por ejemplo, a nivel nacional se anunció la inversión de más de 10 mil millones de pesos para reparaciones de liceos emblemáticos; en Valdivia, en tanto, el presupuesto municipal aprobado es de 2 mil 328 millones de pesos para mantención y obras de servicios básicos y calefacción. No habrá cambios inmediatos, pero sí activación de respuestas rápidas, que dan a los afectados la sensación de ser escuchados. Y eso se valora.
En materia de convivencia y seguridad, sin embargo, el panorama se ve más complejo, tanto por la naturaleza de los hechos, como por la desorientación a la hora de enfrentarlos.
Ayer, sin ir más lejos, la protesta registrada en el centro de la capital regional tuvo como gatillante la denuncia de abusos contra liceanos; mientras que en Río Bueno se activó una campaña en redes sociales por la ocurrencia de acoso en un colegio subvencionado. En ambos escenarios se observaron manifestaciones públicas -presenciales u online- de descontento, pero no un correlato de conductos formales para proteger a las víctimas y buscar solución. Peor aún, se usó la violencia para rechazar violencia: funas, barricadas, cortes de tránsito, asaltos a otros colegios. Todas esas situaciones alejan la mirada comunitaria desde la raíz del problema (vulneración de un derecho) y la posan en la reacción.
En este contexto es destacable que el seremi de Educación Juan Pablo Gerter y el concejal Cristóbal Rosas dialogaran con manifestantes ayer en el puente Pedro de Valdivia y les indicaran pasos a seguir, según establece la legislación vigente. Esa escucha activa es importante, sobre todo si va acompañada de guía para resolución pacífica de los problemas y de un seguimiento a la investigación respectiva, para que las confianzas juveniles también sean resguardadas.